2001
Tras lo sucedido en la cancha, Flor había sido castigada. La profesora que no era de muy buen carácter no comprendía el juego agresivo que había tenido con Jaz, la cual no hizo nada por defender a la morocha. Por causa de esto tuvo que quedarse durante toda la semana después de clase castigada en la biblioteca.
Ese jueves, después de haber pasado casi una semana yéndose tarde, Flor salía agotada de la biblioteca, caminó por los pasillos hasta que algo la hizo detenerse.
Ahí en el jardín de la escuela estaba Jazmín. Como siempre alejada de todos y solitaria. La colorada no se había dado cuenta de la hora, debido a que llevaba desde el último turno sentada pintando un nido que había en un árbol.
Flor la miró confundida al principio, pero no pudo evitar sonreír conmovida con la escena. Si algo amaba de Jazmín era eso, su manera tan especial de ser.
No quería pero tuvo que hacerlo. Se acercó lentamente, sin querer llamar su atención y con mucha cautela observó atenta su dibujo, tal y como lo había hecho la primera vez que se vieron.
Jaz sintió su presencia detrás de ella y asustada se volteó. Ambas se miraron confundidas, Flor nerviosa miró hacia el suelo, mientras que la colorada se levantó rápidamente del césped
-Perdón, perdón, no quería molestarte- dijo Flor nerviosa al ver su reacción
-No, no pasa nada. No me molestas- le dijo Jaz tímida
Se hizo un pequeño silencio, ninguna de las dos sabía que decirse después de lo que había pasado en la cancha. Aquel beso sin duda no había sido cosa de juego.
-¿Qué haces aquí?- le preguntó la morocha al ver la hora, ya era tarde para ella
Jaz frunció el ceño y miró su reloj alarmándose al ver que casi eran las seis de la tarde
-¡Dios! ¡Es re tarde! Me tengo que ir- dijo recogiendo sus cosas como loca
-¿Quieres que te lleve?- dijo Flor ofreciendo llevarla en su pequeña bicicleta, como acostumbraba a hacer
Al oír su propuesta, Jaz nerviosa dejó caer su cuaderno de dibujo al suelo, abriéndose en la página más oportuna, justo donde había un hermoso retrato de Flor.
Al verlo la morocha abrió a boca emocionada y se agachó rápidamente a recogerlo.
-Dios, Jaz, es hermoso- dijo con los ojos brillosos mientras analizaba cada trazo. La había capturado en ese dibujo.
La colorada no movía ni un músculo, tenía miedo y vergüenza de lo que pudiera pensar Florencia de su dibujo.
La morocha no pudo evitar ojear el cuaderno para descubrir que no solo era ese dibujo de su cara, había miles de bocetos de ella en diferentes situaciones. Era prácticamente su vida en dibujos
La miró asombrada y con la boca abierta dispuesta a decir algo, pero la colorada llena de vergüenza no estaba dispuesta a escuchar sus comentarios y como en una ráfaga le arrancó el cuaderno de las manos. Salió corriendo sin mirar atrás.
Flor no pudo alcanzarla, o más bien no quiso. Se quedó ahí parada en el medio del jardín, observando como la colorada huía. Se llevó la mano al pecho mientras suspiraba y en su cara se dibujo la más tierna y enamorada sonrisa.2018
Después de todo lo sucedido con Flor, más la enfermedad de su padre que seguía igual, Jaz decidió relajarse un poco y la mejor forma de relajarse que esta tenía era pintar.
Sacó sus cosas hacia el portal de su casa, donde colocó sus viejos instrumentos y comenzó a dibujar el hermoso jardín que Mona cuidaba con tanto esfuerzo.
De pronto sintió una mirada sobre su nuca y se volteó rápidamente a ver. Allí estaba, casi escondida desde la acera de enfrente Florencia observándola.
Jaz la miró y la saludó con una sonrisa tímida, a la cual Flor correspondió. Sin querer hacerle mucha atención, la pelirroja siguió pintando pero cuando se vino a dar cuenta ya Florencia estaba apoyada en su cerca.
-¿Pintando de nuevo?- dijo Flor con una sonrisa boba en su cara
Jaz sin quitar la vista del lienzo le respondió de una manera muy fría -Así me gano la vida, ¿no?-
-Has mejorado mucho- dijo la morocha observando con atención el cuadro
-He mejorado mucho en todo los sentidos desde que me fui- dijo Jaz igual de fría
Flor se puso seria, y Jaz en silencio se lamentó por decir eso. Ella sabía que no era así.
-¿Te acuerdas como me pintabas?- dijo Flor con un tanto melancólico
Jaz se sonrojó al recordar y asintió apenada.
-Era hermoso- dijo la morocha con una sonrisa
-Sí, todo era hermoso en aquella época- dijo la pelirroja casi en un suspiro
-Qué lástima que se acabara- mirando hacia abajo muy triste
Jaz la miró desconcertada, en la cara de Flor se reflejaba una gran nostalgia.
Estuvieron un minuto en silencio. Hasta que Jaz no aguantó más y soltó sus instrumentos.
-¿Querés... querés que te pinte? Hace mucho que no lo hago- dijo nerviosa, sentía como sus manos temblaban
Flor la miró sorprendida. Sabía que la colorada estaba enojada con ella, por eso nunca pensó que le propondría tal cosa estando molestas.
No sabía que decir pero al verla así tan frágil con los pinceles y con las manos cubiertas de pintura se decidió.
-Claro, ¿cómo no voy a querer un retrato de la gran Jazmín del Río?- dijo entrando
-Que exagerada que sos. No soy nada famosa- dijo ruborizándose
-¿Cómo que no? Si te he visto en las revistas y esos artículos en los cuales te categorizan como la promesa de la pintura moderna- dijo la morocha con un tono burlón
Jaz la miró sorprendida -¿Has leído los artículos?-
Le causaba gran impresión de que Flor la hubiera seguido durante estos años y en de cierta manera le encantó saber que no la había olvidado.
Flor se dio cuenta de que había sido descubierta por lo que bajó la mirada y nerviosa contestó -No, digo, Javo me contaba de vez en cuanto. No gran cosa-
-Ah, claro, claro. ¿Por qué los leerías?- dijo Jaz siguiéndole el juego. Sabía muy bien que mentía.
-¿Dónde me pongo?- preguntó mirando a su alrededor
-Donde quieras-le dijo Jaz con una hermosa sonrisa
Flor se sentó en uno de los sillones y Jaz se acomodó para pintar. Cada trazo que hacía sentía como si se le fuera el alma. No podía dejar de mirarla. Era tan hermosa. Mientras que Flor la miraba fugitiva, sin querer ser vista. Huyendo a la mirada de la pelirroja.
La tensión era inmensa. Ambas se morían por besarse, hasta que Jaz no aguanto más. Se levantó de su asiento dirigiéndose hacia Flor, la cual casi muere de los nervios al verla acercarse.
La colorada se sentó a su lado y acomodó su cabello para así poder dibujarla mejor. Flor trago en seco y miró directamente esos carnosos labios. Se moría por besarlos y estaba a punto de hacerlo, cuando sintió alguien que la llamada.
Ambas se separaron sobresaltadas y Flor miró asustada hacia la dirección de la voz. Era Dani el cual había terminado de hacer un encargo y la había visto.
El chico sin darse cuenta de lo que pasaba se acerca curioso
-Cariño, ¿qué haces aquí?-
-Hola, Daniel- Jaz avergonzaba
-Hola, señorita Jazmín-
-Nada, que yo, Mmm- nerviosa
-Es que yo le pedí que viniera a traerme la compra debido a lo de mi padre y eso- dijo Jaz al ver que Flor no era capaz de articular palabras
Daniel creyó el cuento y tan amable como siempre se despidió de Jaz.
-Amor, te espero en el auto- le dijo a Flor
Flor asintió nerviosa y al irse Dani miro a Jazmín.
-Bueno, me tengo que ir. Siento dejar el cuadro a medias- le dijo con una sonrisa tímida
-Tranquila, tengo suficientes recuerdos como para terminarlo-le dijo Jaz
Flor sonrió y Jazmín le correspondió
-Cuando termines me lo muestras-
-Seguro, pero te puedo asegurar de que este no va a ser el único cuadro que haga de ti en este tiempo- le dijo Jaz sin apartar la vista de sus ojos color café
Flor se fue nerviosa y sin quitarle mirada a la pelirroja se montó en el auto junto a Dani, el cual era demasiado tonto como para darse cuenta de las chispas que habían cada vez que su esposa se acercaba a aquella pelirroja.
ESTÁS LEYENDO
Código Postal... Es tu mirada (Flozmín)
FanfictionMuchas veces la vida no es como la queremos, y las cosas nos salen un poco torcidas. No nacemos donde queríamos nacer o no somos lo que queremos ser. El miedo nos gana y huimos sin dar la cara perdiendo la oportunidad de ser felices. Abandonamos tod...