Crisis.

Más noches.

Por mas bien que la pasáramos en la cama, no era lo único que hacíamos, esperábamos quedarnos solos, para poder jugar a que éramos una pareja adulta, yo cocinaba mientras él me abrazaba por detrás y me prometía hacer eso cada vez que me vea cocinar, me daba besos en el cuello y siempre terminaba todo quemado porque poco me costaba distraerme en cuanto empezaba a acariciarme, no podía evitarlo, tenía un imán que solo era compatible con él, y me hacia totalmente adicta, los "te amo" entre nosotros fueron infinitos, podíamos estar en la situación que quisiéramos que siempre íbamos a aprovechar cada instante que se presente para recordarlo, podíamos estar hablando de cualquier tema, o mirando cualquier video, que solo necesitábamos mirarnos y repetir "te amo", para después continuar lo que hacíamos, manteníamos vivo ese sentimiento, y los nervios cada vez que lo veía nunca dejaron de existir, podía planear y sentir que él era lo que quería para el resto de mi vida, estaba segura de quería crecer rodeada con sus brazos y que necesitaba tenerlo cerca para poder mantenerme en pie. Compartíamos muchísimas cosas, no porque compartiéramos gustos, por lo contrario éramos dos personas totalmente distintas, pero le daba paso a enseñarme todo lo que sabía, y me encantaba escucharlo y aprender de él, conocerlo. Estábamos totalmente enamorados, era un momento donde los sentimientos eras intensamente preciosos, ambos pretendíamos estar todo el tiempo juntos, y amarnos durante años, ambos soñábamos con vacaciones, una casa, un trabajo o un estudio en común, cumpleaños, salidas, regalos, soñábamos con que ese momento de nuestras vidas sea eterno, porque lo que logramos sentir, encontrar en el otro lo que ambos exigíamos en una persona. Nos llevábamos realmente bien. Poco a poco nuestros encuentros íntimos se fueron multiplicando, no importaba la hora, el espacio, cada oportunidad que teníamos, la aprovechábamos de la mejor forma, ambos necesitábamos sentir el cuerpo del otro, y olvidar nuestros problemas de esa forma, nuestro lenguaje corporal era perfecto, era un idioma que ambos comprendíamos de una forma perfecta, realmente nos llevábamos muy, pero muy bien en la cama. Nunca creí necesitar a otra persona, desde el momento en el que me di cuenta lo que era estar con él, nunca más mire a otro chico, nadie me parecía atractivo ni llamaba mi atención, solo tenía ojos para él, y era literal, mis amigas son testigos de que pocas eran las veces que podían escuchar salir de mi pensar que alguien era "lindo" y mis respuestas siempre eran vagas y desinteresadas, porque en serio solo quería estar con Iván, no tenía porque ver a otra persona, porque con él me bastaba por completo. Así es, con 16 años creí encontrar mi cable a tierra, el sentido de mi vida, la felicidad pura, y completa, yo sé mucho más que cualquiera del amor, que cualquiera que haya vivido años, porque con 16 años conocí lo que es estar totalmente enamorada, lo que es sentir un amor apasionado por alguien, sé lo que es querer pasar mi vida junto a una persona, porque mi equilibrio se encuentra en los brazos de tal.