Capítulo 34 "Extráñame"

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2001
Tras su promesa de amor y de reconciliarse las chicas fueron a casa de Flor. Sin que Teresa ni ninguna de sus hermanas se dieran cuenta entraron a la habitación y tras poner el seguro, Flor se lanzó sobre la colorada
Presionó su cuerpo contra el de ella, el cual estaba recostado a la puerta de madera. Los besos más que besos parecían mordidas, pues Florencia se lanzaba con fuerza y devoraba sus labios. Jazmín la sujetaba de la nuca, mientras la otra mano reposaba en su cadera.
-Flor…- susurró como pudo, pero Florencia no la oía estaba demasiado sumergida en aquellos besos
-Flor…- insistió hasta que la morocha se separó por unos instantes para mirarla
Su mirada estaba más oscura que nunca y su cara reflejaba todo el deseo que tenía dentro
-¿Qué pasa?- le dijo agitada
Jaz tomó aire para formar las palabras
-Es muy peligroso… tu mamá está allá abajo y Virginia también- le dijo Jaz teniendo un poco de cordura
Florencia bufó y rodó los ojos. Se iba a detener pero entonces su mirada se posó en el escote de Jazmín, el cual estaba al descubierto debido a que el forcejeo se había zafado los primeros botones de su camisa
La imagen de sus dos pechos separados por ese delicioso canalillo en el cual una gota de sudor bajaba, fue suficiente para que la cabeza de Flor volara y su cordura se fuera de paseo. Sin pensarlo dos veces, volvió a arremeter su cuerpo contra el de Jaz, la cual como respuesta lanzó un gemido ahogado
-No me importa… si no te toco creo que muero- le dijo Flor mientras terminaba de zafas los botones de su camisa.
La abrió por completo y la quitó con rapidez. Lanzándola por algún lugar de la habitación. Jaz ya no podía hablar, los besos de la morocha tenía un poder en ella que no tenía descripción. Poco a poco Flor la fue llevando hacia la cama, donde se dejaron caer. Flor sobre Jaz, la cual respiraba con dificultad
-Estás loca- dijo la colorada riéndose agitada
-Lo sé- dijo Flor y comenzó a bajar hacia sus pechos
Hundió su cara en ellos para empezar a lamerlos y besarlos a su antojo, jugando con los puntiagudos pezones que sobresaltaban en el cuerpo de la colorada.
-Mm- gemía Jazmín mientras se mordía el labio con fuerza
Flor volvió a su boca la cual mordió con desesperación. Jazmín sonrió ante las acciones de su chica y sin perder más tiempo se acomodó hacia atrás para poder estar más cómoda.
Con la cabeza en la almohada Jazmín haló a Flor hacia su cuerpo, la cual cayó con mucho gusto contra sus pechos. Sus torsos desnudos chocaban perfectamente y sus respiraciones coincidían
-Te amo- susurró Flor en sus labios
-Yo también te amo- dijo Jaz y cerró la brecha entre ellas
Su mano fue descendiendo hacia la zona de Flor, la cual apretó con fuerza y la hizo gemir. Flor suspiró y le sonrió con picardía sabiendo lo que venía después. Jazmín con la misma sonrisa introdujo su dedo dentro de ella con fuerza haciéndola gritar
-Sh- dijo Jaz tapándole la boca con la mano que tenía libre –No hagas ruido- Flor asintió
Los movimientos de la colorada aumentaron y muy pronto introdujo un segundo dedo. Los ojos de Flor se abrieron ante el acto de su chica y muy pronto bajó su mano hacia el centro de ella. Casi sin esfuerzo colocó dos dedos dentro de ella, haciendo que de su boca saliera un gemido incontrolable
Flor no hizo nada por detenerlo, le encantaba verla así, por lo que metió sus dedos con más fuerza
-Ahh- grito Jazmín mientras aceleraba el movimiento de los suyos
-Ah, sí, Jaz- dijo Flor aferrándose a sus hombros con fuerza y dejando marcas en su fina piel
Entraban y salían constantemente una de la otra, hasta que sus vistas se nublaron y ocurrió la liberación
Sus cuerpos agotados se colocaron uno sobre el otro y Flor comenzó a acariciar el pecho de Jaz, mientras recuperaba la respiración. Jaz entrelazó sus dedos con los suyos y con una bella sonrisa comenzó a observar a su amada.
De pronto la puerta del cuarto sonó con fuerza. Por la intensidad de los toques se podía notar que la persona del otro lado estaba bastante molesta.
-¡Florencia, abre la puerta!- gritó Teresa desde el otro lado
Ambas se levantaron asustadas y se miraron aterradas de lo que podía ocurrir. Habían sido pilladas…

2018
Ya era el día de su viaje y Flor la había acompañado hacia el aeropuerto. Jazmín no se despegaba ni un minuto de su chica, quería aprovechar todo el tiempo que le quedaba para estar a su lado. A Flor le parecía muy tierno la forma en la que se aferraba a su brazo con fuerza.
Finalmente llegaron al aeropuerto y era hora de irse. Jaz antes de entrar a la sala de abordaje se volteó para volver a ver a su flor preferida
-Dios, te voy a extrañar- dijo sujetándola de las mejillas y llevándola hasta sus labios
-Yo también te voy a extrañar… pero va a ser solo unos días- le dijo Flor dándole fuerzas
Jaz miró como el resto de los pasajeros entraban y se dio cuenta de que ya tenía que entrar
-Dale, ve- dijo Flor dándose cuenta también
Jaz le apretó con fuerza la mano, antes de darse media vuelta. Flor la miraba mientras entregaba sus papeles para entrar, pero de repente la colorada salió corriendo hacia ella y saltó sobre su cuerpo.
Las piernas de Jazmín se aferraron con fuerza en la cintura de Flor, la cual la sostuvo con fuerza mientras besaba sus labios. Se mantuvieron así un buen rato, sin importarle el resto del mundo… lo único que querían era dejarse grabadas en los labios de la otra
-Voy a estar bien- le dijo Flor quitando un pelo inoportuno de su cara
-Lo sé… pero aún así no me quiero ir- le dijo Jazmín llorosa
Realmente no quería irse, le chupaba un huevo la exposición y su carrera en estos momentos lo único que quería era quedarse con Flor
-Mi amor, debes ir- le dijo Flor dándole una mirada llena de compresión –No pasa nada, yo te voy a estar esperando-
-Por favor, extráñame- le pidió desesperada. Sentía que Flor la olvidaría, menuda tontería
-Siempre- le contestó Flor con la mirada de enamorada más intensa que pudo haber en el mundo
Tras estas palabras Jaz se lanzó a sus labios dándole un beso lleno de desesperación. No quería irse, no quería alejarse de ella ahora que la había vuelto a encontrar
En contra de su voluntad se fue separando de ella, y su mano se fue alejando de la suya. Sus miradas se mantuvieron conectadas todo el tiempo, hasta que el cuerpo de la colorada se desapareció por aquella gran puerta pero no sin antes decir un ¨te amo¨.

Código Postal... Es tu mirada (Flozmín)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora