Capítulo 39 "No todo es lo que parece"

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2018
Hacía ya como quince minutos que Elena se había ido con el médico. Flor estaba ansiosa sentada en aquella silla en medio de aquel frío hospital. Buscaba a Elena con la vista, cuando de repente la vio salir con muy mala cara de una de las puertas
Enseguida corrió hacia ella
-¿Qué pasó? ¿Qué te dijeron? ¿Y Jaz?-
-Calma, Flor. Jazmín va a estar bien o al menos eso piensan los doctores- dijo Elena
-Ah, gracias a Dios- llevándose las manos a la cabeza
-Lo único es que aún está inconsciente. El golpe fue muy fuerte y tienen que observarla por un rato hasta que se despierte-
-¿Y qué pasa ahora? ¿Podemos verla?- desesperada
-Sí, nos van a avisar dentro de unos minutos- le indicó Elena muy pausada
Pasaron unos minutos y el médico salió de la habitación preguntando por los familiares de Jazmín del Río. Ambas se levantaron de golpe pero solo una podía entrar. Flor miró confundida a Elena, la cual dio un paso atrás
-Vos sos la que debes entrar- le dijo dándole paso a la morocha
-¿Segura?-
-Vos sos la que ella necesita, no yo. Estaré aquí afuera por si pasa algo- le dijo la rubia volviendo a su asiento
Flor la miró confundida, pero pronto se volvió a concentrar en Jazmín
Fue llevada hacia una habitación, donde al abrir la puerta se encontró con su pequeño ángel guardián. Jaz estaba inconsciente y su rostro parecía tan adorable que tal parecía que solo dormía. Flor se acercó lentamente mientras las lágrimas salían solas.
-Hola, mi amor- dijo acariciando su pelo naranja
Jaz no hacía ningún gesto, solo estaba ahí pálida y con los ojos cerrados
-Dios, ¿Por qué te metiste en el medio? Debiste dejar que me arrollaran- dijo Flor molesta consigo misma
Se quedó un rato mirándola y repasando sus fracciones, llorando de solo pensar en la posibilidad de perderla. Puede que estuviera enojada con ella antes de que ocurriera esto, pero verla así cambiaba todo. A Flor ya no le importaba si la había engañado o no, solo quería ver sus ojos verdes brillar una vez más frente a ella.
De repente la voz del médico la hizo salir de su estado de hipnosis
-She es ok. She….- dijo un montón de cosas en inglés las cuáles ella no entendía por lo cual llamó a Elena
El médico le dio todas las indicaciones a la rubia, la cual se las transmitió a Florencia.
-Va a estar bien- le dijo Elena para calmarla
-Lo sé. Tiene que ponerse bien- dijo segura sin dejar de acariciar su rostro
Elena se le quedó mirando unos segundos y sonrió al ver los ojos de enamorada que tenía al ver a la colorada.
-¿Qué pasa?- dijo Flor dándose cuenta
-Nada que me parece increíble- dijo Elena de una
Flor la miró confundida -¿El qué?-
-Como Jaz siempre pudo captar tu mirada-
-¿Qué?-
Elena se acercó más a ella –Cuando la conocí a Jazmín, la primera cosa que me enseñó de su trabajo fue una pintura tuya… de tu rostro y tenías esa misma mirada-
-¿Mía? ¿Te enseñó un retrato mío?- sorprendida
-Sí, y no solo uno… miles. Jaz hizo un montón de exposiciones con tu rostro. De hecho casi todas sus pinturas tienen tu mirada en algún lugar-
-¿Cómo?- sin entender lo qué decía
Elena sacó su móvil y le mostró unas fotos a Flor. Eran de las pinturas de Jaz, las cuales eran casi todas inspiradas en ellas
-¿Lo ves? Cuando no es tu rostro directamente, trata de poner tu mirada en algún sitio. Mira esta, cuando no estás en la multitud de la ciudad, o en un dibujo, o en las nubes, o en el viento. Siempre trataba de implantar tu mirada… esa era su marca… es su marca- dijo Elena
Flor estaba sorprendida. Aquella rubia tenía razón, Jaz no había dejado de pintarla en estos años y por alguna razón le parecía fascinante
-¿Y… eso a vos…?-
-¿Si me molestaba? Sí, en un principio. Luego me acostumbré a saber que nunca sería el amor de su vida, pero al menos ella estaba a mi lado-
Flor bajó la cabeza –Y volvió a estar a tu lado ahora que volvió ¿No?- dolida
Elena la miró y rió sarcástica –Dios, Flor, no puedes estar más equivocada-
La morocha la miró confundida
-Jazmín no te traicionaría por nada del mundo. De hecho, lo primero que me dijo al volver era que se casaría contigo… y yo lo entendí. Supe desde el momento en que se fue que ese sería nuestro fin- dijo Elena melancólica
-¿Entonces? ¿Por qué estaban las dos… juntas… en la ducha?-
-No, no, Flor, lo entendiste todo mal. Yo y Jaz no hemos estado juntas desde el día en que se fue a cuidar de su padre-
Flor la miró confundida y Elena se sentó para explicarle

2018 Horas antes...
Jazmín llevaba viviendo en un hotel desde su llegada a Nueva York, debido a que en su casa estaba Elena. Ese día se habían reunido en el departamento para concluir con los preparativos de la exposición y ambas se encontraban sentadas en el sofá
-Bueno, ¿Te gusta?- le dijo Elena a Jaz mostrándole los planos
-Sí, todo está perfecto, Elen- indicó la pelirroja
-¿Y la boda?- dijo de repente la rubia
Jazmín la miró sorprendida
-¿Qué pasa con ella?-
-Nada, que quería saber ¿Cómo va todo?-
-Bien, genial, Flor se está ocupando de todo-
-¿La amas mucho? ¿No?-
-Sí, mucho- dijo Jazmín de todo corazón y Elena le sonrió
De repente la mirada de la colorada se posó en el lienzo que estaba junto al gran ventanal
-No, ¿Lo guardaste?- dijo sorprendida
-Ah, ¿Eso? Sí, no sabía qué hacer con él y pensé que quizás lo quisieras de vuelta-
Jazmín  se acercó fascinada, en el ese atril había pintado sus pinturas más famosas y sin duda significaba mucho para ella.
-Dios, lo echaba de menos-
-Lo supuse-
Jazmín comenzó a pasar sus dedos por la madera, entonces divisó sus pinturas en el mismo lugar donde siempre habían estado. En sus ojos se veían sus deseos, pero no sabía si hacerlo debido a que esa era ahora la casa de Elena
-Jaz, hazlo- le dijo Elena dándose cuenta
Jazmín sonrió -¿Segura?-
-Sí, esta también es tu casa y ese es tu atril. No sé, hazlo como una especie de despedida- dijo Elena encogiéndose de hombros
-Gracias- dijo Jaz y corrió como si fuera una nena de dos años a tomar sus cosas y sus lienzos. Colocó un lienzo sobre el atril y comenzó a pintar dejándose llevar por la inspiración
Elena la observó por un rato hasta que su móvil sonó. Se alejó un poco para contestar y volvió a los segundos
-Jaz –
-¿SÍ?-
-Era de la galería, quieren vernos dentro de dos horas ¿Está bien para vos?-
-¿Eh? Sí… pero mira como me he puesto- dijo Jazmín enseñándole toda su ropa y sus manos cubiertas de pintura
Elena sonrió muerta de ternura y movió su cabeza
-Nunca cambias- dijo y Jaz frunció el ceño
-Soy genial así. No tengo porque cambiar- aseguró la colorada
-Tienes razón- concordó –Puedes bañarte acá y ponerte mi ropa ¿Si te parece bien?-
-¿Y a vos? ¿No te jode?-
-Para nada. Eso sí. La primera en el baño soy yo- dijo Elena dirigiéndose a al cuarto de baño

2018 Ahora…
-Eso fue lo que pasó, Flor. Solo eso- aseguró la rubia
La morocha se llevó las manos a la cabeza y miró el cuerpo de Jaz mordiéndose el labio llena de rabia
-Dios, ¿Cómo pude ser tan imbécil? ¿Por qué no te creí?- le dijo a Jazmín
-Fue normal tu reacción, Flor. Yo también hubiera actuado así. Pero ya está- dijo Elena –Jazmín te ama a vos, y yo me salgo del camino-
-¿Vos la quieres aún?- preguntó Flor curiosa
Elena sonrió y miró a la colorada –Mucho, pero creo que ese cariño se ha transformado en una especia de amistad ¿Sabes? Ella me ayudó cuando más lo necesitaba y yo quiero hacerlo con ella ahora. Por eso te conté lo que sucedió, pues sé que de su boca a lo mejor no lo habrías creído-
-Sí lo hubiera hecho- dijo Flor acariciando el rostro de su amada
-Bueno, yo las dejo solas por un rato ¿Ok?- le dijo Elena saliendo de la habitación y Flor salió

Código Postal... Es tu mirada (Flozmín)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora