- ¿Solo eso? -pregunta con indiferencia.
-Sí, Kathe, solo eso.
-Bien.
Se dirige a ver y yo igual. Diviso a Sid y Taylor más lejos, pero avanzan por la calles siguiendo a Gill. Miro alrededor y no hay nadie de mí lado, Kathe no hace ruido y debe seguir vigilando la zona.
La ciudad es grande y de poco pierdo de vista a los tres. Aún continúan investigando lo que ocurre aquí. Aunque resulta más que obvio que alguna clase de ejército se ha formado aquí, que hay algo oculto en esta ciudad devastada.
-James -debe ser Sophie-, el rehén se resiste, ¿algún consejo?
-Solo uno: ponla a dormir.
-Bien, ¿y...cómo?
-Lo que se te ocurra y que no la mate.
-De acuerdo.
Kathe y yo quedamos en un silencio abismal e incómodo como un pellizco. Diviso el sol en lo alto y deben ser las doce, lo confirmo en un reloj que tengo y son las doce con treinta minutos, pronto será el medio día. Mierda, Gill no habla desde hace ya un rato, solo se ha acercado lo suficiente junto a Taylor y Sid. O no han encontrado algo o algo debió pasarles.
-No hay movimiento de ese lado, James -dice Kathe mientras se pone a mi lado.
-Entonces baja.
-Otra vez ese acento. Realmente debes amarla para hablar su idioma.
-La amo. Aprendí esto cuando la conocí hace mucho tiempo. Yo tenía tu edad en ese entonces.
-Ella... Hablame más sobre Gill.
-¿Enserio quieres eso? -pregunto sorprendido mientras la volteo a ver-. No necesitas preguntar algo que no quieres saber o te haga sentir incómoda.
-No, quiero saber. Después de todo, ella te hizo olvidar a mamá.
-Mentira -digo viéndola a sus ojos, unos que se parecen mucho a los míos-. Gill no me hizo olvidar a tu madre, nada podría... Tú madre es el amor de mi vida, me dió tanto en todos los años que estuvimos juntos. Ella siempre vivirá conmigo, en mi corazón y memoria.
-Tch -exclama ese quejido y voltea la mirada luego de parecer que se enojo.
-¿Te dije algo inoportuno?
-No, es solo que tú recuerdas a mamá y yo... -vuelve a gemir ese sonido y frunce más el seño.
-Kathe, ¿qué pasa?
-Es tan injusto -susurra.
-Kathe, dime qué tienes.
-¡¿Lo que tengo?! Tú sí que eres sorprendente. ¿No puedes saber lo que le pasa a tu hija? No, claro que no, tú nos abandonaste a las dos. Nos dejaste desprotegidas mientras tú te dejabas envolver en tu agonía y tristeza. ¡¿No pensaste que te necesitaba?! ¡¿No pensaste que me dolía tanto como a tí?! ¡Eres un idiota! -Kathe arremete contra mi golpeando mi pecho con sus puños constantemente y envuelta en llanto-. ¡Yo estaba allí! ¡Dormía a tu lado para sentirme bien! ¡Quería hacerte sentir mejor y tú...! Tú... -se detiene y cae en mi pecho con su frente. Solloza y toma aire entre cortando su respiración-. No fuiste... el único que perdió a alguien ese día. Tú perdiste al amor de tu vida, yo a mi madre.
La tomo con mis brazos y la acorralo para que no huya y me escuche.
-Lo siento tanto, Kathe, te he fallado... No pude hacer nada para contigo, Sophie o tu madre. Ella enfermo y no me lo dijo, me lo ocultó hasta que ya no pudo más y entonces ya era tarde... Estaba delgada y sin color, esa enfermedad la estaba consumiendo y no pude hacer nada. Tenía que encontrar la solución en un mundo que apenas se reconstruía... En dónde era muy difícil vivir luego de tanto sufrimiento... -siento a Kathe muy tranquila, aunque sigue llorando ya que mi camisa está empapada-. Lamento no poder ayudar a tu madre, lamento no poder conmigo y dejarlas de lado. Lo siento, lo siento, lo siento.
-¿Sabes lo que más detesto? -se suelta y me mira mientras seca sus lágrimas con su ropa. Sus ojos están hinchados y rojos y su nariz también-. Que tú si la recuerdas y yo no. Es injusto -ahora luce frustrada, como si que yo la recuerde y ella no fuese el mayor crimen que haya cometido-. Cada vez que me preguntan por mi madre, que la recuerde, solo veo la imágen de mi tía Diana -se le escapa el aliento al finalizar y vuelve al llanto-. No es que no la ame, es mi madre, pero no puedo recordar a mi verdadera madre. ¡No puedo!
-Kathe, no te mártires...
-¡Es injusto!
-¡Lo sé! ¡He visto montón de veces esto! Mire familias destruidas, huérfanos, abandonados, todo eso en la guerra. ¡Yo quedé huérfano tan pronto esas malditas larvas salieron! ¡Claro que no es justo! ¡Nadie merecía morir! ¡Pero no pude rescatarlos! ¡No pude! ¡Incluso en un mundo sin guerra perdí a mi esposa, mis hermanas Sophie y Kathe! ¡No pudimos salvarlas!
Doy media vuelta y lanzo un grito lleno de frustración contra el planeta. Siento tanta impotencia de solo pensar que soy alguien tan inútil, alguien que no puede cargar con nada que no sea yo mismo. ¡Que rabia!
-Perdón, me puse intensa -articula con la cabeza gacha, igual que cuando Paris se disculpaba conmigo.
-No te preocupes, yo... Yo también me deje llevar. Normalmente soy más tranquilo y serio.
-Demasiado serio -la miro cuando dice eso y me mira por el rabillo del ojo, como si le avergonzara haber dicho eso-. Cuando te ví, creí que sería una plática distinta.
-Me lo dicen mucho. "Chris es más animado y tú serio". Toda nuestra familia lo decía.
-¿Gill igual? -da media vuelta y veo que su mano izquierda sostiene su muñeca, también se tambalea de adelante hacia atrás, un hábito que debió adquirir estos años.
-Gill no piensa así. Cuando nos conocimos ella estaba huyendo de una escena de crimen. El dueño de una panadería la perseguía porque le había robado una pieza de pan. Ella se cruzó en mi camino y bueno... La impresión que le dí fue la de alguien amable, cordial, hasta guapo -digo eso con pena y bajo la cabeza-. Hasta hoy día dice que sigo siendo ese chico cordial y gentil que la acogió cuando lo había perdido todo.
-¿Ella perdió todo?
-Así es. Padre, madre, hermano, hogar... Ella odia a la Coalición por todas las atrocidades que han hecho, pero sabe que no todos somos así. Confía en tu tío, en nuestra familia y en mí.
-Debe ser difícil haber perdido la guerra...
-Vaya que sí lo fue...
Volvemos a ese silencio incómodo y decido volver a mi rifle y vigilar de nuevo. Nada ha cambiado, ¿cómo podría en un lugar casi abandonado?
- ¿Qué me puedes decir de mamá?
La observo tomando la Markza y apuntando muy igual a mi, seria, concentrada en la mira y una determinación admirable.
"¿No te aburres amor? Digo, estar ahí una hora debe ser aburrido".
Paris me decía eso, me menciono la determinación y entre otras cosas. Las cuales admiraba.
-Muchas cosas -respondo.
- ¿Era muy linda?
-La más hermosa en Sera. Me derretía a sus pies.
- ¿Y Gill?
-También lo es, solo que de forma diferente a tú madre. Tú madre era linda, tierna, inocente y algo crédula. Eso provocó que su pareja antes de mi la engañará. Pero aun así, ella no se dejó caer en la tristeza, no pudo luego de conocernos.
-¿Y cómo se conocieron mamá y tú?
-En una noche, ella estaba siendo acorralada por soldados Indies infiltrados en la ciudad, lo supe por su acento -la veo y le lanzo una sonrisa-. La salvé de ellos y comenzamos a hablar de a poco. Entonces yo me sentía fatal por Gill luego de dos años. Aunque de a poco conocí a tu madre, a tus tías Sophie y Kathe, a Sid. Me enamoré gradualmente de ella sin saberlo. Entonces allí en el árbol de la casa me pidió ser su novio.
-¿Ella te lo pidió? -pregunta sorprendida y con los ojos bien abiertos, igualita a su mamá.
-Sí -confieso algo apenado-, ella sabía lo que quería y no dudo en ir por ello. Fueron los años más difíciles y maravillosos de mi vida.
-¿Y Gill? Dijiste que ella era linda de otra forma.
-Gill es toda una belleza gorasni, ¿no lo crees?
-Bueno, sí. Su belleza me abruma mucho, no se parece a nadie que haya visto.
-Es lo mismo que pensé ese día que la vi. Sus ojos me hipnotizan y su mirada me doblega sin más. Su sonrisa confiada es fantástica y además es valiente y muy fuerte.
-Es el paquete completo, ¿no?
Ella sonríe, pero oculta detrás de eso decepción, es obviamente porque hablo tan bien de Gill que no puedo pensar en lo que digo.
-Lo siento, no es que tú madre no lo fuese.
-Oye, soy lo suficientemente madura para entender. Es obvio que amabas a mamá, de lo contrario, no tendría su nombre.
-Que bueno -dejo salir aliviado, pero estaba pensando en eso, no quería decirlo al aire.
-Tonto -me dice-. Pero en fin... Sobre Alice, ¿cuándo la tuvieron?
-Un año luego de nuestra boda. Nació a fin de año en la casa con ayuda de tu tío Henry.
-¿Tío Henry?
-Cierto, ustedes no lo conocen porque se fué hace años a Nueva Ephyra. Bueno, es un amigo de Chris y mí, un hermano junto a su tío Elliot.
-Ya veo.
-Bueno. Alice tiene dos nombres, el primero Alice por un personaje histórico de aquí, Gorasnaya, cuando era un imperio y una mujer se alzó para velar por los derechos de los menos agraciados. Y el segundo es por tu abuela Rose.
-Alice Rose Davis.
-Así es.
-¿Y ella habla Indie?
-Gorasni -corrijo-. Habla Tyrano y gorasni fluidamente. Está aprendiendo el ostrini, que es el Indie que tú conoces.
-¿No es lo mismo?
-No. En esos tiempos de guerra había que entendernos entre aliados, hablar un idioma en el campo de batalla. Ingarez, Dushin y Sarfuth tuvieron que aprender nuestro idioma para entendernos y lo mismo con los Independientes. Eligieron el ostrini como idioma para hablar entre todos. Yo hablo bien el ostrini y gorasni gracias a Gill. Tú tío Chris habla gorasni y ostrini, pero no fluidamente, le cuesta mantener conversación. Tu tía Katie también aprendió ostrini debido a que en Vectes había tanto Tyranos como Ostrini, entonces el hombre que la cuido le enseñó ese idioma.
-Guau.
Dejo de lado su impresión y veo a Gill junto a ellos caminando, pero alguien los sigue detrás con no muy buen aspecto. Está tomando distancia, como si pensará hacerles algo. Apunto bien y sé que la bala podrá llegar, no están muy lejos de mi rango. Doy un suspiro largo y disparo.
El sujeto cae al suelo sin que ellos lo noten y recargo.
-Impresionante... -deja salir Kathe.
-Ni se te ocurra disparar -advierto-. Solo avísame lo que veas y listo.
-Pero..., James, ¿cómo aprendiste a disparar un francotirador?
-Las "circunstancias" te hacen aprender.
- ¿Cómo que las "circunstancias"?
-La guerra era dura -sigo observando-, así que aprendí en el proceso, entrenando con tu abuelo y solo. Fue conveniente.
- ¿Enserio era así de malo?
-Sí, Kathe, la guerra era dura, las larvas eran duras y después... los malditos luminosos.
-Lo siento...
-Descuida, eso ya pasó, esas cosas ya no existen, no existirán, el arma de Adam Fenix se encargo de eso.
-Eso es bueno.
-Sí -volteo a verla y ella hace lo mismo. Tiene la marca de la mira de la Markza marcada en el ojo-. No te pegues tanto a la mira, niña -le alboroto el cabello-, observa tú ojo.
-No me molestes, papá... -corta su voz al instante y voltea a ver la casa-. James.
-Bueno, sigamos un rato más, ve del otro lado.
-Entendido.
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Gears of War: Exilio
FanfictionLa guerra ha marcado el mundo Sera y a todos sus habitantes. En un principio entre humanos que se disputaban el "líquido milagroso" y luego... Desde el suelo han emergido seres humanoides que destruyen y matan a cualquier humano a su paso. Este enem...