Capitulo 21

151 4 2
                                    

Él la miró con regocijo.

- Porque me apetecía mucho.

- Muy bonito — le dijo Cupido lentamente a Niall, sin ni siquiera mirar a Victoria —. No me ves desde hace… ¿cuánto?, ¿dos mil años? Y en lugar de darme un abrazo fraternal y amistoso, acabo aporreado. — Cupido sonrió jocoso a Psique —. Y mami se pregunta por qué no me relaciono más con mis hermanos…

- No estoy de humor para aguantar tus sarcasmos, Cupido — le advirtió Niall entre dientes.

Cupido resopló.

- ¿Es que no vas a dejar de llamarme por ese nauseabundo nombre? Jamás he podido soportarlo, y no puedo creer que te guste, dado lo mucho que odiabas a los romanos.

Niall le dedicó una fría sonrisa.

- Lo utilizo porque sé lo mucho que lo odias, Cupido.

Cupido apretó los dientes y Alex notó que se contuvo a duras penas para no abalanzarse sobre Niall.

- Dime, ¿me llamaste tan sólo para zurrarme? ¿O hay algún otro motivo, más productivo, que explique mi presencia?

- Para serte sincero, no pensaba que te molestaras en venir, puesto que me has ignorado las últimas tres mil veces que te llamé.

- Porque sabía que ibas a pegarme — dijo Cupido señalándose la mejilla hinchada —; y lo has hecho.

- Y entonces, ¿por qué has acudido esta vez? — inquirió Niall.

- Para serte sincero — contestó, repitiendo las palabras deNiall —, asumía que estabas muerto y que me llamaba un simple mortal cuya voz era muy similar a la tuya.

Victoria observó cómo las emociones abandonaban a Niall. Como si las hirientes palabras de Cupido hubiesen matado algo en su interior. A él también parecieron afectarlo, ya que se veía más calmado.

- Mira — le dijo a Niall —, sé que me culpas de lo que pasó, pero no tuve nada que ver con lo que le sucedió a Penélope. No tenía forma de saber lo que Príapo iba a hacer al descubrirlo todo.

Niall hizo un gesto de dolor, como si Cupido lo hubiese abofeteado. Una agonía arrolladora se reflejó en sus ojos y en su rostro. Victoria no tenía ni idea de quién era la tal Penélope, pero parecía bastante obvio que había significado mucho para Niall.

- ¿Ah, no? — le preguntó Niall con la voz ronca.

- Te lo juro, hermanito — contestó Cupido en voz baja. Lanzó una rápida mirada a Psique y de nuevo se centró en Niall — Nunca tuve la intención de hacerle daño, y jamás quise traicionarte.

- Ya — dijo él con una sonrisa burlona —. ¿Y esperas que me lo crea? Te conozco demasiado bien, Cupido. Te encanta causar estragos en las vidas de los mortales.

- Pero no lo hizo contigo,Niall— le dijo Psique con voz lastimera —. Si no le crees a él, confía en mí. Nadie quiso que Penélope muriera de esa manera. Tu madre aún llora sus muertes.

La furiosa mirada deNiall se endureció aún más.

- ¿Cómo soportas hablar de ella? Afrodita estaba tan celosa de ti que intentó casarte con un hombre horrible, y después casi te mató para evitar que te casaras con Cupido. Para ser la diosa del Amor, no tiene mucho para los demás, todo lo malgasta en ella misma.

Psique apartó la mirada.

- No hables así de ella — le espetó Cupido —. Es nuestra madre y se merece nuestro respeto.

La siniestra ira que reflejó el rostro de Niall habría aterrorizado al mismísimo diablo, y Cupido se encogió al verla.

- No te atrevas jamás a defenderla delante de mí.

Leyenda de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora