Capítulo 36

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Lamentablemente DoYeon tenía una imagen en su cabeza completamente distinta a la realidad sobre la reacción de MinKi al verlo, el menor se cubrió con una sábana y gritó que se fuera, intentó hablarle pero todo fue en vano, SeungCheol y JiHoon entraron a la habitación y le pidieron que saliera un momento.

Se sentía avergonzado, triste y engañado por DoYeon y por sus padres, su autoestima estaba por los suelos y el hecho de encontrarse con el mayor, dejándolo tan expuesto sólo lo empeoró.

En ese momento una presión en el pecho le hizo saber que no podía permitir que DoYeon continuara buscándolo, sabía que no quería una relación que consistiría en visitas a un hospital, a un lugar al que todos temían ir, con un chico de rostro delgado y pálido que podía cambiar su estado de salud en cuestión de segundos.

No era justo.

Podía vivir un romance normal, con citas al cine, al parque para caminar tomados de las manos con cualquier otro chico.

DoYeon era demasiada buena persona para él y no lo merecía.

Esa noche lanzó contra la pared el mazo de cartas y la flor, al igual que la cesta llena de grullas de papel esparciéndolas por el suelo.

A la mañana siguiente SeungCheol y JiHoon entraron a la habitación, el castaño tuvo cuidado de no pisar nada y el mayor estuvo recogiendo cada grulla con la cesta en mano.

—No quiero verlos a ustedes —Habló MinKi acostando en la cama, mirando hacia la pared.

—Lamentablemente somos tus padres y además las personas que se encargan de tu salud —JiHoon se sentó en la cama, acariciando la espalda del menor.

—Perdón —Murmuró MinKi sin moverse.

—¿Quieres voltearte, cariño? —Pidió JiHoon con voz dulce —Detesto no mirar tu carita.

Desganado, MinKi se volteó, no sin antes asegurarse que venían solos, cubrió parte de su rostro y miró a JiHoon.

—¿Por qué lo hicieron? —Preguntó en un tono triste.

—¿De qué hablas? —SeungCheol terminó de recoger todo y se paró detrás de JiHoon tomando su mano, afirmándolas en el hombro del castaño.

—No se hagan los desentendidos ahora —Exclamó MinKi frunciendo el ceño bajando la sábana de su rostro —De permitir que DoYeon me viera cuando les pedí que no entrara.

—Lo ha hecho todo este tiempo siendo Mushu —Dijo SeungCheol sin detenerse a pensar antes en sus palabras.

—¿Qué? —Abrió los ojos sorprendido, apoyándose en sus codos para levantarse —¿DoYeon es Mushu?

—¡Cheol! —Lo regañó JiHoon.

—¡Creí que ya lo sabía! —Se defendió mirando a su esposo.

—¿DoYeon es Mushu? —Se sentó en la cama sin poder creerlo pero ahora que lo escuchaba todo cobraba sentido, sus miradas, las horas en aquella habitación aún sin decir palabra, su extraña preocupación sin sentido porque supuestamente no se conocían y el evidente coqueteo. No se sorprendió en verlo la noche anterior porque estuvo con él todo este tiempo —¿Cómo fui tan tonto?

—Esto no me corresponde a mí decirlo —JiHoon tomó la mano de su hijo y éste lo miró desconcertado —Pero debes saber toda la verdad, hace meses DoYeon descubrió que le mentiste, que jamás te fuiste de la ciudad y no tardó en llegar a nosotros, él es Mushu y también es quien donó las células madre para tu trasplante. Al parecer no sólo son compatibles en su tipo de sangre.

MinKi se quedó en silencio, procesando toda la información, buscando dónde encajarla.

Sus ojos se llenaron de lágrimas y no sabía si era de tristeza o felicidad.

—Papá —Levantó la cabeza hacia SeungCheol —¿Cómo permitiste que esto pasara? —Susurró dejando una lágrima caer por su mejilla.

—DoYeon no se merecía todos los gritos de anoche —Rodeó la cama y se sentó del otro lado sosteniendo la mano libre de MinKi —Pero te entiendo, te asustaste y quizás aún lo estés —Acarició la mejilla del menor limpiando sus lágrimas —Por tu apariencia física o por estar en esta situación. ¿Sabes que te amo, verdad?

MinKi asintió.

—Yo haría y daría todo por ti —Miró unos segundos a JiHoon —Por ustedes dos pero debo admitir qué hay alguien más dispuesto, no a tomar mi lugar, porque se hizo uno propio en todo este tiempo, pero sí a hacer lo que sea por ti. Buscándote como un loco en urgencias pensando que en algún momento aparecerías a pesar de todo lo que le dijiste, dispuesto a venir todos los días sentándose afuera de esta habitación con la esperanza de que lo llamaras, no dudó en aceptar cuando supimos que eran compatibles, ni siquiera quiso escuchar lo que le harían, venía con los dolores y nunca desistió, hasta que encontró la oportunidad de verte finalmente, aunque fuese haciéndose pasar por un desconocido. Todo para estar contigo, ¿Cómo piensas que me iba a negar al ver como un chico está demostrando su amor no con palabras sino con acciones hacia ti?

El rostro de MinKi estaba empapado en lágrimas, su pecho subía y bajaba con rapidez pero no se sentía mal, había algo dentro de él que lo único que quería era ver a DoYeon, abrazarlo, besarlo y decirle lo mucho que lo seguía queriendo.

Agradecerle por su insistencia.

Por su paciencia.

Por sus detalles.

Por su preocupación.

Por su cuidado.

Por estar ahí cuando más lo necesitó.

Por nunca irse, ni rendirse.

Por su amor.

Por no importarle nada más que querer estar a su lado, aunque tuviese que usar un disfraz de payaso y diariamente maquillar su rostro, el cual ahora quería llenar de besitos por la ardua tarea.

—¿Dónde está ahora?

—Afuera —Contestó SeungCheol.

—Quiero verlo —Dijo MinKi limpiándose sus lágrimas —Por favor llámenlo, díganle que entre o me hará salir a buscarlo.

JiCheol ♡ Amorterapia II: Because it's you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora