capitulo 63

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- ¡No! — gritó — No permitiré que te hagas esto, Niall. ¿Me oyes?

Abrazó con fuerza el libro y se dirigió a toda prisa a la parte trasera de la casa. Abrió las cristaleras que daban al jardín y corrió hacia un claro iluminado por la luna llena.

- Regresa a mí, ¡Niall de Macedonia, Niall de Macedonia, Niall de Macedonia! — lo repitió una y otra vez, rogando por que apareciera.

No ocurrió nada. Nada de nada

— ¡No!, ¡por favor, no! — Con el corazón destrozado, volvió a la salita — ¿Por qué?, ¿por qué? — sollozaba, arrodillada en el suelo sin dejar de mecerse hacia delante y hacia atrás. — ¡Niall! — susurró con la voz rota mientras los recuerdos la asaltaban. Niall riéndose con ella, abrazándola. Niall sentado tranquilamente, pensando. Su corazón latiendo desenfrenado al mismo ritmo que el suyo. Lo quería de vuelta. Lo necesitaba de vuelta.

- No quiero vivir sin ti — balbució dirigiéndose al libro — ¿Lo entiendes, Niall?. No puedo vivir sin ti.

De repente, una luz cegadora iluminó la estancia.

Con la boca abierta, Victoria alzó la mirada esperando encontrarse con Niall. Pero no era él. Se trataba de Afrodita.

- Dame el libro — le ordenó con el brazo extendido.

Victoria lo abrazó con más fuerza.

- ¿Por qué le haces esto? — inquirió Victoria  — ¿Es que no ha sufrido ya bastante?. Yo no lo habría alejado de ti. Preferiría que estuviese contigo antes de que regresara al libro — Se limpió las lágrimas — Está solo ahí dentro. Solo en la oscuridad — susurró — Por favor, no dejes que permanezca ahí. Envíame al libro con él, por favor. ¡Por favor!

Afrodita bajó la mano.

- ¿Harías eso por él?

- Haría cualquier cosa por él.

La diosa la observó con los ojos entrecerrados.

- Dame el libro.

Cegada por las lágrimas, Victoria se lo dio mientras rezaba para que Afrodita la ayudara a reunirse con él.

Ella suspiró con fuerza y abrió el libro.

- Me van a joder bien por esto.

Súbitamente, otro destello cegador iluminó la sala y Victoria tuvo que cerrar los ojos.

La cabeza comenzó a darle vueltas y todo pareció girar a su alrededor, haciendo que su estómago protestara.

¿Por esto pasaba Niall cada vez que alguien lo invocaba?.

No lo sabía con certeza, pero ya era bastante terrorífico y por sí solo suponía una tortura. Y, entonces, la luz desapareció. 

Victoria cayó a un profundo foso donde la oscuridad era un ente con vida que la ahogaba, impidiéndole respirar y haciendo que le escocieran los ojos. Intentó incorporarse para frenar la caída y sintió bajo ella una superficie mullida que le resultaba familiar.

La luz volvió y se encontró en su cama, con Niall sobre ella. Él miró alrededor, perplejo.

- ¿Cómo…?

- Será mejor que esta vez no la fastidiéis — les dijo Afrodita desde la puerta — No quiero ni pensar en lo que me harán los de arriba si intento esto de nuevo.

Y se esfumó.

Niall dejó de mirar el hueco de la puerta y clavó los ojos en Victoria .

- Victoria , yo…

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