Capítulo 21 "Soy tuya"

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2001
Ernesto del Rio era un empresario exitoso, por lo cual se iba semanas fuera de la ciudad, dejándola a Jazmín sola con Mona. Ese fin de semana Jaz estaba sola debido a que Mona estaba visitando a su hija, por lo cual no dudó en llamar a Flor.
Preparó todo para la llegada de su amada. Compró películas, palomitas de maíz y limpió su cuarto, el cual estaba lleno de cosas de pintura.
Se vistió lo mejor posible, se puso una blusa desmangada que le permitía mostrar su tops negros y unos short apretados.
Se estaba peinando cuando sonó el timbre. Fue prácticamente  corriendo por las escaleras hasta que llegó a la puerta y abrió entusiasmada.
Allí delante de ella estaba Flor, la cual llevaba un precioso vestido azul claro de vuelos.
Jaz se quedo observándola por un rato, viendo lo bella que estaba
-¿Me vas a dejar pasar o qué?- dijo la morocha riéndose de la cara que tenía la otra
Jaz volvió en sí y se hizo a un lado para que Flor entrara. Una vez dentro Flor puso su mochila sobre el sofá y miro a Jazmín la cual se la comía con la mirada.
-Dios, pagaría lo que fuera por saber tus pensamientos- dijo Flor al verla así
-No tienes que hacerlo- dijo lanzándose a besarla.
No sabía por qué pero el hecho de tener la casa para ellas solas le  parecía totalmente excitante.
Jaz arremetió a Flor contra la pared y allí la besó con fuerza. La morocha le correspondió enseguida y la sujetó con sus manos por la cintura.
-Dios, no conocía esta faceta tuya- dijo Flor entre besos burlándose de la colorada
La cual avergonzada se separó un poco controlándose
-Ah, Dios, perdón, no sé que me paso. No soy así, vos lo sabes. Pero es que verte así, con esa ropa, aquí, las dos solas....-  dijo Jaz nerviosa, no quería que Flor pensara que solo la había invitado para tener sexo
Flor sonrió al ver la vergüenza de la chica  -No pasa nada. Me encantó verte así. Tan caliente- riéndose
-Cállate- dijo la colorada más que roja dándole un pequeño empujoncito
Tras esto la cosa estuvo tranquila. Flor y Jaz se pusieron a hablar mientras veían la tele e incluso jugaron a la consola. No había prisas, quedaba todo el tiempo del mundo.
Tras cenar las chicas recogían los platos en la cocina, cuando a Jaz se le paso una idea por la cabeza
-¿Querés ver una peli?- ilusionada
-Sí, me encantaría. ¿Cuál?- dijo la morocha
-No sé, la que quieras. Compré un montón-
-¿Tienes Fantasma?- preguntó Flor
-¿Fantasma? Es un tango vieja, ¿no?- dijo Jaz haciendo una mueca
-Es que me encanta el personaje de Sam- dijo Flor haciéndole ojitos
-Um, ¿me tengo que poner celosa?- dijo Jaz fingiendo estar enojada
-Nunca- dijo Flor dejando un beso rápido en sus labios en forma de juego
-Bueno, vamos y vemos la tele- dijo dirigiéndose al salón
-¿En la sala?- preguntó Flor deteniéndola
-Sí, ¿dónde quieres?- confundida
-Pensé que tenías una tele en tu cuarto-
-Eh...- nerviosa. Sabía lo que podía conllevar el estar las dos juntas en una cama
-¿Pasa algo?- notando su nerviosismo
-No, no. Si, vamos a mi cuarto. Ahí se ve mejor- dijo Jaz muy nerviosa
Flor subió primero y se acomodó en la pequeña cama de Jaz. Era una cama mediana, así que tendría que dormir un tanto apretadas.
Después vino Jaz con las palomitas y los chocolates para ver bien la peli, estilo cine. Colocó las cosas sobre la mesita de noche y puso la peli, para luego sentarse en la esquina de la cama, lejos de Flor.
La morocha al ver la lejanía frunció el ceño y la llamó con un silbido
-¿Qué pasa?-  dijo Jaz volteándose a verla confundida
Flor hizo seña indicándole el espacio que había a su lado
-Ven a verla acá conmigo- le pidió haciendo ojitos
Jaz tragó en seco, no sabía si sería capaz de contenerse al tener a la morocha tan cerca.
Se acercó temerosa, mientras la morocha solo sonreía. Ambas estaba nerviosas pues sabían lo que podían acabar haciendo si se dejaban llevar.
-¿Tienes frío?- le preguntó Jaz al ver la piel erizada de Flor
La morocha no tenía frío, su piel estaba así debido a la cercanía de la colorada
-Sí, un poco- dijo disimulando, no quería quedar en ridículo
Era una situación bastante incomoda a decir verdad, ambas se miraban a escondidas y tenían muchos nervios. Tal parecía que fueran dos extrañas en su primera cita.
Jazmín procedió a ponerle play a la película y se acostó poniendo su cabeza sobre la almohada. Flor la miró de arriba a abajo, y tras hacer esto decidió acostarse a su lado, apoyando su cabeza sobre su pecho, haciendo cucharita.
Al sentir la cercanía de la morocha Jaz no pudo evitar sonreír. Estar así, acostadas haciendo la cucharita le parecía lo más tierno del mundo.
-Te amo- le dijo la colorada
-Yo también- le dijo Flor en un suspiro
Transcurrió un poco la película y ya estaban en las partes triste, cuando Jaz sintió llorar a su compañera
-¿Estás llorando?- entre risas
-Sí, no te burles. Me pone muy triste que muera-
-Ah, pero si la película también tiene sus cosas cómicas. ¿O no te ríes con Oda Mae?- dijo Jaz riéndose de ella
-Sí, pero eso no quita que llore-  dijo molesta
Jaz le dio ternura verla así y la abrazó muy fuerte
-Ídem- dijo imitando al personaje principal de la película
Al oírla Flor sonrió un poco, le encantaban sus ocurrencias
-Al menos te saque una sonrisa- dijo Jaz
-Vos siempre me haces sonreír- contestó la morocha
Ambas se quedaron mirándose una a la otra fijamente, hasta que sus ojos se posaron sobre sus labios. Jaz mojó un poco sus labios y Flor no apartaba la vista de ella.
La colorada se acerco lentamente a la morocha dejando un beso en sus labios, el cual continuó.
El beso fue tomando intensidad, hasta que Jaz lo detuvo, pues sabía a dónde las iba a llevar
-Flor, para... ¿Estás segura?- dijo mirándola a los ojos
-Completamente- dijo volviéndola a besar
Flor se colocó justo al frente de ella y ambas se arrodillaron en la cama. La colorada comenzó a dejar besos en el cuello de Flor, la cual cerraba los ojos del placer que estaba sintiendo. Lentamente sus manos bajaron hasta llegar al límite de la parte superior del pijama de Flor, la cual levantó con mucho cuidado dejándola en sujetadores. La morocha imitó su acción dejando a la colorada en las mismas condiciones. Se miraron inseguras, ambas eran primerizas en esta situación y no sabían muy bien qué hacer… una cosa era los besos y otra esto.
Flor se volteó si decir una palabra, mostrándole el cierre del sujetador a Jaz, la cual supo exactamente qué hacer.
Con mucho cuidado quitó su sujetador dejando a la morocha con sus pechos al descubierto. La boca de Jaz se abrió al verlos y sus ojos daban vueltas alrededor de ellos. Jazmín nunca los había visto y sin duda eran mejores de lo que ella se imaginaba.
Flor se ruborizó un poco e incluso se tapó los pechos ante la mirada de Jaz
-¿Qué? ¿Por qué?- preguntó al verla
-Es que me da vergüenza- dijo roja como un tomate
Jaz sonrió de medio lado y se llevó las manos a la espalda zafándose el de ella y dejando sus pechos a merced de Flor
-Ya estamos igual- dijo la colorada con una sonrisa
Flor se quedó sin habla, la boca abierta ante tanta belleza. Los ojos de Flor parecían querer salirse de la impresión al ver sus pechos. No eran muy grandes, pero era perfectos para su cuerpo, y esos pezones rosados hacían la mezcla perfecta.
Como si fuera un acto reflejo Jaz colocó sus manos sobre los pechos de Flor. Se por sentirlos. Nunca había visto a su amiga así y era todo espectáculo digno de admiración.
-Son perfectos- dijo con una sonrisa
Ante el tacto de Jazmín Flor soltó un gemido y se lanzó a sus labios.
Cayeron acostadas, Jaz encima de Flor, mirándose a los ojos. Comenzó besando su cuello con locura, lo mordía y lamía como le pareciera. Flor por otro lado sujetaba su cola con fuerza, a la vez que alternaba con leves caricias por su espalda.
Jaz en cambio estaba súper agresiva, la pasión que tenía dentro la volvía loca y empezó a dejar mordiscos sobre el cuerpo de Flor
Al verla así, Flor la apartó un poco pues ya no era placer lo que sentía, sino miedo y dolor.
-Para, Jaz- le pidió y ella se detuvo
-¿Qué pasa?- con la voz entrecortada
Flor se levantó y salió de su agarre
-Así no- pensativa
-¿Así no qué?- confundida y aun excitada
-No, es que todo es tan...- no sabía cómo explicarlo
-¿Tan qué?-  dijo Jazmín impaciente y ya preocupada
-Tan rápido y agresivo. Yo quiero que sea algo especial- le dijo Flor angustiada
-Y lo va a ser- dijo la colorada  -Flor, te amo y quiero que seas mía-
-Yo también te amo...pero-
-¿Pero?- temerosa
-Pero tengo miedo… porque soy virgen- dijo de una
Jazmín se quedó sorprendida, siempre imaginó que Flor lo había hecho en el pasado. No sé, siempre la vio tan popular y deseada que pensó que quizás alguien había llegado antes que ella.
-¿En serio?- sorprendida acercándose a ella
-Si, por favor, no te burles- dijo Flor avergonzada
-No, ¿Cómo me voy a burlar? Pero lo que no entiendo es porque no me lo dijiste antes- dijo Jaz sentándose a su lado
-Porque me daba miedo… vergüenza- dijo Flor
-Perdón, es que como te vi tan suelta. Y tan... no sé, te veía con chicos. Pensé que...- dijo la colorada avergonzada por su comportamiento de recién
-Jaz, vos sos la primera relación seria que tengo. Nunca he estado ni querido a alguien como te quiero a vos-
Jaz se acercó a ella y le dio u pequeño beso, quería hacerla sentir que todo estaba bien.
-¿Vos confías en mí?- le preguntó mirando directamente sus ojos marrones
-Siempre- dijo Flor sin dudarlo
Tras decir estas palabras la colorada la envolvió en sus brazos y la besó con mucha delicadeza. Saboreó lentamente sus labios y tras mirarla comenzó a besar su cuello. Dejaba besos tan suaves que provocaban cosquilleo en todo el cuerpo de la morocha.
-Si no te sientes segura paro- le dijo en un susurro a lo que Flor asintió.
Jaz continúo besándola, luego tomó la mano de la morocha y la coloco sobre su pecho. La miró expectante, quería saber si realmente estaba segura de lo que iban a hacer.
Jaz fue llevando a Flor hacia la cama nuevamente, donde se dejaron caer. Una vez acostadas todo fluyó natural. Jazmín besó cada centímetro del cuerpo de Flor, mientras que la otra disfrutaba cada movimiento de la colorada.
Jaz se colocó arriba de Flor y comenzó a moverse rozando sus centros, haciéndola sentir el placer más grande.
La morocha gemía su nombre mientras la sostenía por sus pechos. A Jaz le encantaba esto, se sentía tan bien, tan correcto.
Así entre besos, movimientos y mordidas ambas llegaron al deseado orgasmo. Su primer orgasmo y lo habían conseguido juntas.
La colorada se dejó caer sobre el pecho de la morocha, la cual aun recuperaba el aire.
-Dios, eso estuvo...- y rió, no sabía cómo describirlo
-¿Maravilloso?- preguntó Jaz con una sonrisa pícara
-Se queda corto- dijo Flor riendo de los nervios
-¿Te puedo confesar algo?- dijo Jaz colocándose muy cerca de su rostro
-Si- curiosa
-También era mi primera vez- dijo con una sonrisita
-¿Qué? ¿Y porque ni me lo dijiste?- exclamó la morocha sorprendida
-No quería que estuvieras insegura. Quería darte la certeza y la confianza de que sabía lo que hacía- le explicó Jaz
-Y lo sabías- dijo Flor con una sonrisa pícara mientras recordaba lo recién ocurrido
Se hizo un silencio cómodo y necesario en la cama. Ambas se miraban enamoradas, hasta que Flor decidió hablar.
-Jazmín, ¿vos sos mía?- preguntó mirándola a los ojos
-Completamente- dijo la colorada con una sonrisa
-Yo también soy tuya... para toda la vida- aseguró la morocha aferrándose más a su cuerpo
De esta forma se quedaron abrazadas toda la noche, disfrutando del contacto de sus dos cuerpos desnudos sobre aquella cama.
Ambas habían sido su primera vez, eso sin duda marcaba ese amor en sus vidas.

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