Capítulo 30 "Libre"

806 41 1
                                    

Había pasado unas cuantas semanas y las chicas ya vivían prácticamente juntas, aunque no era nada oficial todavía. Flor era más el tiempo que pasaba allí que en su propia casa.
Esa mañana Jaz amaneció como ya estaba acostumbrada abrazada al cuerpo de su novia, la cual dormía plácidamente.
-Hola, linda- dijo dándole un pequeño beso en la mejilla y haciendo que la morocha le regalara una somnolienta sonrisa
-Hola, amor- dijo con los ojos aun cerrados
-Despierta, que ya amaneció- le susurró al oído
-No, no, un poquito más. Quedemos así abrazadas todo el día- dijo Flor aferrando el cuerpo de la colorada más a ella
-Um, aunque sabes que me encantaría pasar en día en una cama contigo -Mordiéndole la oreja -tenemos que levantarnos. ¿O hoy no vas a seguir buscando trabajo?-
-Ahhhh- exclamó Flor agotada -Ya se me había olvidado-
-Dale, no seas vagoneta. Estoy segura de que encontraras algo hoy. Te lo aseguro- dijo Jaz mirándola a los ojos
Flor la miró enamorada, y en su rostro se dibujó una sonrisa pícara -Voy a ir a buscar trabajo, pero antes tengo algo en mente- dijo acercándose al cuerpo de su novia con una clara intención
-¿Qué tienes en mente, Estrella?- dijo siguiéndole el juego
Flor de un solo movimiento se subió sobre Jazmín, atrapando su cuerpo con sus fuertes muslos -Hacerle el amor a mi novia- dijo quitándose la parte de arriba del pijama
-Me gusta como piensas- dijo Jaz acercándola más a ella para besarla.
Comenzaron a besarse con la pasión que ya las caracterizaba, pero cuando la cosa se estaba poniendo realmente caliente fueron interrumpidas por el inoportuno timbre
-Llaman a la puerta- exclamó la colorada como pudo entre los besos de Flor la cual no le hacía caso
-Ignóralo- dijo la morocha mientras mordía su cuello
Jaz por un momento decidió ignorarlo y seguir con lo que estaba haciendo, pero el timbre volvió a sonar, esta vez más insistente.
-Flor, tengo que abrir. Puede ser Mona- dijo Jaz zafándose de su agarre y levantándose de la cama, dejando  una molesta morocha
-Esta te la voy a cobrar, Del Río, y con intereses- aseguró la chica cruzando sus brazos como señal de inconformidad, cosa que le dio mucha gracia a la colorada
Jazmín bajó en camisón a abrir la puerta. Debía ser alguien de confianza para tocar a esa hora de la mañana.
Pero nunca pasó la posibilidad de que al abrir se encontraría con el esposo de Flor. Ahí parado frente a ella con una cara de muy pocos amigos estaba Daniel Cacavela.
Al verlo Jaz sintió vergüenza, y trató de cubrirse un poco para que no se viera más de la cuenta. Él la miró de arriba abajo y movió su cabeza tratando de borrar los pensamientos que por ella pasaban.
-Hola, Jazmín- dijo Dani mirando al suelo, sin duda este momento era igual de incómodo para los dos
-Hola, Dani- con una voz apagada. Sentía vergüenza ante él
-¿Está Flor?- preguntó de una
Jaz abrió los ojos, nerviosa, no sabía que responder. No quería sonar cruel con él al confesarle que su mujer llevaba durmiendo con ella desde hacía casi un mes
-Eh,... ella... yo- tartamudeaba
En ese momento se sintió la voz de Flor llamar a Jaz desde el piso de arriba. Jazmín tragó en seco pues ya era más que evidente la situación.
-Dani, yo... -tratando de dar explicaciones
-No, ya sé que están juntas. Descuida- dijo con un tono dolido dándole un poco de tranquilidad a la chica.
Sin saber nada de la presencia de Dani, Flor bajó en busca de la colorada, al igual que ella iba en un simple camisón. Al ver a Dani en la puerta su cara se puso pálida y su corazón parecía que iba a detenerse en cualquier momento
-Dani, ¿qué haces acá?- nerviosa mirando a Jaz, la cual solo observaba la situación muy seria
-Vine a hablar contigo. Pase por la casa y vi que no estabas así que supuse que estabas aquí- dijo Dani siendo lo más cordial posible
-Yo, sí. Me quede a dormir...- nerviosa
-¿Podemos hablar a solas?- dijo Dani mirando a Jaz como pidiéndole permiso
-Eh... si, no hay problema- dijo Flor mirando también a la colorada, la cual no emitía palabra -Solo dame un minuto para cambiarme- le dijo subiendo a la habitación y dejándolos solos una vez más
Tras un silencio bastante incómodo, Jaz decidió hablar
-¿Quieres pasar?- dijo muy seria
-No, mejor me quedo aquí- al igual de serio
Jazmín no podía evitar sentir celos, cuando miraba a Dani veía todo el tiempo que estuvo separada de Flor y venían constantemente imágenes de la morocha besándolo. El solo hecho de pensar que él había puesto sus manos sobre su chica le revolvía el estómago.
No soportando más esta habitación Jaz se marcha hacia dentro de la casa, dejando a Dani en el portal, la colorada subió hacia la habitación donde Flor se arreglaba
-¿Que quiere?- dijo recostándose a la puerta con un tono celoso en su voz
-No lo sé. Supongo que hablar- dijo Flor por el reflejo del espejo mientras se pintaba
-¿Hablar de qué? ¿No estaba ya todo terminado entre ustedes?- exclamó la colorada evidenciando sus celos
Flor se volteó para analizar bien su cara. Sin duda se estaba muriendo de celos y no sabía cómo ocultarlos.
-Jaz, no te pongas celosa- dijo dándose cuenta
-No estoy celosa- dijo cruzando los brazos. No podía evitarlo
Flor se acercó a ella y dejó un beso delicado en sus labios  haciendo que la colorada se relajara y descruzara los brazos.
-Yo solo soy tuya- le dijo sujetando su barbilla y haciéndole una pequeña mueca
Jaz la miró retándola y esta se fue con una sonrisa de oreja a oreja. En parte le gustaba verla así.
Flor se marchó con Dani, dejando a una estresada y celosa Jazmín en la casa. No se podía contener, estaba rabiando de celos de solo imaginar que su chica estaba con aquel tipo. Se trató de distraer pero le fue imposible, no la pintura aliviaba su angustia.
Pasaron las horas y se sintió la puerta abrirse. Bajó las escaleras desesperada, para encontrarse a una muy seria Florencia.
-¿Qué pasó?- dijo preocupada al verle la cara
-Será mejor que te sientes- dijo la morocha muy seria
-¿Flor, qué pasó? Me estas preocupando- dijo Jaz sentándose ya muy nerviosa
Flor no dijo ni una palabra y solo le enseñó un sobre que tenía en la mano
Jaz lo abrió bajo su orden para encontrarse con unos papeles. Frunció el ceño confundida
-¿Unos papeles?-
-Solo léelos- dijo Flor sin apartar la mirada
Comenzó a leer y no podía creerlo, muy pronto su cara se fue relajando y se dibujó una enorme sonrisa… eran los papeles del divorcio de Flor. Por fin Flor era una mujer libre.
-Ah, mi amor, ¿esto significa…?- emocionada
-¡Que soy libre!- exclamó Florencia eufórica lanzándose a sus labios
Jaz comenzó a besarla en frenesí. No podía describir lo feliz que se sentía en ese momento
-¡Ahora si eres mía! ¡Ahora si podemos casarnos!- dijo Jaz en medio de la felicidad
Al oír esto Flor se separó inmediatamente con una cara de asombro inmediato
-¿Casarnos?- preguntó sorprendida y con la boca abierta
Jaz abrió los ojos al darse cuenta de lo que había dicho… su propio subconsciente la había puesto en evidencia
-¿Qué? ¿Yo dije eso?- nerviosa, no sabía cómo se iba a tomar Flor esta idea que desde hacía un montón pasaba por su cabeza
-Sí, sí que lo dijiste. Jazmín, ¿vos me quieres proponer matrimonio?- dijo riéndose
Jaz miró al suelo avergonzada. Ese pensamiento había pasado por su cabeza desde que eran una adolescentes, pero el miedo a ser rechaza era mayor. Pero ahora sabía que todo era diferente y la cara de ilusión de Flor se lo confirmaba. Tomó aire y la miró decidida
-Sí…  sí me quiero casar con vos. Quiero vivir con vos, envejecer con vos, formar una familia con vos… Lo quiero todo con vos porque te amo con locura- dijo Jaz soltando todo lo que tenía dentro
Flor se quedó mirándola, sus ojos humedecidos y su boca abierta sin decir nada
-Flor, yo me casaría con vos ahora mismo si vos quisieras- dijo la colorada tomando aire -¿Te quieres casar conmigo?- nerviosa arrodillándose ante ella
La morocha no se lo creía. Sentía que su corazón se le iba a salir del pecho en cualquier momento.  Mientras que Jazmín sentía que moriría si no recibía una respuesta
La miraba expectante pero Flor parecía petrificada
-Flor, por favor, dime algo porque siento que me estoy muriendo- dijo casi en una súplica
Al oír esto la morocha reaccionó y las lágrimas salieron solas acompañadas por una sonrisa
-Sí, obvio- dijo Flor agachándose y poniéndose a su altura-Casarme con vos es lo que más quiero en este mundo- dijo besándola desesperada
Jazmín suspiró aliviada durante el beso y la envolvió en sus brazos acercándola más a ella. Aferrándose con fuerza a su cuerpo. Este era su mayor sueño… el cual pensaba que nunca cumpliría… y ahora estaba aquí jugándosela por todo y con el sí de su amor en la cabeza.
Ambas se besaron felices, entre risas y lágrimas de la emoción. Por fin podrían sellar su amor oficialmente, por fin cumplirían su sueño de estar juntas por siempre.

Código Postal... Es tu mirada (Flozmín)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora