Capítulo 6 "Novias"

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2000
Había pasado ya un mes desde que Jazmín y Florencia se conocieron. Lo que empezó por una simple conversación se convirtió en una hermosa amistad. Se contaban todo y siempre andaban juntas.
  Pero en una escuela donde casi nadie tiene dos dedos de frente estaba claro que muy pronto comenzarían las habladurías. Todos aseguraban que las chicas estaba saliendo, cosa que no era cierta... aun.
Todo esto le causaba gran molestia a Jaz, debido a que no le gustaba que se metieran en su vida, y con Florencia. Por esta causa tuvo varios problemas durante el curso, debido a peleas con chicos que trataban de burlase de Flor diciéndole apodos como ¨ ¡Bollera! ¡Tortilla Estrella!¨ Y cosas así, que hacían que a la colorada se le revolviera el estómago.
A pesar de todo esto las chicas decididas a que nada afectaría su amistad decidieron ignorar todos los comentarios, pero esto se fue un poco de control.
Un día Jaz a mitad de turno pidió permiso para ir al baño, no porque tuviera ganas sino porque estaba muy agobiada y cansada de dar Historia.
En el baño se lavó un poco la cara,  se retocó el maquillaje, cuando de repente siente unos quejidos provenientes del último cubículo. Extrañada se acerca, notando que cada vez los quejidos se hacían mayores y más desesperados.
Al llegar al último cubículo abre de golpe la puerta para encontrarse con una imagen que heló cada parte de su cuerpo. Allí frente a ella se encontraba Flor, amarrada y amordazada a la taza del baño, con un letrero escrito en su frente que decía: SOY TORTA.
Al verla Jaz reaccionó rápido y la zafó desesperada. Una vez liberada la morocha se lanzó sobre ella llorando, mientras que la colorada la abrazó fuerte para contenerla mientras lloraba también
No podía creer como había gente  capaz de hacer tal atrocidad.
Tras lavarle la cara y curarle como pudo los moretones de las ataduras, Jaz salió con Flor apoyada en su cuerpo. En el mínimo minuto que salieron de ahí juntas comenzaron  las burlas.
-Ey, del Rio dale suave que la vas a matar- le dijo un chico al ver el estado en que se encontraba Flor, la cual solo miraba al piso avergonzada
Tras esta vivieron múltiples burlas y muy pronto alrededor de ellas estaban una revuelta de alumnos riéndose.
Florencia sentía que quería morir, no sabía a dónde mirar. Mientas que Jaz estaba roja de la furia que había en su interior. En ese momento la mano de Flor apretó bien fuerte la de Jazmín y la miró como pidiendo ayuda.
Al ver esto Jaz decidió que era hora de ponerle fin a las burlas y se separó un poco de Flor, dando un paso al frente.
-¿! De que se ríen, pedazos de boludos?!- furiosa
-Ey, cuidado que la friki saco las uñas- dijo una chica a lo lejos y tofos rieron
-¿Qué les pasa con nosotras? ¿Qué les importa lo que seamos? ¿ Les molestamos en algo?- y continuaron las burlas
Flor la miraba asustada, podía notar la furia de su amiga
-Jaz, déjalo- dijo tomándola del brazo
Al ver que las palabras no eran suficientes, decidió actuar
-¡¿Tanto desean saber si somos pareja o no?! Ahora se los demostraré- dijo decidida
-¿Qué haces?-  le preguntó Flor confundida
Jazmín sujetó con fuerza a Flor colocándola frente a ella y de golpe le dio un beso en los labios.  Flor abrió los ojos sorprendida, pero muy pronto se dejó llevar. El beso comenzó pequeño, pero continuó muy apasionado
Todos se quedaron en silencio y se alejaron mientras las dos chicas aun se besaban.  Ya no tenían gracias las burlas, ahora que todos lo sabían.
Las chicas no se habían percatado de que estaban solas y continuaban besándose desesperadas, hasta que Jaz se dio cuenta de lo que había acabado de hacer y se separó de la morocha.
La cara de Flor estaba toda desarreglada debido al beso y el labial de ambas corrido. Se miraban confundidas. ¿Qué había pasado? ¿Se habían  realmente besado?
Estuvieron en silencio unos segundos observándose hasta que Flor fue la que decidió hablar
-¿Qué fue eso?- confundida
-¿Se han ido, no?- dijo Jaz mirando a su alrededor con una sonrisa triunfadora
Flor se percató y miró sorprendida -Si, menos mal... pero ¿Por qué dijiste eso? ¿Por qué...?-
-¿Te bese?- dijo de una
-Sí, ¿Por qué?
-Para quitárnoslo de encima. Sabía que si se lo confirmábamos nos iban a dejarnos en paz. Conozco a esta gente- le explicó la colorada
-Peor, ahora todos van a pensar que somos novias- dijo Flor molesta
-¿Y?- sonriendo
-¿Cómo y? Ahora ningún chico se va a querer acercar a nosotras- le refutó la morocha
-Eso a mí no me importa. Además, ¿Vos que haces pensando en chicos mientras sales conmigo?- dijo con un tono burlón
-¿Salgo con vos?- dijo Flor siguiéndole el juego
-Sí, a partir de ahora vos sos mía y yo soy tuya- dijo Jaz mirándola fijo a los ojos
Flor la miro confundida ¿Seguían jugando? Ambas se sonrieron mientras se miraban a los ojos.
-Bueno, amada mía, me voy a clase que llego tarde- dijo Jaz besando a Flor en la mejilla y dejándola muy confundida.
Al salir de la vista de Flor, Jaz se pegó a una columna. Llevó su mano a su pecho para calmar su respiración. ¿Qué había hecho? ¿Había besado  a Flor? Estaba alucinando, mientras tocaba embobada sus labios tratando de sentir  nuevamente los de Flor.

2018
Tras a ver pasado la tarde entera sentada en el suelo de aquel jardín, Jaz sale sin ser vista y camina un poco por el barrio. Todo parecía igual aunque se sentía diferente.
Así estuvo un buen rato, observando todo a su paso, pero al llegar a su casa se encontró con una imagen que la hizo congelarse. Una ambulancia estaba frente a si casa. Corrió lo más rápido que pudo pensando lo peor, hasta que vio a Mona
-¿Qué paso?  ¿Y mi papa?- desesperada
-Tranquila, mi niña, todo está bien ahora-
-¿Qué le paso?- llorando
En ese momento se acercó a ella una mujer con pinta de ser doctora.
-Hola, mi nombre es Lucía. Lucía Díaz, soy la doctora de su padre. ¿Puedo hablar con usted?- muy seria a lo que Jaz accedió
Ahí la doctora le explico lo mejor que pudo sobre la situación de su padre. No se encontraba nada bien y ya estaba entrando en la fase final de su enfermedad, lo que conllevaba a que comenzara con ataques recientes y pérdida de sus capacidades. Advirtió a Jaz sobre los cambios que podía tener en su comportamiento, por lo que debía estar preparada ante cualquier cosa.
Todo esto cayó en Jazmín como un jarro de agua fría, sabía la gravedad de la situación pero aún no lo había asumido del todo.
En los siguientes días Jaz se hizo cargo de todo lo relacionado con su padre. Ella era quien lo bañaba y vestía con la ayuda de Mona, lo cuidaba como si fuera un niño pequeño, mientras que él ya ni siquiera la reconocía.
Todo esto hizo que Jaz pareciera un poco acabada, las ojeras estaban realmente  marcadas sobre su rostro y había alcanzado un grado de delgadez realmente preocupante.
Ya no pensaba en nada más que no fuera su padre, ni siquiera en Flor.
Un viernes Mona no pudo ir al centro comercial y no le quedo más remedio a Jaz que ir ella. Para ahorrar tiempo se dirigió a una pequeña tienda que había a dos cuadras de su casa, la cual era realmente barata.
Entró al pequeño local que desconocía por completo y comenzó a buscar entre las estanterías. De pronto sintió alguien detrás suyo, se volteó para encontrase con un joven de su edad, más o menos, observándola
-¿Se te ofrece algo?- dijo muy amable
-No, no, bueno, de hecho... busco harina pero no veo- dijo Jaz
-Sí, es que nos llego por la mañana y a mi mujer se le habrá olvidado reponerla. Por cierto, soy Daniel Cacavela, el dueño de la tienda- dijo presentándose muy amable
Jaz correspondió al saludo
-Cariño, ¡Por favor trae la harina!- gritó el chico mirando hacia el almacén
Sin borrar la amplia sonrisa de su rostro continuó mirando a la colorada de arriba a abajo, haciendo que se sintiera un poco incomoda.
De pronto se sintió el sonido de algo caer al suelo rotundamente, ambos miraron al unísono.
Ahí frente a ella con los pies cubiertos de harina y mirándola desconcertada estaba Florencia.
Al verla Jaz no supo cómo reaccionar, de su boca no salía ni una sola palabra. Estaba petrificada, mientras que la morocha estaba en las mismas condiciones, o peor.
Sus labios se abrieron un poco para decir algo, pero fue cortada por Flor
-Mi amor, ayúdame- le dijo mirando a Dani a los ojos
¿Mi amor? Jaz aún no entendía la situación. ¿Acaso su  Flor estaba con ese chico? Sus sospechas se confirmaron cuando la morocha besó levemente los labios de Dani. Ahí fue cuando entendió todo. Flor había continuado con su vida.
Sus manos temblaban, al igual que las de Flor y sus miradas no se separaban por un instante. Sin decir una sola palabra, Jaz se dio la vuelta y salió de ahí antes de que su corazón se rompiera del todo, dejando a una confusa Florencia.
-¿Que le habrá pasado?- preguntó Dani a su esposa sin entender nada aun
-No lo sé- dijo Flor haciéndose la desentendida pero sin alejar la vista de la puerta por donde se había ido la colorada
Sin duda este encuentro las había afectado. Después de tantos años, verse así fue muy duro. Pero si a Jaz le había dolido verla, peor fue para la morocha la cual se moría por dentro.

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