Capítulo 12 "Miedos"

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2001
Jaz no sabía qué hacer con su vida. Llevaba una semana inventando excusas para no ir al colegio. No quería enfrentar la realidad, no quería enfrentar a Flor. El hecho de que ella pudiera rechazarla o burlarse de sus sentimientos daba vueltas en su cabeza. No aguantaba más. Quería que se abriera un hoyo en la tierra y la absorbiera para siempre.
Finalmente tuvo que parar de mentir y dar la cara. Ese día fue a la escuela con la cabeza baja, no quería ver a nadie. Tenía la sensación de que todos la miraban acusándola de algo. Finalmente llegó a su casillero y sacó sus libros corriendo. Iba a darse media vuelta para ir al salón de clases cuando vio a lo lejos acercarse a Flor
La morocha al verla apresuró el paso, quería alcanzarla, pero Jazmín temerosa de esta conversación decidió ignorarla y se fue, ignorando sus llamados.
Se metió en el salón de clases y por primera vez no quería que se acabara el turno, no tenía el valor. Quería quedarse ahí encerrada para siempre.
Faltaban casi cinco minutos para que tocara el cambio de turno, y la piel de Jaz se erizó al ver la silueta de la morocha en la puerta. Tembló como una niña, no quería dar la cara. Sabía que tarde o temprano ocurriría esa conversación,  pero no quería que fuera ahora.
Comenzó a pensar en varias opciones para no ir hacia ella, entonces fue cuando se le ocurrió una estúpida idea.
Cogió un pedazo de papel y lo arrugó, tras hacer esto se llenó de valentía y se lo lanzó en la cabeza al viejo profesor de Filosofía. El profesor que no tenía muy buenas pulgas la miró desafiante y de un grito le implantó su castigo.
Al ver que debía quedarse hasta las seis en la escuela encerrada en la biblioteca, Jaz dio un grito silencioso de victoria, había conseguido lo que deseaba.
Flor que había visto todo se dio cuenta de sus intenciones y soltó un bufo yéndose del lugar
Jaz se puso triste, pero sabía que era lo mejor, no estaba lista para hablar con la morocha de algo tan serio.

Llegó la tarde y el fin de las clases, en todo el día no había visto a la morocha y eso a pesar de ponerla triste, la dejaba un poco más aliviada.
Llegó a la biblioteca donde la estaba esperando la secretaria, quien era la encargada de vigilar a los castigados. Tomó su mochila y se sentó en el último asiento a hacer las tareas. Hacía sus deberes de matemáticas, lo cuales no le daban como siempre.
-Es 4- se oyó una voz
Jaz levantó la mirada asustada, era ella. Era Flor. Estaba parada delante de ella mirándola fijamente con  una sonrisa
-¿Qué haces aquí?- sorprendida
-Me castigaron como a ti. Al parecer vamos a tener que pasar la tarde juntas. Que mal, ¿no?- dijo burlona
Jaz bajó la cabeza avergonzada, no quería mirarla a los ojos.
Flor sacó sus libros y se puso a leer, pero a cada rato la colorada notaba su mirada clavada en ella.
Jaz tragó en seco, quería que el tiempo pasara rápido hasta que decidió romper el silencio.
-¿Qué hora es?-
Flor rió al oír su pregunta. Notaba lo nerviosa que estaba y eso le causaba gracia
-Las 5:30- contestó con una sonrisa de medio lado
Jaz volvió a mirar a su libro nerviosa
Flor se mordió el labio y dijo finalmente -¿Vas a hablar o no?-
Jazmín la miró nerviosa
-¿De qué?-
-Jaz, sabes muy bien de lo que quiero hablar- era más que evidente
-Flor, yo lo siento, de verdad no quería hacerlo. Fue una locura. Una estupidez. Solo curiosidad- dijo Jaz nerviosa
-¿Curiosidad?- preguntó Flor confundida
-Sí, ni siquiera me gustó- dijo Jaz mintiendo claramente
Flor abrió la boca para decir algo pero no lo dijo, la miró tajante y con  mucho rencor. Jaz se dio cuenta de que estaba  molesta, algo de sus palabras no le había gustado, pero no era capaz de arreglarlo, no sabía qué decir.
-¿Así que solo fue una curiosidad?- dijo Flor con un tono de voz que Jaz no conocía. Casi parecía ahogada
-Sí, solo curiosidad. Nada más. ¿O que pensabas?- dijo Jaz a pesar de que sabía que con esa actitud lo estaba arruinando
Flor se levantó de su silla molesta  -Pues la próxima vez que tengas una curiosidad te buscas otro conejillo de indias- dijo
La morocha arremetió la silla contra la mesa haciendo un gran estruendo. Enojada recogió sus cosas y se fue de allí. Jaz no sabía que había pasado. ¿Si no le había gustado el beso porque se había puesto así? ¿Acaso Flor sentía lo mismo que ella?
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2018
Jazmín llegó a casa llena de furia. No podía creer que Flor la hubiera tratado así. En cierta forma se lo merecía, ella no se comportó con ella nada bien el pasado y no solo se merecía su rechazo, se merecía más. De hecho era un milagro que Flor le hablara después de todo.
Pero aún asa su rechazo le dolía, le dolía en el alma. Una parte de ella esperaba que todo volviera a ser como antes. Una parte de ella anhelaba que Flor volviera  a ser de su pertenencia.
Un segundo tras entrar el timbre sonó. Jaz miró extrañada ¿Sería flor? Corrió a abrir con esa esperanza, pero al hacerlo se topo con Javo.
Javier había visto todo, había visto a su amiga salir destrozada de aquella tienda y se había imaginado que algo malo había pasado entre ellas.
Jaz solo con verlo se lanzó a abrazarlo mientras lloraba sin control. Al oírla, Mona se quiso acercar pero Javo le dijo que no con señas
Comportándose como su hermano mayor, Javo la llevó hacia la habitación donde le dio agua y le dio tiempo a explicarse.
-Ella ya no me ama, Javo, no me ama. La perdí- dijo entre lágrimas
-Pero hoy cuando entre... ¿ustedes estaban?- confundido, tratando de entender lo ocurrido
-Me rechazó. Me dijo que había sido un error. Prácticamente me dijo que me tenía asco...  Igual, yo soy una tonta. Ya ella tiene lo que siempre habia querido. Su casa, su marido perfecto, su vida perfecta-
-Ey, Juanca, ¿qué dices?- dijo deteniendo su lluvia de reproches
-La verdad Javo, la verdad. Siempre pensé que había sido un error irme como lo hice hace años. Pero ahora lo veo todo más claro. Todos salieron ganando con mi partida, incluso ella-
-¿Ya terminaste?- dijo Javo  muy serio
-Juanca, vos no sabes lo que esa mina te lloró mientras tú no estabas. Flor casi muere cuando te fuiste-
Jaz solo lo miró, confundida
-¿Qué? ¿Se supone que eso me debe animar?- dijo irónica secándose un poco la cara
-No, eso es para que entiendas. Florencia parecía un alma en pena. De hecho se trató de quitar la vida un par de veces- los ojos de Jaz se abrieron preocupados al oír esto
-¡¿Qué?!- alarmada
-Exacto. Flor no quería vivir sin ti. Quiso ir a buscarte pero ya sabes cómo era su madre- le explicó
-Javo, ¿A dónde quieres llegar con esto?- dijo tratando de entender su método
-A que te des cuenta de que esa chica muere por vos. No es que no te ame, te ama. El problema es que ha sufrid tanto que no quiere volver a hacerlo. Cacho, ella teme que vos te vuelvas a ir cuando todo esto acabe. Como seguro harás, ¿o no?-
Jaz lo miró y sin pensarlo dos veces asintió
-¿Ves? Vos ya tenés tu vida hecha. Y ella también. ¿Por qué revolver el pasado?-
-Javo, yo la sigo amando- dijo Jaz en un suspiro
-Lo sé. ¿Pere merece la pena tanto sufrimiento nuevamente?-
Jaz se abrazó a su amigo llorando nuevamente. Tenía miedo, tenía miedo de enfrentarse a los problemas. Tenía miedo a perderla, pero más le temía a hacerle daño una vez más.

Código Postal... Es tu mirada (Flozmín)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora