Código Postal... Es tu mirada (Flozmín)

Capítulo 38 "Rota"

2018
Flor estaba aún en el ascensor del edificio de Jaz. Acaba de salir de aquel espantoso lugar y no podía aún creerlo. Su corazón se sentía traicionado como nunca, o bueno, tal vez como aquella vez…

2001
Era viernes a la noche. Ya eran las 8:30 y faltaba menos de quince minutos para que saliera el próximo autobús hacia Buenos Aires. Ambas habían quedado en que Flor esperaría a la colorada en esa esquina, para ir juntas a la estación y tomar el autobús hacia el aeropuerto, para así iniciar su nueva vida. Flor había estado puntual y esperaba ansiosa a su chica.
Daba brincos en aquella esquina, no sabía bien si era por los nervios o por el frío de aquella noche. Miraba hacia todos lados y no veía a Jaz. Ya era casi la hora y no aparecía. Tomó su móvil y le dejó un mensaje de voz.
Pasaron 20 minutos y ya todos debían estar abordando el autobús, por lo que Flor se desesperó
Flor: Jaz, ¿Dónde estás? Te estoy esperando acá. Por fa, avísame si algo pasó
No obtuvo respuesta. A pesar de todo la morocha no había perdido las esperanzas, ella sabía que iba a venir, lo sabía… se lo decía su corazón. Pero fue en ese momento en el que su corazón se rompió en pedazos… al ver pasar aquel autobús frente a ella, y dentro de él, asomada a una de las ventanillas iba su colorada.
Sus miradas se cruzaron…. La de Jazmín estaba roja y llenas de lágrima, mientras que la de Flor estaba llena de confusión y desconcierto. ¿Qué estaba pasando?
Aún sin darse cuenta de la situación Flor tomó su maleta y corrió tras es autobús gritando su nombre. Jazmín se desarmó en lágrimas dentro de aquella máquina, mientras se alejaba. Flor no pudo correr más y se detuvo esperando a que Jazmín viniera a por ella.
En su interior aún pensaba que todo era un malentendido, una confusión pero fue entonces que la realidad la golpeo al ver los labios de Jazmín decir un triste ¨lo siento¨
Flor cayó al suelo débil, sus lágrimas caían como si fuera una cascada y sus lamentos se escucharon en toda la noche.
Esa noche el alma de Flor se oscureció y su corazón dejó de confiar en las personas. Su Jazmín, la persona con quién deseaba pasar su vida la había traicionado y abandonado en aquel lugar. Estaba sola… completamente sola y eso juró que jamás se lo perdonaría.

2018
Una desesperada Florencia cruzaba las calles de Nueva York sin saber bien a donde ir. No veía los carros, no veía nada. En su mente solo se repetía una y otra vez aquella imagen de Jazmín saliendo semidesnuda tras darse una ducha con aquella rubia. ¡Ahhh! Gritaba en su interior. Solo quería que se abriera un hoyo en la tierra y se la tragara entera. Sentía tanto odio y dolor que no sabía cómo su corazón todavía palpitaba.
Cruzaba hasta Central Park, cuando sintió el sonido de un taxi muy cerca de ella. Miró y vio como casi lo tenía justo encima, entonces como si fuera un ángel alguien la apartó del camino.
Flor trató de recuperar la respiración. Dios eso había estado cerca. Miró a su alrededor aún aturdida y vio como el taxista y un montón de gente rodeaban a la persona que estaba a su lado. Movió la cabeza tratando de recuperarse, entonces fue cuando la vio.
Sintió su corazón partirse al ver que a su lado, la persona a la que todos rodeaban era Jazmín.  Ahí en el suelo se encontraba su adorada colorada. Esta sangraba, sangraba como nunca antes la había visto y estaba inconsciente
Desesperada Flor corrió hacia ella y sujetó su cuerpo con fuerza, tratando de contener el sangramiento. La contuvo entre sus manos y la miraba aún en shock. Jaz había recibido el golpe por ella y ahora estaba al borde de la muerte.
Flor no supo en qué momento llegó la ambulancia, pero ella no se separó en ningún momento de Jaz. Se aferró a su mano durante todo el trayecto al hospital, hasta que al llegar ahí unos señores vestidos de blanco la alejaron y se llevaron a su chica por una puertas de cristal.
Miraba desesperaba aquellas puertas. Buscaba respuestas pero debido al idioma no era entendida por nadie. Caminaba de un lado a otro mientras veía a doctores entrar y salir sin decirle nada. Dios, Jazmín ¿Dónde estaba su Jazmín?
Se dejó caer al suelo y con las manos en la cabeza ¿Cómo pudo haber ocurrido esto en tan poco tiempo? ¿Por qué? No quería perderla, no de nuevo.
De pronto unas manos la hicieron salir de su estado. Esas manos se posaron sobre las suyas y las apretaron con fuerza
-¿Flor?- se oyó una voz ronca de mujer
Flor miró confundida y entonces encontró a la persona a la que menos quería cerca suyo en ese momento. Ahí arrodillada frente a ella estaba Elena. La rubia lloraba al igual que ella, pero al contrario parecía un poco más calmada. Arisca Flor quitó sus manos de las de ellas y la miró con asco
-Entiendo- dijo Elena levantándose
-No quiero discutir- dijo Flor muy seria sin mirarla a los ojos
-Yo tampoco. Créeme. Solo quiero saber cómo está Jaz-
Flor estaba resentida, quería mandarla a la mierda peros e contuvo
-No lo sé. Se la llevaron hace como un hora y nadie me quiere decir nada- dijo muy seria pero las lágrimas salieron –Es que no me entienden y yo necesito… necesito verla-
-Lo sé, yo te voy a ayudar. ¿Quién es el médico que la atiende?- tratando de calmarla
-No sé su nombre, no lo recuerdo- entonces lo vio salir de una de las puertas- ¡Es ese!- gritó
Elena lo miró y asintió
-Tranquila, ahora lo resuelvo- dijo Elena yendo hacia el médico y dejando a una desesperada Flor viendo todo desde lejos.