Chris
Nos apresuramos ya que el Sovering no debe caer. Es lo único que nos mantiene "a salvo".
O así parece.
–Así que vuelven a salir –les digo.
–Bueno, era tan lindo para ser cierto –grazna Sid.
–Hay que deshacernos de ellos, no nos pueden echar de aquí también –exclama James.
Empezamos a disparar a los Pólipos —unas arañas del tamaño de un balón color amarillo fluorescente con tonos oscuros —y estos son daños mínimos, no nos causan nada.
En eso escucho una comunicación.
–Aquí KR Cero Uno, llegaremos en cinco minutos, aseguren la cubierta.
El Raven que mencionó Anya. ¿Quién podría ser? Desde hace tiempo que dejamos de ser un gobierno, eso a causa de la desaparición de Prescott. Muy similar a todas las "muertes" de científicos a lo largo de la guerra.
Luego de ser testigos en Vectes de estos nuevos enemigos, supimos que la pesadilla no había acabado. En la Imulsión hay un parásito que se aloja en el cuerpo de su víctima y lo hace mutar a algo totalmente diferente y horrible. Eso es lo que ví en Mercy hace años, pero entonces no tenía idea de qué pudo haberlo provocado, ahora ya lo sé y me parece terrible.
–Bien, terminamos aquí, vamos –les digo.
Continuamos corriendo, parece que todo va bien pero no quiero que le pase nada a mi familia. Salen tallos alrededor del barco, en el mar y tienen forma de un tronco muy grueso y alto. De allí salen protuberancias a las que llamamos vainas y de estás emergen Lambent. Son tan grotescos como el ex humano que encontré en Mercy con Taylor. Le disparo y James conmigo, así lo matamos y me provoca tanta rabia, me recuerda ese día.
–Aquí el coronel Michaelson. Nueva variante de Lambent –anuncia Quentin.
Escucho a Kathe consternada, algo que no suele hacer realmente. Supongo que esto ha es el límite de su fortaleza.
–No me importa que sean, acaben con ellos, equipo –dice James.
¡Mierda, mas guerra no! Solo quiero vivir en paz con ella.
–Carajo, tenemos que deshacernos de ellos o tendremos que despedirnos de nuestros traseros –exclama Sid.
–Ya lo sabemos, Sid –contesto agresivo.
–Sid, cállate. Chris compórtate –exige Hayley.
Se acerca un Raven a la cubierta, a lo lejos, ya han despejado la pista.
– ¡Mierda, estas cosas no se acaban! –grita Sid.
–Cálmate, Sid, por favor –pide Hayley–. Hemos enfrentado peores cosas, no dejes que esto te haga perder el control
–Es que ya estoy harto de estas mierdas –repone.
–Sid, ya cálmate, no puede ser que luego de tantos años, por fin dejes salir tu frustración –le dice Kathe.
–Lo siento –contesta Sid que parece contener un sollozo–. Pero…
– ¿Pero qué? –pregunta Hayley.
–Falleció mi compañera allá abajo –debe referirse a Sandy, eso a Hayley no le cae muy bien.
–Me lo imaginaba, pero tienes que estar atento. Estas cosas no sentirán lastima por ti –replica James.
Seguimos en la batalla y estas cosas son un poco más duras de matar. Más agresivas que los Locust, no se lo piensan para venir a cargar en contra de todos.
–Listo, Chris –anuncia Diana–. ¿Y ahora?
–Vamos con Michaelson, debemos reagruparnos.
Vamos camino a la oficina del capitán. El barco se está volviendo todo un campo de batalla, no dejan de atacarnos los Lambent.
–Aquí el presidente –¿cómo? ¿Ese cabrón aquí?–. Me atacan, Michaelson está mal herido –sigue Prescott.
–Prescott, quédese ahí, ya vamos –articula Marcus por el intercomunicador.
–Tenemos que ayudar, Delta podría llegar tarde –dice James.
–Entendido, acabemos con ellos, hoy será un gran día –les digo con un ánimo extraño.
Empezamos a matar a los Lambent, a todos y cada uno de ellos que se cruzan en el camino, quiero acabar con todos a como dé lugar.
–Aquí el Sovering a todas las unidades KR fuera de la nave. Estamos bajo un intenso ataque de los Lambent. Nos han abordado y necesitamos apoyo. Repito: nos atacan y requerimos ayuda inmediata –anuncia Anya por el comunicador.
Resisten menos que las larvas, pero hacen un daño más grande, explotan al matarlos y es muy problemático. Uno explota cerca de mí
–Carajo, Chris. ¿Hoy quieres morir o qué? –reclama James con tono agresivo.
–Tal vez –digo aunque no sea cierto–. Aun así los mataré donde sea.
Elimino a todos lo Lambent con furia. Las tengo que salvar, se los prometí a Beatrice y a Carter, ¡a Taylor!
– ¡Granda! –grita Sid.
Yo la veo y le disparo en el aire, todos los Lambent mueren al reventar la granada.
–Vamos, maldito. ¿Es lo mejor que puedes hacer? –grito con euforia.
Escucho a alguien tras mío, es un luminoso y James lo mata.
– ¿Qué haces? –le pregunto.
–Cubriéndote la espalda, como siempre.
–Creo que eso nunca cambiara.
–Creo que sí.
Continuamos camino a la oficina de Michaelson. De pronto aparece un luminoso de y esté muta sacando cabeza y brazos largos como a largas ramas. Sus extremidades lanzan Imulsion y está arde en contacto al metal.
–Carajo –escucho a James.
–No creí que hubiera algo más feo que una Berserker, pero aun así morirá –exclamo.
–Dispara a los brazos –dice Katie.
–Y a la cabeza –añade Diana enseguida.
Ella parece ser tan fuerte, y yo solo quiero que este bien. No hay otra tarea más importante que protegerla a ella y el resto de la familia que he formado con James.
–Vaya, esto supera todo –dice Kathe.
–Lo sé, pero no hay tiempo, tenemos que ir con Prescott, así que andando de una vez –grazna James.
Acabamos al luminoso eliminando las extremidades y disparando a su cuerpo. Nos cubrimos cuando está apunto de estallar y continuamos nuestro recorrido. Dentro del barco ya hay fuego y muchos Gears muertos y heridos. A lo lejos miramos el camarote de Michaelson y entramos.
–Presidente, o debería decir, ex presidente Richard Prescott –articulo al verlo junto al cuerpo de Michaelson.
–Tenientes, vaya sorpresa, creí que todos ustedes habían muerto.
–Ya ve que no es así –repone Paris–. No es tan fácil matarnos.
–Ya veo –grazna Prescott con sarcasmo–. Pero ahora me tendrán que sacar de aquí.
–Disculpe, pero no lo haremos, si está aquí es por su seguridad, así que lo dejaremos aquí.
–No puede hacer eso, teniente.
–No me diga que hacer, Prescott, usted ya no es nada aquí.
Se queda en la oficina y todos se quedan callados. Les digo que me sigan y continuamos nuestro camino.
– ¿Qué te pasa, Chris? –pregunta Diana preocupada.
–Nada, solo que me frustra que quiera dar órdenes nada más porque sí.
–Eso es comprensible. Pero podíamos ayudar al desgraciado.
–Sí, pero ahí se quedara, Delta debió dejarlo ahí.
–Exacto, tenemos cosas más importantes que salvarle la vida a un ex presidente idiota –apoya James.
– ¿Ahora qué hacemos? –pregunta Hayley.
Miro a James y parece que sabe lo que quiero hacer. Al menos en combate siempre nos hemos entendido solo con mirarnos.
–Ayudar a los pájaros a salir –contesto.
– ¿Entonces porque caminamos como tortugas? ¡Vamos! –dice Sophie.
Corremos todos a toda velocidad hacia las pistas evitando el caos y eliminando a Pólipos en medio. Pronto llegamos y observamos las pistas de aterrizaje, es un campo de batalla. Nos quedan muchos Gears y varios ya se han largado. En una de las pistas miro un Raven libre.
–Vamos, hay que subir a ese –digo con potencia.
– ¿Vamos a escapar? –pregunta Katie.
–Sí. Andando.
Vamos a toda velocidad y vemos el Raven más cerca, parece que no hay nadie.
Llegamos a la pista y James desde fuera la hace subir para la partida. En ese instante me viene a la mente que no podremos irnos todos, el Raven no puede llevar a tantos.
Miro a James a los ojos y parece que otra vez sabe lo que voy a hacer.
–Te veo en Halvo– dice James con una expresión que denota preocupación.
–Pero ¿estarás bien? –pregunto.
–Claro, te veo allá.
–Espera, no te voy a dejar –exclama Katie con preocupación en su cara pálida y con algunas pecas–. Te recuperé hace poco, no te voy a perder justo cuando por fin te tengo.
–Katie, tienes que ir. Nosostros iremos más tarde. Debe haber otro Raven por aquí y Kathe nos llevará allá.
–No, James. Me quedó con ustedes, pero yo no me iré si ti.
–Katie... –James me mira preocupado y sus ojos me piden que me encargue.
Golpeo a Katie con la Lancer para dejarla inconsciente y la tomo. Con ayuda de Sid la subo en el Raven y Diana y Hayley la cuidan. Se despiden de ellos y yo abrazo a James.
–No se te ocurra divertirte sin mí –intento decirlo en tono ligero y despreocupado, pero no puedo.
–Por supuesto –sin embargo él si que puede y me deja aliviado.
Abrazo a Paris y Sophie, ella en particular me da un beso cálido en la mejilla y me hace sentir menos preocupado. Con Kathe es distinto.
–No te pongas sentimental. Me haces pensar que me voy a matar.
–Perdón. Te veo allá.
–Cuídalos, Chris. Sobre todo a los niños. Ellos deben vivir por encima de nosotros.
–Tan protectora como siempre.
–No podría pedirle esto a nadie más que a ti y James.
–Confía en mi.
–Siempre lo hago –dice eso y por fin se quiebra un poco.
Le doy un beso en la frente y me alejo con una sonrisa. Abordo y tomo los controles, así empieza a elevarse el Raven. Les doy un último vistazo y Paris me sonríe y se despide con un ademán de mano.
Iremos a Halvo y espero tengamos una vida ahí.
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Gears of War: Exilio
أدب الهواةLa guerra ha marcado el mundo Sera y a todos sus habitantes. En un principio entre humanos que se disputaban el "líquido milagroso" y luego... Desde el suelo han emergido seres humanoides que destruyen y matan a cualquier humano a su paso. Este enem...