Acto 4 - Capítulo 9

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Chris
Miranda y Helena nos han hecho caminar de la costa hacia la Ciudad Antigua, cerca de esa plataforma de Imulsión encima de una montaña, casi como ese barco en el Regency. Ellas cuentan que mucha gente murió ese día, más que nada porque no tenían idea de cómo nadar. También por los restos que arrastró la ola de más de cincuenta metros, además de los depredadores en el agua. Ellas lograron sobrevivir al llegar a un barco gracias al oleaje, pero eso no quita el terrible hecho de haber asesinado a más que las larvas.
Ambas lucen mucho más fuertes que en el pasado, mucho más que cuando perdieron a Tommy y Harry debido a nuestra incompetencia. Nunca me perdonaré por no traer a ambos con vida, mucho menos haber dejado el cuerpo de Harry allá.
Mi ánimo entusiasmado es relevado por la inconformidad y frustración que siento cada vez que los recuerdo. También a Christopher... Le he fallado a las tres al no llevar con vida a los hombres que amaban. Entonces Diana aparece.
Me toma de la mano y parece sentirse más segura, al igual que yo me siento así con ella. La tomo con fuerza y ella se alegra, pero como es costumbre, desvía la mirada para que no vea lo sonrojada que está.
Seguimos caminando y esta oscuro, no hay muchas luces, es muy obvio cuando esté lugar parece tan remoto hoy en día. No creo que la COG piense en otros lugares que no sean Ephyra o Jacinto. Abandonó al resto hace tanto.
Escucho que alguien nos sigue, unas rocas caen de un techo, aunque no les advierto. Trato de no alarmarme para que nadie lo haga, camino más rápido para ver si nos sigue. Entonces, nuevamente escucho caer escombros de un techo.
Parce ser que si nos sigue así me toco el oído en señal para que Sid ponga más atención. Seguimos y parece ser que tendremos que tomar medidas.
-Sid -digo en susurro.
- ¿Qué? -pregunta de igual manera.
-Ve allá atrás, para que nadie esté en peligro.
-Claro.
Se va atrás tratando de no alarmar a las chicas. Oigo a alguien más que nos sigue y parece ser que tendremos que atacar. Sigo caminando esperando que se alejen.
Veo a Diana y me sonríe, y se ve preciosa.
Tengo que ser mejor y más fuerte para que ella este bien.
Diviso a los lados entre los reflejos de los autos, pero no distingo a nadie.
Helena y Miranda se detienen y nos ven.
-Hasta aquí llegamos -pronuncia Miranda-. Más allá están ellos y no queremos problemas. ¿Sí entiendes, Chris?
-Por supuesto. Gracias por traernos hasta acá.
-Cuídate el trasero, tendrás una bala justo en él a partir de ahora -advierte Helena-. Regresa cuanto antes, los recibiremos con gusto.
-Claro. Ah, y sí de casualidad James llega antes que nosotros, dile qué hacemos y que iremos pronto.
-Eso haremos -viene y me abraza junto a Helena y luego lo hacen con mi familia.
Así parten de nuevo a su campamento, al que volveremos luego de que encuentre a Andy. Aunque sé que nos siguen y Sid igual. Nos movemos hacia allá y de nuevo escucho algo, ya siento que me apuntan como lo advirtió Helena
Me detengo y pronto nos rodean hombres y dos mujeres, ninguna es Andy. Una es pelirroja con una cicatriz en la ceja izquierda y de piel pálida y la otra es una mujer de piel oscura y cabello corto. Nos ordenan bajar las armas y lo hacemos, ellos hablan en Indie y puedo entenderlo aunque no lo sepan.
-Basura Gear. ¿Cómo se les ocurre venir aquí? Saben bien que no son bienvenidos -dice la mujer de piel oscura.
-Probablemente sea un novato o alguien que desea morir -se burla la pelirroja.
Pronto aparece un hombre adulto con cabello blanco y barba de candado. Tiene quemada la parte izquierda y lleva una vieja armadura Indie. Nos mira de pies a cabeza y parece que no me reconoce, esto del cabello largo tiene ventajas.
-¿Qué hacen aquí, Gears? Saben bien que no tienen nada que hacer aquí, vayanse antes de que les disparé.
-Oye, no vengo a meterme en problemas ni nada parecido. Busco a alguien en tus filas. Ella...
-Lo que busques, no lo hagas aquí, Gear. Los tuyos me provocan el asco -eso último lo dice en Indie.
Los demás hablan en Indie y le piden que nos ejecute para advertir a los demás que no se metan con ellos. Son mucho peores que los sobrevivientes. Una vez más escucho a la pelirroja burlarse de mí junto a la otra y está vez la detengo.
-Al menos mi cara no es tan fea -digo torpemente. Estoy muy oxidado en ese idioma y nunca pude llevar una conversación de forma fluida a diferencia de James. Todos se callan y me miran como si lo que hice fuese alguna clase de falta de respeto.
-Oye, oye. ¿Quieres repetir eso? No te escuché bien -viene la pelirroja y me toma de la armadura.
-A parte de fea, sorda.
-¿Qué dijiste, maldito?
-Toko -exclama el hombre de cabello blanco-, déjalo. Quiero hablar con el infeliz -ella luce enojada y parece desear matarme, pero acata la orden y me deja.
Él se acerca y me mira directo a los ojos. Es pocos centímetros más grande, y tiene la nariz torcida, su piel de cerca luce no muy mal a pesar de la quemadura.
-¿Quién te enseñó nuestro idioma?
-Una vieja amiga gorasni -Gill me enseñó junto a James. Él aprendió mucho más debido a que se la pasaban juntos y hablaban a solas en Indie la mayoría de veces.
-¿Dices que un gorasni le enseñó a un Tyrano nuestro idioma? No me jodas, niño. Los gorasni preferirían morir antes que hacer eso.
-No importa si me crees, yo no vengo a demostrar ni probar nada. Solo deseo ver a Koehler.
-¿Koehler? -luce sorprendido, sin embargo esa expresión se borra y vuelve a la mirada sería y dura-. Ella no ve a nadie, se olvidó de todo y ahora vive para si misma.
-No conoces a Koehler como yo. Ella vendrá a verme.
-No le haré perder el tiempo y tampoco a nosotros. Ahora lárgate, Gear, o sí no... -toma su navaja y la apunta a mi mandíbula, Diana se asusta y Katie igual, pero todo es detenido por la llegada de Andy a lo lejos junto a un hombre.
Ella luce igual de bella que antes con su cabello claro y piel clara. Sus ojos castaños claro que son protegidos por unas viejas gafas de armazón negro. No parece que le hayan pasado los años como a mí.
-¿Qué sucede, señor? Hay demasiado alboroto y a Paduk eso no... -me mira detenidamente con esos ojos almendrados y se queda así muy buen rato.
- ¿Eres tú? -digo muy incrédulo.
- ¿Chris? -ahora se ve sorprendida.
-Ey.
-Si eres quién creo, dime, ¿qué paso aquel día en Mercy?
-Ah, por eso las muñequeras.
Ella sonríe, pero se reprime y le dice al tipo que es asunto de ella ahora. Estos renegados lucen insatisfechos, pero deciden irse diciendo que hay mejores cosas que hacer. Cuando todos se pierden de vista, ella me golpea en el pecho repetidamente con enojo en su cara, rabia, tristeza, lágrimas...
Se detiene y se recuesta en mi pecho ya llorando. La tomo y dejo que se desahogue, la sorpresa que tiene es genuina como la de ellas dos. Nunca creyeron vernos más.
-Deberias estar muerto -dice sollozando.
-Es lo que me dicen desde que llegué.
-¿Cómo? ¡¿Cómo sigues vivo?! ¡¿Qué les pasó esa tarde?! ¡Dime! -aún tiene lágrimas en los ojos, pero vaya que está enojada.
La aparto un poco y le explico a detalle por lo que he pasado junto a James y nuestra familia. Las muertes que he tenido que cargar, la impotencia de no poder hacer nada y lo mucho que lamento haberlos dejado atrás por mi propio beneficio.
-Eres un idiota, podías hablar conmigo. Ambos. No tenían que cargar con todo eso.
-Siento que si no lo hacía, nadie más podría. James y yo lo aceptamos, pero fue bastante en tan reducido tiempo. Al final nos quebramos como el cristal y no pudimos resistir más... Lo siento, Andy.
-Tonto -me mira ya con los ojos secos, pero con la mirada rojiza e hinchada. Me abraza y se acerca mucho a mi oído-. Lamento no poder ser de ayuda cuando más lo necesitas.
Se retira tan pronto y dice eso y se recompone. Me comienza a ver de pies a cabeza y se dibuja furia en su cara.
- ¿Sigues con la COG? -pregunta enojada.
-Eso olvídalo. Dime qué paso ese día en Halvo, pensé que te había pasado lo peor.
Camina hacia una cornisa para sentarse, toma aire y empieza.
-Bien. Después de que Loomis diera su orden de que todos estuviéramos en el museo, esa cosa empezó a matar a todos, Karn, gracias a ese misil de masa ligera que mandaron...
Vaya, ella siguió la ordenes de Loomis a pesar de que eran lo más estúpido que haya escuchado de un coronel.
-Logré salir de ahí. Vi que ya no quedaba nada, así que decidí ir a Jacinto. Después de que se empezara la hondonada, decidí que cuando acabara regresaría a Halvo y me quedaría aquí.
Suena tan raro, me alegro de verla con vida, ella es de los únicos recuerdos lindos que me queda de Halvo.
-Vaya, que duro -dice Diana.
-Ah, hola, Diana -su mirada cambia.
Es tan raro pensar toda mi vida desde ese día, pero verla me hace remontar hasta ese intervalo de tiempo. No sé ni siquiera que estaba haciendo en esos momentos cuando salió la alarma y la deje de ver.
-Hey, Andrea, ¿qué tal hoy? ¿No ha pasado nada con los gorasni restantes?
-No, nada, aunque se resisten. Pronto cederán.
-Atención, se visualiza a unos soldados Indies, prepárense para detenerlos.
-Bien, sargento Koehler, nos vemos luego.
-Cómo eres tonto, "teniente". Ja, ja, ja.
-Nos vemos, Andrea.
Miro a todos y me ven raro, parece ser que me perdí en mis pensamientos.
-Parece que esto nunca acabará.
-Eso creo, Chris -dice Andrea suspirando.
-Pero bueno. ¿Dónde vives?
-Mas adelante, ahí tenemos un campamento y sobrevivimos.
-Ah, bien. ¿Y crees que pueda verlo? Sofía conocía a Paduk y yo...
-Entiendo. Vamos.
Andrea comienza caminar en dirección a la planta de Imulsión, parece que ahí es su base.
-Chris, ¿enserio es necesario seguir? -pregunta Diana un poco frustrada.
-Solo quiero hablar con ese hombre y nos retiraremos con Helena y Miranda. Más tarde buscaré a mi hermano Elliot.
-Está bien -dice Diana, aunque no parece gustarle del todo mi idea.
- ¿Vienes o qué? -pregunta Andrea.
Asiento y seguimos en camino para la base del gorasni.
Espero y no sienta rencor, ni me reconozca por mis actos, esos tipos eran salvajes.

Gears of War: ExilioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora