Capítulo 8 "Amigas"

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2018
Tras una noche en vela Jaz se acuesta en el portal de su casa a coger un poco de aire, como acostumbraba a hacer ser de pequeña. Ahí con la brisa mañanera ligada con el cansancio, la colorada comenzó a quedarse dormida.
Media hora después una sombra la hizo despertar y con dificultad abrió los ojos para toparse con la silueta de una mujer.
No era cualquier silueta, era una conocida. Ahí frente ella estaba Florencia, la cual la miraba muy seria.
Jazmín no sabía qué hacer, y antes de que pudiera reaccionar Flor ya estaba sentada a su lado. La colorada se reincorporó y observó a Flor, la cual miraba hacia la calle. Había un silencio, pero para nada incómodo, sino necesario
-¿Cómo estás?- preguntó la morocha
-Mal- angustiada
-Me imagino. ¿Y tu padre? Me enteré que estaba enfermo- dijo la morocha
-Sí, le quedan pocos días de vida- le contestó Jaz muy triste
-Lo siento mucho, de verdad- dijo compadeciéndose de su dolor
Volvió el silencio
-Habla- dijo de pronto la morocha
-¿Qué?-  confundida
-Que hables. Te estoy dando la oportunidad de explicarte. Hazlo. Después de todo, antes de ser... eso que fuimos, éramos amigas, ¿no?- dijo Flor sin mirarla
Jaz la miró sorprendida y con los ojos humedecidos asintió.
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2001
Jazmín caminaba llorando por los pasillos de la escuela. Llena de rabia golpeaba cada casillero que había su paso. La rabia la consumía pues hacía menos de diez minutos había visto una escena que le había hecho revolver el estómago.
Más atrás de ella venía Flor corriendo mientras decía su nombre. Jaz no le hacía caso, no quería oírla.
Furiosa se encerró en el baño de la escuela sin intensión de abrir. Tras meterse en uno de los cubículos, al poco tiempo entró Flor, quien se apoyó en la puerta del cubículo preocupada.
-¿Me puedes explicar que te pasó? ¿Por qué te pusiste así?- preocupada
-No me pasa nada- molesta
-¿No? Pues eso no era lo que parecía hace un rato. Casi le das un puñetazo al pobre de Juan- le reprochó la morocha
-Sí, el pobre- dijo irónica
-¿Qué pasa?  ¿Te cae mal?- confundida
-Sí, lo odio- dijo la colorada con tono de niña caprichosa
-¿Por qué si es buena persona?- le preguntó la morocha
Jaz no podía decirlo, si lo hacia se delataría delante de la morocha. Ella no sabía muy bien lo que le pasaba, pero desde hacía un tiempo había dejado de ver a Flor como una simple amiga para verla como algo más, pero sus miedos eran mayores como para confesárselo.
Al igual que ella Flor también se sentía así, pero no quería admitirlo. Pero ahora la cosa era muy evidente, Jazmín moría de celos por el simple hecho de que Flor estaba hablando con Juan, un chico unos años mayor que ellas.
-¿Te gusta?- preguntó la colorada de repente
-¿Quién? ¿Juan?- sorprendida ante la pregunta
-Sí, ¿Quién va a ser?- molesta
Flor se quedó pensativa unos segundos, sin duda le atraía ese chico pero era incapaz de decírselo así a su amiga, algo se lo impedía
-Me parece un buen pibe- dijo sin darle importancia
Jaz rió sarcástica y no habló más
Después de un largo silencio con  ella encerrada en el baño y Flor sentada en los lavamanos, la morocha decidió que era hora de que se le acabara el berrinche a su amiga
-Jaz, ¿no vas a salir?- molesta
La colorada no emitió palabra
-Pues yo me tengo que ir. Juan recién me invitó a tomar un helado y llego tarde- dijo Flor bajándose del lavamanos
Se sintieron unos pasos alejándose y la puerta cerrarse.
Al sentir esto Jaz se secó los ojos rápidamente y sorprendida abrió la puerta para encontrar que estaba sola. ¿Se había ido? ¿La había dejado por Juan?
Sin querer creérselo, Jazmín salió del baño buscando a su amiga pero antes de poder abrir la puerta para salir, una mano salió del primer cubículo halándola hacia dentro
Era Flor quien con una sonrisa victoriosa la acercó a ella -Te cogí-
Jaz no pudo evitar sonreír al verla. No sabía cómo describir la felicidad que sentía en ese momento al ver que se había quedado a su lado
-¿De verdad piensas que te dejaría sola?- preguntó Flor sin borrar la sonrisa
-No, como dijiste lo de Juan...-
-¡Ah, basta con el tema de Juan de una vez! Él no me gusta nada, solo me parece agradable. No es que quiera casarme con él ni nada de eso. Para casarme ya tengo otros planes, otro pretendiente
-¿Si? ¿Quién es el afortunado?- con un tono preocupado. Tenía otro rival que ni siquiera conocía.
-Tú- dijo con una sonrisa, tocándole la barbilla
-¿Qué?- confundida
-Si, como oís. Vos vas a ser ni mujer- dijo Flor segura de sus palabras
-Flor, ¿Qué dices?- nerviosa
-Mi padre siempre me ha dicho que la mejor pareja para que te acompañe el resto de tu vida tiene que ser tu mejor amigo. Y vos sos mi mejor amiga-
Jaz rompió en una risa tonta, le parecía muy loco lo que la morocha decía.
-Al menos te hice reír- dijo Flor feliz de ver esa sonrisa de nuevo
-Estas mal de acá- dijo la colorada tocando su cabeza
Flor sujetó con su mano el mentón de Jaz y la hizo observarla a los ojos –Prométeme  que no te vas a alejar más de mí-
-Te lo prometo... Vos prométeme que pase lo que pase, haga lo que haga vos nunca vas a dejar de ser mi amiga- le contestó Jaz
-Jaz, yo siempre voy a ser tu amiga. Nunca te daré la espalda-
-¿Pase lo que pase?-
-Pase lo que pase- dijo segura

2018
Tras tomar suficiente aire para llenarse de valor Jaz comenzó a hablar
-Sé que no me lo merezco, lo sé,  pero solo quiero decirte que lo siento. Siento lo que hice. Pero quiero que sepas que nunca lo hice con la intención de hacerte daño- dijo Jaz siendo totalmente sincera
-Pero lo hiciste- dijo Flor triste
-Lo sé. Y me arrepiento cada día de eso. Diera la vida por poder regresar en el tiempo-
-Qué lástima que no es imposible, ¿No?- dijo la morocha
Un silencio volvió a ocupar el lugar
-¿Sabes lo que más me jodió?- dijo Flor y Jaz la miró atenta
- Que nunca regresaras a por mí. Te debe parecer estúpido, pero te esperé. Dios solo sabe  lo que te esperé. Dos años Jazmín, te espere dos años y creo que aun lo hago. Cada día parecía una boba esperando que de un taxi o de algo salieras tú a rescatarme.... pero nunca fue así- bajando la cabeza molesta y triste a la vez
-Tenía miedo de volver. Fui una cobarde- confesó la colorada
-Sí, lo fuiste- le confirmó Flor molesta
En ese momento Jaz notó que Flor llevaba puesta la pulsera,  cosa que le hizo mucha ilusión
-¿Te la pusiste?- emocionada
Flor escondió la mano avergonzada -Ni siquiera sé porque lo hice-
El silencio volvió. Flor solo miraba al frente, mientras que la colorada trataba de memorizar su rostro mediante miradas fugases.
-Te perdono- dijo de pronto la morocha
-¿Qué?- sorprendida
-Que te perdono- confirmó muy seria
-¿En serio?- no se lo creía
-Te lo prometí un día. Te prometí que pase lo que pase yo te perdonaría, y a pesar de todo,  yo sí que cumplo mis promesas- dijo Flor levantándose
Jaz se levantó tras ella, nerviosa
-Entonces, ¿Amigas?- extendiendo su mano
-Eso te lo debo- le dijo Flor rechazando su oferta y saliendo de ese lugar, no sin antes regalarle una mirada a la colorada, la cual estaba embobaba mirando como esta se iba.

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