Me parece absurdo hablar en pasado, porque ya no son cosas que pasaron las que voy a relatar de ahora en más. Así es, hoy es miércoles y todavía estoy viva, todo este tiempo lo estuve, pero no por mucho tiempo, son las 7 y 30 de la mañana y mi mamá cree que estoy durmiendo, me despertó con la típica chocolatada, pero le dije que no iba al colegio, como lo hice toda la semana, y ella se fue cuando la taza ya estuvo vacía, trato de no hacer ruido, no quiero que se entere que estoy despierta, ni quiero que se despierte mi hermana que tiene la cama junto a la mía, por suerte mi mamá tiene un muy mal oído y mi hermana no se despierta con nada en este mundo. ¿Cómo me siento? Estoy tranquila, y me siento enferma, veo todo de otra forma, porque siento que es la última vez que voy a estar acostada de esta manera, en mi cama, no sé si voy a extrañarla, porque no sé que hay más allá, pero me mata la intriga, estoy ansiosa, pero al mismo tiempo quiero tomarme mi tiempo para despedirme, siento que quiero correr ya, pero esto es algo que no tiene vuelta atrás si me olvido de algo, así que prefiero prevenir todo muy bien. Me voy a levantar de la cama y me voy a hacer un cappuccino, ahora vuelvo... Acá estoy, mi garganta ya esta tibia, y mi mamá se acaba de dar cuenta que estoy despierta, la estoy mirando, me está hablando pero realmente no se de que, porque sigo escribiendo, la miro y solo pienso, ¿Cómo estará mañana?, y realmente espero que bien, así que, voy a ir a abrazarla, y acá estoy, con los brazos de mamá, cálidos en mi espalda, mientras sigue balbuceando cosas que no estoy escuchando, pero un par de palmadas me van a hacer sentir mejor, esta es mi despedida ma, te amo. Ya son las diez de la mañana y yo tengo terminada la carta que voy a dejar, es una carta bastante concreta, me gustaría escribir mucho mas, pero no tengo palabras, ¿Qué pasa por mi mente?, que pregunta difícil, saber que pasa por la mente de alguien que está por suicidarse, es algo curioso, porque ni yo sé, sé que es lo que siento, y siento una profunda angustia, pero que se va a solucionar, cada tanto me pongo a llorar y pienso en porque tuve que llegar a este punto, pero no hay vuelta atrás, porque las cosas tiene que terminar, porque mi vida ya terminó. Me siento a comer, porque ya son las once y media, mis hermanos están tan felices, estoy apartada de ellos, pero los estoy observando, mi campo visual es limitado por mi pelo, pero aun así puedo verlos, y realmente también comienzo a pensar, que será de ellos mañana?, que pensaran, espero que no enloquezcan, realmente, mi familia es la que mas va a sufrir, otra perdida no es algo que sea fácil de llevar, pero tienen que entender que yo me perdí a mi misma, y que tampoco tengo porque aguantarlo, en mi habitación tengo una foto con Luciana, de mas chicas, no puedo evitar pensar en lo feliz que era, o lo feliz que me sentía, en ese momento, todavía no conocía nada de lo que iba a ser mi vida en este momento, solo la tenía a Luciana y así me bastaba, a ella es alguien a quien no tendría cara para mirar, porque realmente me avergüenza pensar en cómo la voy a decepcionar haciendo esto, realmente espero que me perdone o que me sepa comprender, se que en lo más profundo de la bronca que va a sentir, porque me va a titular de egoísta, que no está mal que lo haga, en lo más intenso, va a haber un perdón esperando... Lo mismo creo de Nadia, no sé cómo va a seguir, no me creo tan indispensable en su vida, pero siento que la estoy dejando sola, que es algo que le prometí no hacer nunca, espero que todo lo que alguna vez hablamos la acompañe de por vida, y que también sepa perdonarme, ellas dos son las únicas que podrían frenarme en este momento y es por eso que no quiero avisarles, es algo que tengo que hacer y que realmente necesito, me aterra pensar en que no voy a verlas nunca más, no va a haber más noche de pizzas, mas salidas, no voy a volver a sentirme gigante, porque ahora soy una versión mía comprimida, que solo actúa y es según el ambiente le dicte, sin alma ni decisión propia...
Ya son las doce y media del mediodía y estoy comenzando a sentirme desesperada, quiero romper todo y al mismo tiempo no puedo moverme, estoy temblando, mi corazón late fuerte, y mis ojos no paran de llorar, que alguien me explique cómo manejarme, porque realmente estoy perdida, que alguien me frene, pero no quiero que nadie lo haga, estoy loca, estoy enferma, necesito estar sola para prepararme, necesito pensar sin escuchar nada, sin escuchar a nadie, sigo temblando, quiero romper algo, pero no, mis cosas son preciadas, son hermosas, no puedo romperlas, no voy a romper nada, me voy a romper a mí misma, solo faltan algunas horas, pero espero aguantarlas, no quiero padecer más esto, ¡como llegué a este punto!, yo era tan feliz, siempre estaba tan contenta, tan llena de luz, nadie me imaginaba siquiera seria, amaba dar esa imagen, esa imagen de chica dulce, o chica alegre que podía con todo, pero la vida pudo conmigo, y me siento menos que nada, soy cenizas, o pronto voy a serlas, ya no lo tolero, quiero terminar con todo de una vez, basta. Nadie nunca me advirtió que esto podía pasarme, en el colegio no te enseñan que la sumatoria de momentos te destroza, en tu casa nadie te dice que tenes que prepararte por si en algún momento queres matarte, pero es inútil echarle la culpa a alguien, porque soy yo la que no puede con mi vida misma, necesito un descanso de mí, necesito salir de mi ser, necesito estar en paz, por favor reloj, corre más rápido!
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Crisis.
Novela JuvenilSi tomamos la tristeza como menos y la felicidad como más a continuación obtenemos la suma algebraica de momentos multiplicados por tiempo y divididos por espacio, y obtenemos exactamente un relato de muchas páginas que aburriría a muchos, pero a mo...