Capítulo 20 "Juntas"

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2018
Flor caminaba por la calle cuando de pronto ve una cola que reconocería en cualquier sitio. Era Jaz la cual estaba casi metida en el capo de su auto tratando de repararlo.
Al verla así Flor no dudo en acercarse con una mirada pícara y sin importarle si alguien  la veía la agarró por la cintura.
En un principio Jaz se asustó, pero al ver quien era una sonrisa se dibujo en su rostro.
-Hola, preciosa- dijo Jaz volteándose
-Hola- tirándole un pequeño beso al ver que habían gente a su alrededor -¿Qué haces?- preguntó Flor curiosa
-Esta basura que se rompió cuando más la necesitaba- dijo Jaz refiriéndose a su auto
-¿Por qué? ¿Vas de viaje?- confundida
-Eh... sí, pero no voy de irme si es lo que piensas- le dijo sonriéndole. Jazmín conocía a Flor y sabia de sus miedos
-No, no lo dije por eso. Vos sos grande y sabes lo que haces- dijo Flor muy seria y dándose la vuelta
Pero la colorada la detuvo agarrando su mano y volviéndola a su posición inicial
-No me voy a ir, ¿Ok? Al menos no sin ti- sonriendo
Flor sonrió también y respiró aliviada
-Entonces, ¿qué haces?-
-Es que tengo que ir a resolver unos problemas en la capital y eso. Pero es de ida y vuelta. Regreso por la noche- le explicó Jaz
-Bueno, si logras ir porque te veo complicada- dijo Flor al verla
-Sí, tendré que pedirle a Javo o un taxi o algo-
-No-dijo la morocha rápidamente
-¿No?- confundida
-Te voy a llevar yo- segura
-¿Qué? ¿Estás loca?- dijo Jaz alarmada pues Flor aun no había hablado con Dani y este viaje se vería más que sospechoso
-¿Por qué? Tengo un auto, bueno, camioneta que casi no uso guardada en el garaje. Puedo llevarte- le dijo Flor muy tranquila
-¿Y Dani? No sospechara nada-
-No, está en un negocio en por otra ciudad. Por eso es que no he podido... ya sabes… hablar con él- dijo Flor casi en un susurro
-¿Y estabas sola en casa? ¿Por qué no me avisaste?- dijo con un tono pícaro
-No, no estaba sola. Se fue recién. Lo acabo de despedir- le aclaró Flor
Jaz la miró y le sacó la lengua en forma de broma, para hacerla reír.
-Bueno, ¿aceptas mi propuesta o no?- insistió la morocha
-No me lo perdería- dijo Jaz con una sonrisa
Fueron juntas a casa de Flor, y del garaje sacaron su vieja camioneta
-Me la compro mi papá, después de que te fuiste- le explicó la morocha
-¿Estás segura de que funciona?-  dijo Jaz al ver lo vieja que era
-Sí, creo. Si funciona- no muy segura
Jaz confiando en la morocha se monta en la camioneta y emprendieron el viaje juntas.
Al salir de la ciudad, Flor no puede contenerse y sin quitar las manos del volante se gira para darle un beso a Jaz, la cual lo recibe encantada
-¿Y eso?- preguntó la colorada sorprendida
-Es el primer beso que te doy sin miedo a que nos pillen- dijo Flor con una amplia sonrisa
-¿Y cómo estuvo?- preguntó la colorada con un tono juguetón
-Delicioso- contestó enamorada
-No más que este -dijo Jaz y aprovechando que ya iban por un lugar apartado y solitario sin casi tránsito, se subió encima de Flor rodeándola con sus fuertes piernas.
-Estás completamente loca- exclamó Flor riéndose al verla
-Sí, ya te lo dije. Estoy loca por vos- dijo y volvió a besarla.
Mordió sus labios con fuerza, provocando un gemido de la morocha. Teniendo en cuenta de que estaba manejando, Jaz decidió darle espacio para ver y con furia atacó el delicado cuello de Flor. Lo comenzó a morder, a lamer y a dejar besos húmedos por toda su extensión.
Flor casi no podía centrarse en la carretera, estaba casi en estado de éxtasis gracias al placer que le estaba haciendo sentir esos besos
-Jaz, vamos a tener un accidente- le advirtió la morocha entre sus besos
A la colorada le pareció no importarle pues continuó besándola y esta vez bajó su mano hacia la falda que llevaba Flor.
Al sentir el tacto de aquella delicada mano muy cerca de su centro, Flor sintió su cuerpo tensarse por completo
-Jaz...- en un suspiro
-Me muero de ganas por hacerte mía- le dijo la colorada en un susurro en el oído, y tras esto mordió su lóbulo.
Al oír estas palabras Flor no se resistió más y la beso con furia. No miraba a la carretera, no le importaba morir, lo único que le importaba era sentir aquellos gruesos labios que la volvían loca.
La colorada con sutileza pasó su lengua por los labios de Flor como pidiendo permiso para entrar, permiso que fue concedido inmediatamente. Sus lenguas comenzaron una danza apasionada. Se movían a toda velocidad, tal parecía que estaban haciendo una competencia por saber quien daba más placer.
El calor que ambas tenían era demasiado, y el clítoris de Flor ardía de la excitación que sentía. La colorada se separó un segundo y miró a su amada directamente a los ojos, su mirada era oscura y llena de lujuria. Ella sabía que Flor estaba totalmente excitada y eso le encantaba.
Con la mano que tenía debajo comenzó a acariciar la parte interior de sus muslos, y mientras más acariciaba más se acercaba a su sexo.
-¿Puedo?- preguntó con la voz entrecortada y Flor accedió con los ojos cerrados por la excitación
Sin dudarlo Jaz colocó sus dedos sobre su ropa interior, haciendo presión en su centro. Mientras más presión hacia más Flor se estremecía y eso le encantaba.
-Estás completamente mojada... me encanta- dijo Jaz deseosa de ella
-Eso es lo que provocas en mí- dijo Flor con la voz totalmente excitada
La colorada mordiéndose los labios se dispuso a colar sus dedos por debajo de la ropa interior de Flor, cosa que la morocha deseaba que hiciera desde hacía un buen rato.
Ya estaba a punto de tocarla como era debido, cuando de pronto el sonido de un  carro las hizo volver a l realidad.
Flor asustada miró al frente y vio un camión que se acercaba a ella a toda velocidad. En una maniobra rápida logró esquivarlo y hacerse a un lado de la carretera.
Una vez seguras las chicas se miraron asustadas, Jaz ya había vuelto a su sitio y respiraba profundo. Ya no era excitación sino el miedo tan grande que había pasado.
-Yo creo que mejor lo dejamos para otra ocasión ¿no?- preguntó Flor agitada
-Seguro- afirmó la colorada más pálida que nunca
Se miraron asustadas y después de un segundo recordaron  lo que estaban a punto de hacer antes de que las interrumpieran, por lo que estallaron en una risa contagiosa. Tras un rato Flor decidió volver a la carretera y continuar con el viaje.

Código Postal... Es tu mirada (Flozmín)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora