Recuerda lo hermoso del relato anterior? bueno ahora viene la parte más triste. La parte que no conté. Esa semana discutimos reiteradas veces porque él no quiso venir a visitarme, su no, se basaba en querer estar solo en su casa, eso me decía, no entendía porque prefería la soledad al estar conmigo, me hacía sentir menos que "estar solo", nunca logré entender a que se refería, ni comprenderlo. El sábado por la noche vino a casa, mis tíos venían de estados unidos a cenar una noche a mi casa antes de viajar otra vez, yo fui a buscarlos al aeropuerto y le pedí a Ivan que me acompañara, pero no accedió, lo invité advirtiéndole que quería que conozca a mi familia, a mis tíos, esa noche cenamos, comimos realmente rico, después de un rato, unas horas fuimos a acostarnos, Ivan estaba un tanto frío conmigo, no lo notaba enojado, pero si lo noté distante, como si estuviese mal, o algo le pasara, esa noche dormí abrazándolo, pero aun así lo sentí a kilómetros, no le entusiasmaba besarme, tocarme, abrazarme, no quería hablar, y solo me propuso dormir, así que yo sin entender mucho dormí, para la mañana del domingo, le pedí que me acompañara a un partido de unos amigos, estaban jugando un campeonato y quería ir a apoyarlos, el trato de convencerme mil veces de que no vayamos, pero yo le insistía, para las 10 de la mañana estábamos en la cancha de futbol, esperaba que se quede conmigo, que salude a los papás de mis amigos, a mis amigos y que conversemos sobre algo tonto, pero se mantuvo distante y siquiera intento interactuar con nadie en el partido y se apartó hasta esperar que yo le dijera para volver a casa, así que salimos y con la frialdad justa me rechazaba besos, no me abrazaba o se seguía manteniendo distante, al llegar a casa volvimos a la cama, y el continuaba de esa forma, después de almorzar, para respetar la rutina, volvimos a la cama, donde yo decidí comenzar una conversación, lo que no sabía era que estaba comenzando más que un dialogo, comencé con frases cortas y simples, como decirle que no entendía la gente que no priorizaba sonreír todo el tiempo, que siendo alguien tan alegre, y optimista, no lograba ponerme en el lugar de las personas que se conforman con estar mal, realmente creía eso, él no contestaba y yo permanecía diciéndole que me explique porque podía estar tranquilo sabiendo que su estado de ánimo normal era neutro, y no feliz, pero mantuvo su silencio, no me costó mucho darme cuenta que minutos después las lágrimas de sus ojos brotaban, así es, el chico frío y cerrado que nunca está mal, ni bien, estaba llorando, mi desesperación en ese momento fue odiosa, no sabía porque era todo, que le pasaba o como actuar, necesitaba un tacto ejemplar el cual era totalmente escaso, no tenía ni idea de que hacer, así que opté por abrazarlo y rogarle que me dé una justificación para poder entenderlo, me costó aproximadamente media hora convencerlo para que diga palabra, y comenzó con frases aun más cortas que las mías, donde decía que no entendía que le pasaba, pero pronto comenzó a explicar que quería estar solo, el dialogo que usó fue ese "quiero estar solo", me explicó que previo a conocerme su vida se basaba en la soledad, planeaba un futuro en el cual no se encontraba mas nadie que él, pero cuando me conoció, hizo la excepción conmigo, pero ese sentimiento estaba desintegrándose, volvió a querer estar solo, se imaginan que mi cara no fue muy alentadora, mis brazos comenzaron a temblar y poco a poco sentía que algo se rompía, le pregunté si yo era el problema y por mas que él dijo que no, yo seguí sintiéndome como tal, si no le daba ganas de estar conmigo, entonces significaba que algo se perdió, fue como una piña de realidad que terminó de destrozarme, por mucho que me rogó que logre entenderlo, y que entienda si él no quería verme, pero que realmente no quería cortar conmigo, yo no pude hacerlo. Sentía que no podía cargar con una relación así, le dije que no comprendía la diferencia entre querer estar solo y no querer estar conmigo, así de caprichosa soy, para mi yo siempre soy el problema y no tolero que la gente no me quiera como yo lo hago, aunque exigía demasiado partiendo desde el punto que mi amor por él era obsesivo. Aun así esa noche no pude decirle que estaba todo bien.
Cuando quise entrar en razón, lo estaba dejando, mientras fijábamos condiciones de cómo iba a seguir todo, por mi cabeza surgían frases como "¿qué haces?", "no es lo que queres", "es real se está terminando todo", yo mencioné que la relación que me planteaba tener era algo que no podía sostener y eso me preocupaba. Estaba convenida de que le hacia un favor, ya que creía que lo que él buscaba era terminar la relación y no sabía cómo decírmelo. Le hice prometerme que me cuente si alguna vez conocía a alguien que no sea yo, fueron pocas las condiciones que fijamos y ambos realmente pensamos que en un futuro íbamos a volver a estar juntos, no paramos de llorar ni un segundo, siquiera dejamos de abrazarnos, antes de irse me dio un papel que había escrito en noviembre del año pasado, que decía "no quiero perderte nunca, nunca, nunca" me dijo que no lo olvide , y se despidió, fui a mi habitación y lloré lo que restó de la noche, nos mandamos mensajes que decían "te amo", esa noche escribí en mi blog, y me fui a acostar dejando el celular y la computadora en mi cocina, francamente no quería hablar con nadie.
"Ni en mis pesadillas más terribles, podía imaginarme esta situación, ni el dolor más intenso se asimila a lo que siento en este momento, nada en este mundo se comprara con el control que puede causar en mi humor, al igual que una montaña rusa, que al principio da vértigo y va despacio, mientras se eleva tanto como puede, cuando estás en la sima tenes miedo de caer, pero en un momento, se desprende y guiado por una gravedad absoluta recorres las vueltas que marean, las bajadas y las subidas, con una velocidad digna de el peso que eso tiene, solo rogas que no termine, porque por más miedo que te cause te fascina la adrenalina, y te aterroriza el impacto al terminar. Al igual que eso que describo como una montaña rusa, son las relaciones, y mas esta relación. Porque no ocupó un lugar chico, como un juego tonto y corto, ocupó un lugar importante y creo que infinito en mi vida, lo que empezó con vértigo y mucho miedo, siguió en subida y bajadas, como discusiones, y reencuentros, hoy también conocí el impacto de la caída libre cuando llega a su fin, y al igual que la porcelana, siento que me rompí en pedazos infinitos.
¿Cómo hago para seguir en pie sabiendo que mi base ya no está? o ¿cómo hago para poder mantener una línea si siento que se rompieron mis cimientos? ¿Cómo algo puede hacerte tan bien y de un momento al otro destrozarte? tanta es la dependencia que tengo hacia eso, hacia eso que fue de las mejores sensaciones que mi cuerpo, mi mente, mis manos, mis ojos, vieron, sintieron, y tocaron. Me hace tan mal no solo verme a mi así, y verte por primera vez a esta distancia, sino también haberte visto de esa forma a vos, nunca imaginé esto, de hecho no puedo todavía caer en que es real. Quiero dormir hasta tener 20."
Me fui a dormir, y seguí llorando desconsoladamente durante horas.
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Crisis.
Teen FictionSi tomamos la tristeza como menos y la felicidad como más a continuación obtenemos la suma algebraica de momentos multiplicados por tiempo y divididos por espacio, y obtenemos exactamente un relato de muchas páginas que aburriría a muchos, pero a mo...