Algunos meses después.

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Creo que es hora de ponerle nombre al Chico de Pañuelo, aunque no voy a decir su nombre real, pero quiero que se imaginen algo así como que su nombre es tan perfecto como el resto de él, así es, era un nombre que lo completaba de una forma exquisita, aun así me voy a limitar en llamarlo Iván, ya que no quiero que su identidad se conozca.

¿Alguna vez sintieron que hay una persona que puede que no esté, se borre, pero siempre de alguna casualidad renace en tu vida para cada momento preciso? Bueno así fue Iván, apareció en mi vida cuando necesitaba distraerme de la crisis con Luciana, y desapareció cuando lo había superado, pero reapareció para finales de agosto, volvió de la forma más dulce que podría haber vuelto. Empezó a llevar otro trato conmigo.

Paso poco tiempo y comenzamos a juntarnos. Una noche hablamos como nunca lo habíamos hecho, le confesé mis gustos y pasa tiempos y él me escuchaba mientras me abrazaba, yo estaba acostada, al lado suyo, con la mayor tranquilidad que tuve en mi vida, fue muy lindo estar de esa forma, lo pude encontrar de una manera en la que nunca lo había visto. Le pregunté porque se había alejado de mi todo ese tiempo, y no supo responderme, le echó la culpa a una situación general, mencionó un problema que había tenido que le afecto a gran parte de sus relaciones incluyendo la nuestra. Me alcanzó y sobró para justificarlo, para perdonarlo y para depositar una confianza con una magnitud de la cual no tomé noción en ese momento, pero puedo asegurarles que fue gigante. Estuve muy agradecida que haya aparecido para ese entonces. El 29 de septiembre, cuando cumplió años, le hice una carta, aunque fue un tanto grosera, nunca me había expresado frente a él, recordemos que para esta fecha yo ya no tenía expectativas de estar juntos.

Teniendo en cuenta que las cosas lindas que me dijiste desde que nos conocimos, son 3, o 4, y sabiendo lo raro que sos, no sé bien por dónde empezar.

sos una persona completamente extraña, sos un pajero, y alguien que nunca terminé de conocer, sos una persona indescifrable que nunca entendí si le caigo bien o mal , te digo todo mencionando que me asombró el día que me dijiste por primera vez "amiga", sos completamente extraño, pero es como un desafío aprender a conocerte, y eso me agrada, sos una persona compleja que parece de una forma y me voy dando cuenta que sos totalmente distinto, la palabra que más te describe es "pan", pero cuando se trata de reír, sos una de las primeras personas en las que pienso, porque siempre me sacas una sonrisa .

Sos como un nene chiquito, y me das ternura... Algo hace que cuando no te vea te extrañe, Se volvió algo común y lindo en mi vida, salir o juntarme con vos, esas salidas que hacen que se borren todos mis pensamientos y que solo tenga que cuidarme de que no me peguen de un instante al otro, porque no hay salida que no vuelva hecha mierda .

Es lindo decirte "amigo" sabiendo cómo nos empezamos a hablar, nunca creí que llegaras a ser alguien especial en mi vida, ni mucho menos, y ahora tengo la confianza que necesito para decirte "te quiero", o darte un abrazo, siempre me intimidaste tengo que admitirlo, hasta el momento donde me di cuenta que tenes sentimientos .

No me olvido de nuestros mil y un proyectos, y de nuestra primera charla de 8 horas exactas el segundo día que hablamos, o de esa vez donde tenía que levantarme temprano por una reunión y nos quedamos 5 horas hablando por teléfono, hasta las 6 de la madrugada y tenía que irme a las 7 ...

Te quiero mucho

Aquella carta tenía todo lo que una amiga podía decirle a su amigo, hacía referencia a él de una manera absurda, burlona y dulce a la vez, tanto como una chica de 15 años podía juntar esos tres sentimientos.

Había una razón por la cual Iván y Matías están relacionados, y era la siguiente:

Matías se había encargado de hacerme sentir la peor persona del mundo cuando estuvo con otra chica, no tanto por el acto, sino por la mentira que había mantenido luego de ello, ahí es cuando entra Iván, para abrazarme y calmar mis penas, dedicaba horas de su vida para hacerme sentir mejor, cuando me quise dar cuenta pasaba todos los días a buscarme por el colegio, me regalaba chocolates y me invitaba jugos de naranja, que por cierto me encanta. Así fue como me fui aferrando cada vez más a Iván y de a poco Matías ya no me importaba, porque si no me hacia bien, ¿Porque gastar mi tiempo con él?

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