Capítulo 25 "No vaya a ser"

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2001
Después de lo sucedido con su madre Flor estaba realmente deprimida. No podía comprender aquellas duras palabras.
A pesar de querer disimularlo, Jaz notaba en su mirada aquella tristeza por lo cual decidió hacer algo.
Era de noche y una agotada Florencia Estrella se encontraba en su cuarto leyendo un libro. De pronto sonó su teléfono y al verlo tenía un mensaje de su novia
*Jazmín: Ponte más linda… si es posible y sal fuera-
Flor rió, sabía de las ocurrencias de su chica. Se puso un vestido amarillo de lunares y salió sin hacer ruido de su casa.
Al salir ahí estaba ella. Jaz recostada a su camioneta, esperándola con una dulce sonrisa. Llevaba una camisa de cuadros, la cual la había amarrado a su espalda para que le quedara realmente sexy, y como siempre sus pantalones rotos.
Al ver lo linda que estaba Flor, Jazmín se quedó boquiabierta y con su mirada recorría cada centímetro de su cuerpo. La morocha notó la mirada de su novia por lo cual se sonrojó un poco y sonrió
-Madame- dijo abriendo la puerta de la camioneta para que Flor pasara.
Una vez dentro de la camioneta la colorada le robó un beso rápido a la morocha.
-Estás loca, nos pueden ver- dijo Flor alarmada mirando hacia todos los lados
-No me importa. Solo quería hacerlo-
Flor sonrió de medio lado ante el descaro de su novia, y sin dudarlo fue ella ahora la que atacó sus labios. Tras un largo beso, la colorada se separó como pudo y puso en marcha el auto.
-¿A dónde vamos?- preguntó Flor curiosa
-Es una sorpresa- contestó con una sonrisa pícara
Tras un rato manejando llegaron al parque de diversiones. No era día de feria, por lo que estaría cerrado pero aun así la colorada se detuvo en la entrada. Salió sin decir una palabra y dio la vuelta para abrirle a su compañera.
-¿Qué haces?-
-Ayudarte a salir- le dijo dándole la mano
Flor accedió curiosa y salió del auto para ser dirigida por ella hasta un costado lejos de la entrada del local. Había una cerca enorme de metal, que cuidaba que nadie entrara al parque.
-Vamos- dijo Jaz indicando un espacio roto que había en la cerca
-¿A dónde? Jazmín, no seas loca. Nos van a pillar- dijo Flor alarmada dándose cuenta de las intenciones de su chica
-Ah, deja de pensar. ¿Vos confías en mí?-
Flor la miro a esos dulces ojos y no pudo resistirse
-Completamente- tomando su mano
Las dos chicas a hurtadillas se colaron en aquel lugar. Una vez fuera de la vista del guardia corrieron por aquel parque como si fueran dos niñas, hasta llegar al carrusel.
Estaba apagado, pero aún se veía hermoso. Jaz se adelantó y se subió en uno de los caballos, donde comenzó a hacer monerías para divertir a la morocha. Entre risas Flor la siguió y se subió en el caballo que había detrás del de ella.
-¿Te gustó mi sorpresa?-
-Me encantó- dijo Flor con una sonrisa -Es una pena que no esté funcionando-
-Bueno, eso me falto. Pero te prometo que la próxima vez que vengamos voy a encender todo este lugar para vos- dijo Jaz segura de sus palabras
-¿Si? ¿Y qué vas a ser vos? ¿La dueña del mundo?- dijo irónica
-No, de eso ya lo soy. Tú eres mi mundo y ya yo soy dueña de tu corazón- dijo Jaz  bajándose y caminando hacia ella. Una vez muy cerca juntó  sus labios de una forma muy tierna
Flor se dejó besar por ella, y continuó el beso. Jaz la tomó entre sus brazos bajándola del caballo y la recostó en uno de los carruajes.
De forma muy delicada se colocó encima de ella, desde donde la observó con mucha detención
-¿Qué pasa?-  dijo Flor ante su cara de boba
-Que no me creo lo hermosa que sos- dijo Jaz  y sin perder más tiempo volvió a besarla
Florencia podía tener los problemas más grave del mundo, pero sabía que mientras Jazmín estuviera a su lado nada malo le ocurriría. La consideraba su escudo protector su pequeño ángel guardián.

2018
Tras contarle la verdad a Dani, Flor decidió alejarse un poco del mundo, incluyendo de Jazmín.
Esto volvió un poco loca a la colorada, la cual ya no soportaba estar lejos de su amada. Encerrada en su cuarto trataba de pensar en cómo ayudarla, en cómo darle a entender que había tomado la decisión correcta, en cómo demostrarle su amor… hasta que finalmente un recuerdo vino a su mente.
Tomó sus llaves y salió en su auto a preparar lo que había pensado.
Cayó la noche y Flor se encontraba deprimida comiendo helado en pijamas mientras veía una peli. De pronto sintió el timbre de la puerta sonar.
Se asomó por la mirilla y no vio a nadie, cosa que le extrañó por lo que abrió lentamente.
Una vez abierta la puerta totalmente una figura aprecio ante ella. Jaz de un brinco la asustó haciendo que cada centímetro de su cuerpo temblara.
-¡Ah, Jazmín! ¡¿Que quieres matarme?!- llevándose la mano al pecho
-Sí, pero no de esa forma- dijo con doble intención
-¿Qué pasó? ¿Qué haces acá?-
-Vine a buscarte- dijo Jaz con una pícara sonrisa
-¿Para ir a dónde?- confundida
-Ah, eso es una sorpresa-
Flor frunció el ceño y se quedó mirando la cara de pícara que traía
-Dale, no lo pienses más y ven- dijo halándola por el brazo
No había caminado dos pasos y Flor se percató de cómo estaba vestida, por lo cual se detuvo en seco.
-Espera, no voy a ir así-
-¿Por qué?-
-Jaz, estoy en pijama-
-No me importa. Vos sos hermosa con lo que sea que te pongas- y la arrastró hacia el auto
Durante el trayecto ninguna habló. Ambas sabían que debían hablar sobre el tema Dani, pero hoy no querían, preferían ignorarlo por un tiempo más.
Finalmente el auto se detuvo en medio de la ciudad y Jaz se giró hacia ella.
-Ponte esto- dijo dándole una tira roja que desde un inicio llevaba en el pelo
-¿Dónde?- confundida
-En los ojos, boluda-
Flor la miro confundida -¿Vos no te habrás convertido en una sadomasoquista o una cosa rara por ahí, no?- dijo bromeando en parte
Jaz rió ante su cometario -Si, soy 50 sombras de Jaz- burló -Dale, Flor ¿Vos confías en mí?-
Flor la miró pensativa y sin dudarlo contestó -Siempre-
Jaz sonrió al oír esto. Le era gratificante ver que a pesar de todo, Flor aun confiaba en ella.
Delicadamente colocó la cinta cubriendo los ojos de la morocha y tras hacer esto le dejo un leve beso en los labios, para luego salir del auto.
Guiándola llegaron hasta lo que parecía una puerta.
-Quédate aquí- le dijo Jaz y se alejó un poco
Flor estaba nerviosa, no le gustaba nada ese sentimiento de no saber dónde estaba
De pronto se sintió unas luces encenderse y una música sonar. Su cuerpo se tensó al sentir a Jaz cerca de su oído
-Ya puedes mirar- susurro quitándole la cinta de los ojos
Al abrir bien los ojos, Flor no se podía creer lo que veía. Estaba en aquel parque de diversiones de años atrás. Pero esta vez estaba todo encendido… como lo había prometido. Cada luz, cada música, cada máquina encendida solo para ellas.
-¿Y esto?- sorprendida mirando a su alrededor
-Para vos. Yo cumplo mis promesas y una vez te dije que te traería...-
-¿No me digas que compraste el lugar?- la interrumpió burlándose
-No tanto. Pero hable con el dueño y me lo alquilo esta noche- le explicó Jaz
-¿O sea…?- sonriendo
-O sea que esta noche todo este lugar es para vos-
Flor la miró sorprendida. No podía creer el grado de locura que podía llegar a tener la colorada, pero en parte esto era lo que más amaba de ella.
Miró alrededor y no sabía por dónde comenzar. Se sentía una niña de seis años
Jaz la tomó por la mano y la llevó corriendo hacia las atracciones. Montaron en cada atracción, jugaron como niñas hasta el cansancio hasta que finalmente cayeron rendidas en el castillo inflable.
-Estás loca. Ahora si estoy segura- le dijo Flor
-Que exagerada que sos- dijo Jaz recuperando el aire -¿Te gustó mi sorpresa?-
-Me encantó- dijo Flor besándola -Pero de seguir así tengo que tener cuidado, no vaya a ser...-
-¿No vaya ser qué?- confundida
-No vaya a ser que me enamore más de ti y ahí sí que me volvería loca- dijo Flor
Al oír esto Jaz se lanzó a sus labios, los cuales besó con pasión.
-Te amo- dijo para luego morder levemente su labio inferior
-Y yo- dijo Flor permitiendo a la colorada subirse encima de ella
-¿Sabes que esta es una de mis más grandes fantasías?- le susurró Jaz al oído
Flor se erizo al oír esto y de alguna forma hizo que la pasión subiera por sus pies, hasta llegar al lugar indicado.
La morocha la sujetó bien fuerte y la pegó más a su cuerpo el cual irradiaba calor. Sin pensarlo dos veces Jaz se quitó la blusa de un tirón lanzándola lejos de allí y quedándose en sujetadores.
Flor sonrió al verla así. Le encantaba ver lo que provocaba en la colorada. Con los ojos oscuros de la pasión, Jazmín se lanzó al cuello de Flor, el cual besó y mordió a su antojo dejando una línea húmeda por todo ese espacio. La morocha gemía sin parar, le encantaba el simple toque de Jazmín.
Cegada por la pasión, Jaz levantó a Flor y le quitó el pijama de golpe, dejándola en ropa interior
Allí estaba la morocha frente a ella a toda su merced. Se mordió el labio inferior al verla así y con  la voz entrecortada le dijo –Hoy va arder este lugar- lanzándose nuevamente a su cuerpo
Y así fue. Esa noche aquel parque se derritió completo junto con ella. El fuego, la pasión que tenían era incontrolable. El deseo que tenían, los años que querían recuperar hicieron que aquella noche los gemidos opacaran el sonido de los grillos.

Código Postal... Es tu mirada (Flozmín)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora