2018
Jazmín no atinaba a colocar la tarjeta en la puerta. Se le caía de las manos o no acertaba en el lugar donde tenía que ponerla. Claro, abrir una puerta siempre es difícil cuando alguien te besa el cuello como loca.
Flor lamía, chupaba y mordía el cuello de Jazmín a su antojo. Quería saborearla todo el tiempo que pudiera. Jazmín por su parte le correspondía de la misma manera. Ahora que ambas estaban libres de culpas y secretos querían ser completamente la una de la otra.
Finalmente como si fuera un milagro, Jaz logró abrir la puerta y entraron a aquella lujosa habitación de hotel. No se separaron ni un solo segundo para entrar. Ambas estaban hambrientas de placer, placer que solo ellas sabían darse.
Jazmín sin dejar de besar a Flor, llevó sus manos a la blusa que traía la morocha y la comenzó a desabotonar lo más rápido que pudo. Los últimos botones ya los arrancó de golpe, provocando la risa maliciosa de la otra debajo de sus labios.
Flor por su parte bajó las manos hacia el cierre del jeans de Jazmín, con el cuál jugó un poco hasta abrirlo. Los ojos de Jaz se abrieron al sentir su cálida mano bajar por la zona de su pubis y colarse por debajo de su ropa interior
-Mm- gimió al sentir uno de los cálidos dedos de Florencia jugar con sus pliegues
Flor solo la miró prendida de pasión y con esa sonrisa llena de lujuria en su boca. Llevaba semanas sin tocarla y ya extrañaba sentir esa cálida piel entre sus dedos. Mordió el labio de la colorada, la cual ya estaba en un estado de éxtasis total. Ir y volver de la muerte le había dado un hambre voraz por la vida y su única medicina era aquella piel pálida que tenía enfrente de ella.
De una dejó caer la blusa de Flor por sus hombros, mientras que la morocha sacó su mano de su entrepierna. Jaz se quejó por la falta de contacto, pero su quejido fue tapado por los voraces labios de Flor. Sin pedir permiso la lengua de la morocha se coló en la boca de Jazmín, la cual la aceptó encantada. Sus lenguas bailaban una danza frenética que ya se sabían de memoria, pero que nunca se cansarían de hacer. Sus sabores se fundían en uno solo.
Jazmín comenzó a desabrochar su propia camisa con prisa, necesitaba sentir la piel de Flor ya. La morocha se percató de su desesperación y con una sonrisa detuvo el movimientos de las manos de Jaz. Sacó sus manos de los botones de la camisa y bajo la mirada atenta de la colorada comenzó a ser ella la que desabotonara los dichosos botones. Una vez libre de ellos, Flor fue bajando con una lentitud torturadora las mangas de la camisa, acariciando la piel de Jazmín en el proceso.
Una vez en el suelo la camisa, Flor miró de una forma muy seductora el torso semidesnudo de su chica. Su piel era lisa y suave como la seda. Poseía una color pálido y seductor que la hacía querer cubrirlo de besos y mordidas. Sus abdominales bien definidos la hacían parecer la mejor de las modelos. Sus sujetadores negros hacían que se resaltaran sus más que formados pechos. No eran tan grandes, pero eran perfectos para su hermoso cuerpo. La curva de sus senos resaltaba un poco por fuera del sujetador y una pequeña gota de sudor bajaba lentamente por su canalillo. El borde de sus jeans hacían que se formara una hermosa curvatura la cual tentaba a la morocha a ver más.
Sin más preámbulo colocó sus manos por encima de sus abdominales y comenzó a dejar leves caricias por todo su abdomen. Jaz gemía de placer ante las caricias de Flor, la cual ahora jugaba por sus senos. Sus pequeñas manos apretaban con fuerza los pechos de la colorada desatando un montón de gemidos.
Una de sus manos se posó en la cadera de Jaz y la haló con fuerza hacia ella, haciendo que sus centros chocase por encima de la tela.
La mano se fue escurriendo hasta que dos de sus dedos se colaron por debajo de la costura del jeans y comenzara a bajarlo lentamente. Junto con la pieza de tela bajaba ella. Jazmín solo la miraba hechizada desde arriba. Sus ojos verdes parecían perdidos de la pasión que sentía. Con sus piernas se deshizo del pantalón y Flor fue subiendo lentamente pasando su lengua por su piel.
Su lengua hacía un rastro húmedo por la parte interna de los muslos de la colorada, donde la piel estaba más que erizada. Jazmín se mordió el labio para controlar el gemido cuando Flor lamió muy cerca de su zona íntima, saboreando la humedad que sobre salía
-Dios, me encanta cuando estás así de mojada- dijo Flor y de golpe se terminó de levantar para atacar los labios de la colorada, la cual gemía bajo ellos
Entre besos y mordidas se dejaron caer en la cama, donde Flor se cernió a su cuerpo, colando una de sus piernas entre las de Jazmín. Era una fusión de piel lo que había en esa cama. Las respiraciones agitadas de Jazmín hacían moverse a Flor, la cual con una sonrisa hizo presión en la zona de Jazmín con su rodilla.
-Mm- salió de la boca de Jaz, la cual se mordía el labio para controlarse
Flor continuó con sus movimientos sobre la zona de Jazmín, mientras la torturaba lamiendo la extensión de su cuello hasta su oreja, en la cual dejó un leve gemido lleno de provocación
Ante este gemido Jazmín reaccionó y de una forma muy salvaje llevó sus manos a la cadera de Flor y se arremetió contra su rodilla. Flor rió satisfecha sabía que ya la había logrado sacar de sus cabales
-¿Qué quieres?- susurró
-Mm… Flor… necesito… necesito sentirte- suplicó Jaz con la respiración entre cortada
Flor la miró y tenía los ojos cerrados, curvándose hacia atrás en busca de más contacto con su rodilla. Por mucho que estaba disfrutando esto sabía que no era suficiente para hacerla llegar a su punto más alto, por lo que con su lengua comenzó a descender por todo el cuerpo de la colorada. Lamiendo su firme abdomen, el cual se tensó al sentirla y hasta llegar a su delicado pubis el cual besó con mucha dedicación.
Un gemido ahogado salió de la boca de Jaz al sentir su respiración y humedad caliente cerca de su zona, con una clara intención de llegar a ella. Ante esta expectativa sus caderas se alzaron levemente, entregándose por completo a ella.
Flor se colocó entre sus piernas, abriéndolas con las manos colocadas en sus muslos. De una corrió el cuerpo de Jazmín hasta el borde de la cama, y ella se arrodilló en el suelo, quedando frente a frente a aquella zona que no podía estar más húmeda.
La morocha se mordió lentamente el labio al ver la humedad de su chica crecer por momento y luego al ver su cara llena de excitación. Estaba toda desarreglada y sus labios rojos de los besos y mordisco que recién se habían dado. Sin más colocó sus manos en la parte externa de los muslos de Jazmín y comenzó a dejar pequeños besos por sus muslos, cada vez más cerca de su ingle. Luego cambió los besos por su lengua, lamiendo los alrededores de su centro de una forma muy lenta y torturadora.
Jaz rió nerviosa ante lo que se venía y como ella esperaba Flor lamió su centro de arriba abajo. Atacó su clítoris con pasión, haciendo que el pequeño bulto se volviera plano y resbaladizo gracias a los jugos que salían sin cesar del agujero de Jazmín. Sus manos se aferraron con fuerza a las fuertes caderas de la colorada y la arremetió más a ella. Su lengua bailaba con frenesí por todo su centro, lamiendo toda su pasión. Jazmín se arqueaba bajo Florencia. Su columna se doblaba una y otra vez y su cabeza se echaba hacia atrás del placer que sentía
-Sí, por favor, Flor- murmuraba mientras llevaba sus manos a la negra cabellera de Flor
-Mm- gimió Flor en su zona, saboreándola. La vibración de ese gemido hizo temblar el cuerpo entero de la colorada.
La lengua curiosa de Flor salió de su clítoris moviéndose entre sus pliegues y sin aviso se coló por el agujero de Jazmín haciéndola soltar un grito ahogado. La boca de la morocha ocupó toda la zona vaginal de Jaz y comenzó a mover su cabeza con fuerza, mientras que con su boca chupaba con pasión. Su lengua entraba y salía de Jaz con furia, jodiéndola con cada movimiento. Las manos de Florencia tomaron los costados laterales de las fuertes nalgas de Jazmín y le clavó las uñas con fuerza, dejando su marca en aquel delicado cuerpo.
Jazmín estaba llegando, estaba a punto de alcanzar su punto más alto cuando Flor salió de su zona. La miró entre confundida y enojada pero al ver aquella imagen el fuego en ella la cegó.
Florencia estaba completamente despeinada y su nariz, boca y mejillas cubiertas de Jazmín. Al verla así, Jaz tomó su mano con fuerza y la haló hacia ella, haciéndola caer sobre su cuerpo ya desnudo. Se fundieron en un beso voraz, en el cuál Jazmín sintió su propio sabor desde la boca de Florencia.
-Por favor, no pares- le pidió Jaz rozando sus labios
-Nunca lo haría- dijo Flor deslizándose nuevamente hacia la entrepierna de Jazmín y absorbiendo su coño con furia.
Quería devorarlo entero. Sentía unas locas ganas de comérselo. Era tan suave y caliente que esa sensación en su lengua la volvía loca. El sabor de Jazmín era tan único que no tenía palabras para describirlo… era dulce como la miel y su centro depilado era maravilloso. Su lengua se deslizaba como si estuviera en un tobogán.
Las caderas de Jazmín comenzaron a arremeterse contra la lengua de Flor, haciendo que esta la sumergiera más hondo. Sus manos se aferraron a las sábanas y de repente su cuerpo se tensó a la vez que un grito salía de su boca.
Flor sabía que había conseguido cumplir su tarea. Con su lengua absorbió el líquido de Jazmín, la cual apenas podía controlar su respiración. Saliendo de la entrepierna de Jazmín, Flor se deslizó hacia su pecho, el cuál subía y bajaba agitado recuperándose del orgasmo.
Como pudo Jazmín besó su cabeza, pero estaba demasiado agitada como para emitir palabra. La morocha pensó que sería el fin de la noche, por lo que se aferró a su pecho planeando dormir sobre él… pero cuando menos se lo esperaba sus ojos se abrieron de golpe al sentir los largos dedos de Jazmín colarse en su zona.
-Jaz…- gimió
-No creas que me he olvidado de ti- dijo Jazmín acomodándose para poder tocarla mejor
Flor abrió las piernas para facilitar su trabajo y sin dudarlo Jazmín coló su dedo índice dentro de ella
-¿Te gusta?- susurró contra su oído
-Me… encanta- respondió Flor
Con su pulgar Jaz comenzó a acariciar su clítoris, haciendo que la morocha perdiera la razón. De una coló dos dedos más, haciendo que Flor soltara un largo gemido. Jaz sonrió satisfecha, sabiendo que esto le fascinaba a su chica. Se sentó sin sacar sus dedos de Flor y se colocó entre sus piernas. Se inclinó un poco para besar su zona y al mismo tiempo curvó sus dedos dentro de la morocha.
-Mm… No sabes lo bien que se siente tenerte entre mis dedos- dijo Jazmín con los ojos cerrados y metiendo sus dedos y sacándolos de una forma muy lenta
Quería disfrutar la sensación de calor entre sus dedos, era tan delicioso que podía pasar la vida haciendo eso. Mientras Flor se mordía el labio y alzaba la cadera en busca de más.
Jaz sonrió de medio lado y sacó sus dedos casi completamente de Flor para luego introducirlos de una manera brusca y fuerte, haciéndola gritar. Sentía su lugar feliz en la punta de sus dedos.
-Jaz… por fa…- suplicó Flor la cual ya estaba al límite
Sabiendo que había sido suficiente tortura para ella Jazmín comenzó un movimiento frenético con sus dedos, entrando y saliendo de Flor a su antojo y haciéndola gemir en todo momento. De una se inclinó sobre ella haciendo que sus pechos desnudos chocaran entre sí.
-Dios, me encanta- gritaba Flor, mientras que Jaz más que excitada lamía uno de sus pezones
Florencia tal parecía que cabalgaba sobre los dedos de Jazmín, los cuáles entraban por completo dentro de ella, haciéndola ver las estrellas. Ya estaba a punto de correrse alrededor de esos largos dedos, cuando Jazmín los retiró.
-¿Qué… qué pasa?- dijo la morocha como pudo
-Que quiero que sea especial- dijo Jazmín con una mirada perdida en la pasión
-Especial- dijo Flor tratando de capturar nuevamente sus labios, pero la colorada lo impidió.
-No, quiero que acabemos juntas. Quiero verte acabar en mis brazos- le dijo Jaz y sin decir una palabra más se sentó colocando sus piernas alrededor de Flor y haciendo que sus centros quedaran más que unidos. Flor entendió en un segundo lo que quería y se acomodó a su gusto entre las fuertes piernas de Jaz.
La colorada sonrió de medio lado como dando una señal, señal que Flor captó de inmediato y comenzó a moverse contra ella.
-Ah- gimió Jazmín al sentir a Flor prácticamente en su interior
Sus centros chocaban a medida que sus caderas se arremetían una contra la otra. Sus líquidos formándose como uno.
Jaz llevó una de sus manos a su clítoris, estimulándolo y luego con esa misma mano tocó el de Flor. La morocha tenía la cabeza recostada en los hombros, pero al ver a Jazmín chuparse los dedos de una manera casi criminal se acercó a su cuerpo y la tomó de la nuca para fundirse en un beso, sin abandonar los movimientos.
-Dios- exclamó Jazmín en estado de éxtasis, y Flor mordía su clavícula
Jaz se aferró a la espalda de la morocha y le clavó las uñas dejando un ligero camino de color rojo. Flor gruño ante los arañazos, los cuales no le podían parecer más sexys.
Jazmín sabía que Flor estaba más que cerca, por lo que en una actitud posesiva la tomó del cuello, haciéndola coincidir sus ojos con los de ella. Flor jadeaba sobre su mano, la cual no tenía el agarre fuerte pero permitía que Flor estirara su cuello para el consumo de la colorada. La imagen que tenía Jazmín no podía ser más sensual. El cuerpo de Flor arqueado por completo casi sobre ella, sus pechos moviéndose debido a sus movimientos con las caderas, su mano sobre su cuello… Dios, y todo iluminado por aquella luna… era demasiado para ella.
-Quiero que acabes mirándome a los ojos- suplicó Jazmín –Flor, quiero que veas como termino-
Flor se mordió el labio y asintió, sabía que esta loca necesidad de su chica era porque quería sentirla suya. Necesitaba saber que era suya después de todo lo que habían pasado.
Un gemido en conjunto fue la señal de que ambas habían llegado al deseado orgasmo. Mientras aquella sensación invadía sus cuerpos, ninguna de las dos apartó la mirada de la otra. Era como si la mirada de una se fundiera con la de la otra. Flor se dejó caer agotada sobre Jazmín, la cual aún la tenía envuelta en sus brazos.
-Dios, eso fue…- dijo Jazmín alucinando
-Impresionante- completó Flor con una pequeña risa
Habían hecho el amor como dos seres irracionales y el placer no tenía nombre, o bueno sí… para Flor sí que tenía nombre… Jazmín.
Se envolvieron en un abrazo en los que sus respiraciones se calmaban
-Debo confesarte algo- le dijo Jaz y Flor la miró curiosa –Yo nunca… pero nunca me voy a cansar de hacer esto con vos. Te lo digo en serio- dijo y Flor estalló en una risa contagiosa –Sos una diosa de la cama-
-Boluda- dijo Flor dándole un pequeño empujón -¿Y vos?-
-¿Yo qué?-
-¿Qué? No es normal que solo con un toque de estos deditos- dijo Flor llevándolos hacia su boca y besándolos –Me hagas ver las estrellas-
Jaz sonrió enamorada y acarició el rostro de su chica –Te amo y nunca me voy a cansar de demostrártelo ¿Sabes?-
-Ni yo a ti. Pienso amarte hasta el día de mi muerte-
-Lo mismo digo- dijo Jazmín besándola
Sus ojos se abrieron de golpe al sentir los dedos de Flor aferrándose a su trasero. Se separó un poco para mirarla a los ojos, ojos que estaban ya encendidos de fuego
-Flor…- dijo con un tono juguetón -¿Qué haces?-
-¿Vos qué crees?- dijo la morocha colocando sus dedos en la parte delantera y colando uno como provocación
-Sos insaciable- dijo Jazmín riéndose pero su respiración ya no era normal
-¿Ahora es que te vas a dar cuenta?- dijo Flor fundiéndose en un beso
Esa noche a la ciudad que nunca duerme fue testigo del gran amor y la pasión que estas dos chicas tenían dentro. Una pasión que había tenido que esperar 17 años para resurgir, pero que ahora jamás se extinguiría.
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Código Postal... Es tu mirada (Flozmín)
FanfictionMuchas veces la vida no es como la queremos, y las cosas nos salen un poco torcidas. No nacemos donde queríamos nacer o no somos lo que queremos ser. El miedo nos gana y huimos sin dar la cara perdiendo la oportunidad de ser felices. Abandonamos tod...