Gears of War: Exilio

Acto 3 - Capítulo 7

Los sobrevivientes toman el APC y se van muy felices, sin embargo no creo que puedan sobrevivir y no les diré eso a la cara.
El camino está despejado por el momento, pero la única forma de llegar es por lago. De repente llega un bote de Locust, pero hay unas personas en el camino retenidas por los Locust.
-Tenemos que tomar el bote, pero no podemos arriesgar a las personas.
-Bien, pero hagámoslo en silencio -interrumpe Kathe susurrando-. ¿Tienes un plan?
-De hecho, sí. Sophie, te apuesto diez a que le doy a más Locust que tú con el Francotirador.
-Acepto -contesta ella con entusiasmo y gran sonrisa.
-Bien, amor, encuentra una forma de sacarlos de ahí -exclama Paris dándome una sonrisa tierna.
-Claro, hermosa.
Paris hace señas a las personas que afortunadamente las ven y entienden que tienen que quitarse. Se apartan y entonces Sophie y yo empezamos a apuntar a los Locust y disparamos. Sophie es buena, pero no voy a dejar que ella me gane. Los Locust reaccionan, pero es muy tarde para ellos, les disparamos lo más rápido que podemos y así logramos terminar con ellos.
-Ja, te gane -exclama ella.
-Bien, ganaste. o debe ser por mi rifle sin mira -repongo.
-Sin excusas, Davis. Fue una apuesta.
-Bien. Te los pago cuando estemos allá arriba.
Avanzamos con los civiles que nos agradecen y les indicamos la ruta más segura fuera de aquí.
- ¿Irán a Nexus? -pregunta un anciano con una entrada enorme en la cabeza y cabello plateado.
-Sí, tenemos que buscar a unas personas.
-Nuestra familia -agrega Paris.
-Pues solo deben seguir el camino por la carretera hasta llegar a la presa. Así podrán llegar a Nexus.
-Gracias -dice Sophie y le toma las manos.
-Ahora vayan hacia allá -grazno-. No dudo que los Locust tarden en llegar.
-Claro. Buena suerte -dice el anciano y se va con el grupo de personas rescatadas.
-Bien, chicas, continuemos.
Vamos al bote y subimos. De inmediato voy a ver cómo funciona y noto que ya tiene trazada una ruta para regresar a un lugar, así que de alguna forma logro que avance.
-Lograste que se mueva -dice Sophie.
- ¿Y sabes por dónde ir?- pregunta Kathe.
-Hay una ruta marcada. Creo que va a Nexus -contesto.
La balsa Locust navega por la Imulsión, lo cual me hace sentir incómodo, ya que la sobre exposición a esta puede generar Neumonía Oxida.
La vista es alucinante, todo un lugar nuevo a solo unos metros abajo de nosotros. Los Locust vaya que no son simples máquinas aniquila humanos.
Seguimos y el camino está calmado, no hay Locust entrometidos por fortuna.
Aquí abajo logramos captar con estática una comunicación, es Delta y Control, al parecer lograron llegar y nosotros estamos a punto de llegar a las afueras de Nexus.
-Control, aquí Delta. Cole y Baird se dirigen a la superficie para evacuar sobrevivientes.
-Recibido Delta. ¿Y tú y Dom?
-Nos dirigimos hacia la fortaleza de Nexus. Creemos haber encontrado el camino.
-Recibido, tenemos refuerzos en las excavadoras de transporte esperando su señal.
-Gracias, Control. Delta fuera.
Llegamos a la fortaleza, y se parece un poco a lo que vimos en Landown, o más bien, debajo de la ciudad.
-Muy bien, eso es buena señal -dice Sophie-. ¿Ahora por dónde?
-Por la derecha -dice Paris-. Siento que es el camino.
-Sientes, ¿eh? -le miro temerosa por lo que ha dicho, pero supongo que es mejor a nada-. Bien, querida. Iremos por allá.
Tomamos ruta a Nexus y con fe de sobra para encontrar a los cuatro tal y como los dejamos.
Las tres se ven tan confiadas como yo para un examen -lo cual nunca sucedía-. Tomo a Paris por un momento de la mano y se relaja, me decuelve el gesto con un beso fugaz en la mejilla y sonrío.
-Oye, James, ¿cuándo se casaran tú y Paris? -pregunta Sophie.
-Buena pregunta -agrega Kathe ya más relajada.
- ¿Por qué la pregunta ahora? -repongo confundido.
-Llevas más de una década con ella, así que debemos suponer que ya le has pedido matrimonio, ¿no es así? -repone Kathe con otra pregunta.
Veo a Paris y tiene la cabeza gacha, pero esta algo sonrojada. No le he pedido matrimonio a ella, pero no es que nunca cruzará por mi mente, si no que nunca hubo una oportunidad de hacerlo, de hecho nunca la hay, siempre hemos estado peleando y combatiendo a las larvas, pero aun así lo he imaginado.
El día, el cómo se vería el sol, el cómo me gustaría estar vestido. El anillo que le daría cuando pasará ese momento, pero nunca lo he hecho, nunca me he atrevido. Que idiota.
-Amor, sé que no es el momento ni el lugar, pero... -empiezo a arrodillarme y le digo con una cara tímida y voz suave-. ¿Te quieres casar conmigo? -miro sus ojos, están llenos de sorpresa al igual que su rostro. Se tapa la cara con sus manos, dejando caer su Lancer. Tomo una de sus manos y la miro a los ojos, esos hermosos ojos que me cautivaron el día que la salvé de esos soldados de la UIR, esa mirada que me intrigo incluso en ese momento.
-Claro que sí -contesta con su cara llena de alegría, me levanto y la abrazo fuerte.
- ¿Ósea que nunca le habías pedido matrimonio? -pregunta Sophie sorprendida.
-No -contesto casi llorando-. Pero ya lo hice, y en nombre de sus padres, les pido la mano de su hermana.
Sophie y Kathe no saben qué decir o qué hacer. Están tan sorprendidas por lo que les acabo de pedir, se miran la una a la otra y después cambian esa cara. Sus ojos brillan al igual que sus sonrisas.
-Yo, Jessica Katherine Black...
-Y yo, Stephanie Sophie Black. Te damos la mano de nuestra hermana Paris, sabiendo que la harás feliz y la protegerás toda la vida.
-Gracias, a las dos -contesto conteniendo lágrimas de felicidad y dando a cada una un abrazo.
-Bien, entonces sigamos, prometido -exclama Paris.
-Claro que sí, prometida.
Paris levanta su arma y continuamos el camino hacia la fortaleza Locust. La cual es rústica, con construcciones hechas de tierra y algo parecido al cemento. Demuestran una vez más ese gran ingenió, no solo para la guerra, sino para su día a día. Enserio no entiendo qué las guío a atacarnos de la nada.
Caminamos minutos hasta que encontramos campos con esas cápsulas de hace unas horas. Nootamos que allá abajo hay personas trabajando y los Locust los vigilan. Son algunas, pero ahí están esas mismas cosas que encontramos en la Hondonada.
- ¿Esos no son ellos? -pregunta Sophie. Diviso a su marca e identifico a Chris de inmediato.
-Sí, ¡si son ellos! -contesto-. Pero esperemos un poco.
-Se los están llevando -dice Paris.
-Hacemos reconocimiento y después vamos.
-James, esas jaulas no serán fáciles de abrir -dice Kathe.
-Entonces los seguiremos y antes de que cierren los atacaremos. Pero detrás de mi.
-Excelente, deprisa -grazna Paris.
Bajamos rápido hasta donde se encuentran y seguimos cautelosamente a los Locust hasta donde los van a encerrar.
-Esperen -susurra Sophie-. Ahí los quieren meter.
-Bien -contesto susurrando-. A mí señal disparan a todos los Locust. Uno, dos tres, ¡abajo!
Disparamos a los Locust con tal de que no los puedan encerrar en esas cosas, para que no los torturen o incluso que los maten.
- ¡Chris! -voltea a verme-. ¡Toma esto! -pateo una Lancer que ha dejado un Locust hacia él y se defienda.
La toma e inicia el fuego hacia los Locust flanqueándolos por detrás. Es oportuno ya que así terminaremos con ellos rápido, pero noto que uno de ellos va a matar a mi hermano con una motosierra. Pero la única sobreviviente extra le dispara a la cabeza con una pistola Boltok. Sigo contra los Locust por el momento. Estos se ven realmente superados por el factor sorpresa y caen como moscas en poco tiempo.
Volteamos a vera la sobreviviente. Una mujer de cabello rojizo sostenido por una cola de caballo, de piel pálida y ojos azules con la cara ovalada, nariz respingada y boca pequeña.
-Gracias... -exclama Chris a medias por lo que vemos.
-No agradezcas.
-Sofía... -dejo salir con sorpresa.
-Hola, gemelos.
Vamos hacia ella y le damos un abrazo. Las lágrimas me empiezan a salir al igual que a Chris y ella. Me ha dado una sorpresa enorme y una alegría que no podría describir.
-Los creía muertos -dice por encima de nuestro llanto-. Los informes decían que habían desaparecido.
-Solo... Solo nos fuimos -digo intentando recuperarme-. La guerra nos quitó tanto en tan poco... No queríamos perder más.
-Lo sentimos, Sofía -exclama Chris-. Les fallamos...
-No -dice eso viéndonos a los ojos-. No nos fallaron, ustedes hicieron lo que podían, no los culpo por sentirse así. Está maldita guerra nos ha roto a todos. Pero con ustedes... Escuché lo de sus padres y sus demás familiares. Enserio lo siento, gemelos.
-Gracias. Pero estas aquí. ¿Cómo?
-Mala suerte.
-Ni un Guardia Onyx puede del todo con ellos, ¿eh?
-Cadete, recuerden que era cadete.
-Como sea. ¿Cuánto tiempo llevas aquí?
-Casi una semana. Quisiera decirles cómo ocurrió más tarde, parece que se reunieron con sus seres queridos.
-Disculpa.
-Vayan, yo no iré a ningún lado.
-Te tardaste, James -reclama Chris.
-Mejor tarde que nunca, ¿no lo crees? -repongo.
-Gracias por llegar.
-De nada, hermano -voy y lo abrazo al igual que Kathe y las demás van a hacer lo mismo.
-Vives en Halvo Bay, ¿verdad? -le pregunta Sophie a Sofía y ella asiente.
- ¿Cómo está?
-Pues hasta ahora... como lo dejo Karn o peor.
-Bien, no venimos a esto -exclamo-. Vamos a sacarlos y eso te incluye a ti, Sofía.
-Está bien, tomen un arma, pero antes que nada, revísalos Sophie. Con lo que escuchamos, pudo haberles pasado o hecho algo.
-Entendido, James -contesta Sophie y va a revisarlos.
Al parecer la única que ha sido golpeada es Sofía, no perdieron el tiempo los pendejos, pero soportó. Mientras los revisan hago que Chris venga hacia mí.
- ¿Qué les hizo el Kantus?
-Nos trajo hasta aquí y nos puso a trabajar, más importante, ¿cómo llegaron ustedes hasta aquí?
-Después de que se los llevaron, llame a Control...
- ¡¿Llamaste a Control?! -interrumpe impactado.
-Sí, fue con Anya Stroud. ¿La recuerdas?
-Sí, la rubia linda y amable.
-Lo único que me preocupa es que recuerde quién soy, sin embargo no había otra alternativa. Nos ayudó dándonos un APC y así fue como llegamos. Después venimos en un bote por un lago de Imulsión y henos aquí.
-Esperemos que Anya siga siendo esa mujer de hace años. Gracias, James.
-De nada.
- ¡Oye! ¡Tú también tienes que ser atendido! -exclama Sophie.
Chris va y cuando Sophie termina con él, seguimos.
-Bien, ¿cómo salimos? -pregunta Kathe.
-No creo que por el mismo lugar -contesta Paris.
-Escuchamos a Control y al parecer enviaran excavadoras de transporte con un radiofaro a Nexus -comento.
- ¿Nexus? -pregunta Diana.
-Esto es Nexus. La ciudad de los Locust.
-Bien, bien, entonces, ¿las excavadoras de transporte vendrán? -pregunta Sid.
-Sí.
-Espera, James -grazna Sofía-. ¿Sabes cuánto tardaran o quién hará la misión?
-La verdad tardarán, apenas deben venir.
-Está bien, pues encontraremos otra salida -dice Paris.
-No creo que sea tan fácil -repone Hayley.
-Esperemos que no -agrego.
- ¿Entonces qué esperamos? Abramos un camino a tiros -exclama Sofía recargando una Hammerburst, lo cual se ve bien.
Asentimos y nos vamos por el otro lado del que llegamos los cuatro.