Consecuencias.

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Lógicamente Matías había comenzado a percibir demasiada atención a alguien que no era él, y así comenzaron las peleas, ahogado en celos me pedía constantemente que deje de verlo, ¿pero acaso tenía derecho a eso? Muy lejos de prestarle atención a los sentimientos de Matías, decidí cada vez mas acercarme a Iván, hasta que un día, era de noche y estábamos en un cumpleaños, nos habíamos quedado completamente solos en la terraza, y una cosa llevo a la otra y cuando quise percatarme, estaba abrazándolo mirándolo fijo y en ese mismo instante, ambos nos acercamos tanto hasta que nuestras bocas chocaron, y si, nos besamos. Si alguien me preguntaba en ese instante Matías para mi ya no existía, venía esperando hace años ese beso, y solo puedo describirlo como perfecto, fue como si hubiese habido música de fondo, si fuese en cámara lenta y si hubiesen brillado fuegos artificiales, creo que si fuese una película ese hubiese sido el momento más emocionante de ella, y habría causado que muchos espectadores digan fuerte un "ay" que muestre sensibilidad, quizá esté exagerando, pero juro que nunca había sentido tanta felicidad por algo tan inmediato. Pasó la noche y continuamos abrazados, besándonos, y yo solo me limité a pedirle que fuera de esa noche, aquello no se repita, le supliqué que no me hiciera eso y le confesé que él era mi debilidad, y que no quería que abuse de esa información. Cada tanto recordaba a Matías y eso me hacía sentir culpable, por eso mientras lo besaba, frenaba y agachaba la cabeza, claro que mi sonrisa no la borraba nadie de mi cara, y le decía "basta" de una forma inocente, el se acercaba a mis orejas y decía "tendrías que ver tu sonrisa cuando decís basta" y eso terminaba de desarmarme por completo y convencerme para volver a subir mi cabeza ponerla a su altura y besarlo nuevamente, tuve el mundo en mis manos por cada beso, sentía que no quería que la noche se termine, quería que sea eterno ese momento, porque valió la pena a cada segundo, casa milímetro, cada palabra, cada conversación que habíamos tenido hasta ese momento había valido la pena por completo.

Puedo describir ese momento como uno de los mejores en mi vida, nunca había sido tan feliz era todo perfecto y no quería que jamás se termine.

Casualmente luego de esa noche me iba de vacaciones con Matías y su familia, por lo cual íbamos a dejar de vernos por un largo tiempo. 

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