Gears of War: Exilio

Acto 4 - Capítulo 5

Chris
Llegamos a Halvo Bay por la noche. Está completamente destruida, ya no es un epicentro tan lindo como antes. Mi casa destruida, o al menos así me lo imagino. Veo una planta de Imulsión al norte que no estaba ahí. Se encuentra encima de una montaña.
–La gran Halvo Bay. Que asco –dice Sid.
–Oye, no hables así –exclama Hayley–. Sé que no viviste tanto tiempo aquí como Chris para apreciarla, pero al igual que si Diana y yo fuéramos a Char y la viéramos, trataría de ser respetuosa. Mi hermana ama ese lugar y Chris este, así que reserva eso para ti.
–Mierda... Lo siento, Chris.
–Descuida. Sí es un asco. Gracias, Hayley –voy y le doy un beso en la cabeza.
– ¿Aquí vivían? –pregunta Katie con una mirada de tristeza.
–Sí, esta era nuestra ciudad.
–Debió ser hermosa.
–Sí, lo era –dice Hayley.
– ¿Estuvieron aquí? ¿No vivían en Char? –le pregunta Katie.
–Sí, hace muchos años estuvimos aquí –responde Diana viéndome a los ojos.
–Bueno, vamos –exclamo.
Caminamos entre las calles destruidas. No noto ni un edificio que no esté afectado, así que decido ir cerca de Seahorse Hills para ver si alguna casa sigue en pie.
En el camino a ese lejano lugar intento no mirar nada, no me agrada cómo está todo ahora, me hace tener sentimientos encontrados.
Ya en las afueras de Halvo, veo muchas mansiones destruidas, y el río que atraviesa toda Halvo Bay subió hasta la acera, no parece serio, pero nada en que valga la pena. Diviso una casa en pie y está muy sucia por las peleas que se hicieron en el ataque de Karn a la ciudad.
Entro y reconozco el lugar, es la casa de mi amigo Elliot. Se ve bien a pesar de todo, además parece que han estado aquí, espero y él siga vivo.
–Aquí nos quedaremos, mañana veremos qué hacer –digo.
Asienten todos y se van a los cuartos. Sid descansa en uno, Hayley y Katie descansan juntas y Diana y yo juntos.
Entro a la recamara y reposo un poco, estoy agotado de conducir el Raven. Volteo a ver la habitación enorme y hay una foto de Elliot, James y yo juntos cuando íbamos a la escuela.
– ¿Crees que esté vivo? –pregunta Diana.
–Eso espero –contesto sin mucho ánimo.
Me quito los lentes y la armadura, los guantes, coderas y botas, me recuesto y hayo tranquilidad para no acordarme mucho de este día. Parece que esto nunca acabará.
–¿Chris?
– ¿Sí, amor?
– ¿Crees que acabe alguna vez esto?
–Si no lo hacen, yo lo hare, quiero estar contigo.
–Yo también.
–Te amo, Diana.
–Y yo a ti, Chris.
La beso y se acuesta en mi pecho al igual que me abraza.
Espero y esto acabe pronto.