2001
Jaz y Flor seguían distanciadas. Ninguna tenía el valor suficiente como para acercarse a la otra. Ya se acercaba la graduación y por supuesto la fiesta de fin de curso. Todos andaban como locos por causa de esto, y buscaban un acompañante desesperadamente.
A Jaz esto no le importaba en lo más mínimo, al final no iba ir. Pero esto cambio cuando vio a Juan acercarse a lo lejos seguido de un grupo de personas.
Juan era uno de los chicos más populares y guapos de la escuela y sin duda a la que él escogiera para acompañarlo en el baile sería la más afortunada de la escuela.
Jaz se detuvo a mirar curiosa. Pero muy pronto su curiosidad se transformó en celos al ver como aquel chico se acercaba a su morocha. Flor sorprendida lo miró de arriba a abajo y este le entregó una rosa roja, la cual tenía oculta tras su espalda.
Al ver esta escena Jaz frunce el ceño y se acerca un poco más para ver mejor.
Flor enseguida notó su presencia y la miró esperando alguna reacción de su parte, pero en cambio la colorada se ocultó tras Javo, el cual estaba en la multitud.
-Florencia Estrella, ¿Quieres hacerme el honor de ser mi cita en la fiesta de fin de curso?- dijo Juan con una sonrisa arrogante y confiada rodeado por sus amigotes.
Flor lo miró sorprendida -¿Yo?-
-Sí, desde que te vi me gustaste. Eres la más hermosa de la escuela. Y sin duda la más guapa y el más guapo están hechos para estar juntos- dijo con un tono petulante, provocando que desde el público Jaz hiciera una mueca
Flor lo miró un tanto asqueada, pues a ella no le gustaba nada este tipo de comentarios. Al ver su cara, Jazmín sonrió, la conocía lo suficientemente como para saber que no le iba a aceptar la propuesta a tal menudo imbécil.
Hubo un silencio, todos miraban expectantes a que la morocha diera su respuesta
-Cacho, haz algo- le dijo Javo muy bajito pero ella lo mandó a callar siguiendo observando la escena
Juan ya empezaba a impacientarse ante el silencio de la morocha.
-Y bien Flor, ¿Aceptas? ¿O es que acaso alguien ya te invitó?- dijo el príncipe azul mirando amenazante a todos los de su alrededor
Flor miró a Jaz directamente a los ojos como suplicándole que detuviera este circo. Realmente necesitaba que ella hablara, pero al ver que no lo hacía dijo si apartar la vista de ella
-Ya que nadie ha tenido el suficiente coraje para invitarme. Si voy con vos al baile-
Juan alzó su brazo en señal de victoria y chocó cinco con sus más cercanos amigotes. Mientras que Jazmín quería morir en ese instante.
No podía creer lo que había hecho Flor. Se culpaba a ella misma por ser tan cobarde y no hacerle frente a la situación. ¿Por qué no tuvo el valor de ir y decir que Flor era suya? ¿Por qué?
Para enojarla aún más, Flor se acercó coqueta a Juan. Al ver esto Jaz no aguantó y se marchó del lugar llena de celos.
Juan se acercó a Flor con la intención de besarla, pero la morocha al darse cuenta de de la ausencia de la colorada gira la cara dándole un beso en la mejilla.
Javo miró el camino por dónde se había ido su amiga y luego miró a Flor con cara de preocupación. Él sabía que ambas estaban jugando con fuego y acabarían por quemarse.2018
El entierro había terminado, todos se habían ido a casa y Jaz se encontraba sola en su habitación. Ya no tenía más lágrimas pero igual se sentía vacía y devastada. Era como revivir el trauma de su madre.
De pronto la puerta se abrió. Jaz no reaccionó pues pensó que sería Mona para comprobar cómo estaba. Sintió como alguien se acostaba a su lado, pero era alguien liviano, sin duda no se trataba de Mona.
Se volteó curiosa para quedar cara a cara con nada más y nada menos que con Florencia. No le sorprendió verla, ella sabía que no la abandonaría en un momento así.
La abraza lo más fuerte que pudo, mientras que Flor acariciaba su cabello.
-Se fue... Flor, se fue...- decía Jaz entre sollozos
-Jaz, tranquila, todo va a salir bien- dijo Flor aferrándola más a ella
Tras llorar un rato en sus brazos Jaz se logró calmar y se acuesta en las piernas de la morocha, mientras esta acariciaba su cara.
-¿Estás mejor?- preguntó apartando uno de sus cabellos
-Estoy- dijo Jaz en un suspiro
Alzó la cabeza para poder mirarla a los ojos -Gracias-
-No seas tonta. Si te dejo sola en este momento nunca me lo perdonaría a mi misma- dijo Flor siendo totalmente sincera
-¿Por qué sos tan buena?- maravillada con su forma de ser
-No soy buena, tengo mis cosas- dijo Flor rodando los ojos
-No, vos sos especial. Después de lo que te he hecho que vos estés aquí… eso te hace especial- dijo Jaz de todo corazón
-¿Especial o tonta?- dijo irónica
Jaz se puso seria, sabía que la herida aún estaba ahí
Flor notó su cara de angustia -Ey, era una broma-
-Flor, nunca podré compensarte por lo que te hice- dijo Jaz llorosa
Flor le tapó la boca con sus dedos -Jaz, ya está. Es cierto que me dolió, me rompió por dentro, de hecho pensé que cuando te volviera a ver te iba a matar o a vengarme de ti. Pero no fue así, cuando te vi ese día desde la camioneta sentí todo lo contrario- confesó Flor
-¿Qué sentiste?- preguntó Jaz ansiosa
Flor la miró con los ojos brillosos -Lo mismo que vos, espero- mirando sus labios
Jaz se iba a lanzar a besarla pero Flor la frenó en seco
-Será mejor que te deje sola- dijo tratando de levantarse de la cama pero la colorada lo evitó
-No, no, no, perdón, perdón. No lo voy a volver a hacer. Entiendo que estás casada y todo- dijo Jaz sujetando su brazo
-Jaz, eso es lo de menos, yo...- dijo Flor tratando de irse angustiada
-Por favor, Flor. No te vayas. Si quieres no hablamos de nada pero no me dejes sola ahora. Sé que es egoísta de por mi parte, pero quédate un ratito más acá conmigo- le suplicó Jaz
Florencia no pudo resistirse a esos ojitos verdes que la llamaban y no muy segura volvió a la cama. Se acostó a su lado y muy pronto Jaz la abrazó.
Ahí entre las leves caricias de Flor, Jaz cayó en un sueño profundo, pero antes de dormirse murmuró -Quisiera estar así toda mi vida-
-Yo también- susurró Flor en su oído pensando que dormía
Pero no podía estar más equivocada, Jazmín aun estaba despierta y al oír esto no pudo contener una pequeña sonrisa. Flor aún la amaba y ella lo sabía.
A la mañana siguiente ambas se despertaron una abrazada de la otra, Jaz fue la primera en despertar y no pudo evitar oler el dulce aroma proveniente de la piel de Flor. La observo por un rato, era tan diferente a aquella niña, pero a la vez tan igual que le fascinaba. No pudo contenerse y comenzó a acariciarle su brazo con los deditos de una forma muy delicada.
Ante el contacto, Flor se despertó y no pudo evitar sonreír al verla
-Hola, linda- le dijo Jaz
-Hola, ¿Cómo amaneciste?- preguntó la morocha aun somnolienta
-No lo sé aún. Pero con vos mucho mejor-
Flor sonrió ante sus palabras y se estiró un poco para tratar de despertarse bien de una vez. Fue en ese momento en el que vio la hora y puso los pies en la Tierra. Había pasado mucho tiempo fuera de casa y seguramente tendría problemas con su marido.
Se levantó hecha una veleta de la cama y se arregló lo más rápido que pudo
-Ah, ¿Qué le digo a Daniel ahora?- se dijo a sí misma mientras se peinaba
-La verdad- dijo Jaz sentándose en la punta de la cama
-¿Si? ¿Le digo que dormí toda la noche con mi ex, abrazada, porque me cuesta verla sufrir- dijo Flor en una ráfaga sin darse cuenta de que se había delatado
Jaz sonrió ante aquella confesión
-¿Tu ex?- sorprendida, nunca le había puesto calificativo a lo que tenían
Flor rodó los ojos -Ah, como sea. Estoy metida en un gran lio-
-Ey, espera, yo te llevo- dijo Jaz levantándose
-¿Qué? ¡¿Estás loca?!- exclamó alarmada
-No, Flopi. Te sirvo como excusa. No creo que tu marido sospeche de una mujer. No es lo más común en cuanto a cuernos se trata- le dijo Jaz mientras se arreglaba para llevarla
Flor entendió lo que quiso decir la colorada y aceptó su propuesta
Una vez vestidas y arregladas salieron camino a la casa de Flor. Al llegar Jaz se detuvo un espacio antes
-¿Esa es tu casa?- dijo observándola
-Sí, ¿te gusta?-
-Es linda. Pensé que vivías en la de tus padres- dijo Jaz
-No, mamá y papá tras divorciarse vendieron la casa y se mudaron, ella al campo y el está en la capital. Es más tranquilo dicen.-
-¿Y tus hermanas?- curiosa
-Bueno, Vir esta trabaja en Washington. Y Miru en Buenos aires-
-Muy bien por ellas. Hay que progresar-
-Si, como vos- dijo en forma indirecta
Jaz bajó la cabeza no sabía que responder
-¿Y ahora que vas a hacer?- preguntó Flor de repente
-¿De qué?- confundida
-Bueno, supongo que ahora que no está Ernesto vos volverás a tu antigua vida. O más bien a tu nueva vida porque esta es la vieja- dijo Flor con un tono irónico
Jaz suspiro pensativa
-Supongo que te estarán esperando tus millones de fans, las revistas y esa... cómo se llama, bueno, tu novia tan rubia y perfecta- dijo la morocha haciendo evidenciar sus celos
Jaz la miró sonriente, notaba los claros celos en su comentario -¿Esos son celos?- preguntó
-Por dios, celos sería lo último que sentiría por vos- dijo nerviosa
Jaz la miró pícara para luego volver a mirar hacia el frente
-Me quedaría si tuviera un motivo- dijo Jaz mirando a Flor a los ojos -Es una pena que no los...-
Jaz ni siquiera supo en qué momento exacto fue pero cuando se vino a dar cuenta Flor se había lanzado sobre ella y la besaba llena de pasión. Quería expresar todo lo que tenía por dentro oculto en ese beso. En un principio la tomó por sorpresa, pero al darse cuenta de lo que realmente pasaba no dudó en corresponder a aquel beso.
Tras un largo rato, se separaron un tanto agitadas tratando de recuperar el aliento. Flor miró a Jaz, la cual aun estaba en estado de shock ante aquel embiste.
-Espero que eso sea un buen motivo- dijo la morocha y abrió la puerta del auto con una sonrisa pícara
Jaz no sabía cómo reaccionar. Estaba en shock. ¿Qué había querido decir? ¿Acaso le estaba dando una esperanza? No todo estaba perdido, Flor seguía siendo suya a pesar de los años y de los hechos que habían transcurrido.
Sonrió al darse cuenta de esto y embobada se tocó los labios tratando de sentir nuevamente aquella cálida sensación que solo Flor le provocaba. Miró hacia aquella casa y decidida arrancó su auto. Sin duda no se iría de la ciudad, ahora tenía más que motivos para luchar por ella, para recuperar su vida.
ESTÁS LEYENDO
Código Postal... Es tu mirada (Flozmín)
FanfictionMuchas veces la vida no es como la queremos, y las cosas nos salen un poco torcidas. No nacemos donde queríamos nacer o no somos lo que queremos ser. El miedo nos gana y huimos sin dar la cara perdiendo la oportunidad de ser felices. Abandonamos tod...