JiCheol ♡ Amorterapia II: Because it's you.

Capítulo 48

Seis años después.

DoYeon subió a SunMi en su espalda y corrió con la pequeña por toda la habitación escuchándola reír como pocas veces lo hacía, pero tuvo que dejarla sobre la cama cuando llegó la enfermera de turno a administrarle los medicamentos endovenosos.

—Nos vemos el próximo sábado princesa —Habló DoYeon colocándole la corona que la menor llevaba para todos lados.

Salió de la habitación en busca de MinKi, quien parecía estar muy entretenido jugando con los pequeños en el jardín mientras colocaban sus manos en un lienzo blanco para colgarlo en la pared.

DoYeon se acercó por detrás y levantó a MinKi del suelo haciéndolo reír, el menor no dudó en vengarse por haberlo asustado, marcando sus manos con pintura roja en la bata blanca del mayor.

—Ensuciaste mi ropa —Acusó DoYeon y estiró los brazos hacia los lados para evitar que MinKi saliera corriendo.

—Uhh —El sonido de los pequeños presentes era una prueba de que querían ver una guerra con sus payasos favoritos.

—Tú me asustaste —Reclamó MinKi.

—Uhh.

—Ven acá —DoYeon tomó un tarro de pintura y siguió a MinKi por todo el jardín, arrastró al menor por el césped cuando éste se tropezó, se sentó a horcajadas sobre él y escribió en su frente con pintura amarilla.

—¿Qué me hiciste? —Preguntó MinKi al levantarse.

—¡Propiedad de DoYeon! —Gritó uno de los niños.

—¿Qué? —MinKi frunció el ceño —¡No soy tuyo!

Todo terminó con las pinturas regadas por el césped, con los niños animando la pelea que estaban viendo y con DoYeon y MinKi cubiertos de pies a cabeza con diferentes colores.

Hasta que salió SeungCheol y la fiesta acabó.

MinKi iba en su sexto año de medicina y DoYeon estaba por terminar, no podían seguir comportarse como unos niños en la fundación.

Para DoYeon no fue sencillo escoger el servicio donde quería realizar el internado, prácticamente había pasado por todo el hospital pero oncología pediatríca sin duda fue su zona favorita, el problema es que SeungCheol estaba allí y no era solo eso, sino que también su suegro se convertiría en su supervisor.

De todas formas postuló para el servicio y quedó aceptado, el primer día pensó que sería fácil, SeungCheol lo conocía y su relación hace años había mejorado.

Pero aquel pensamiento se borró cuando vio la sonrisa malévola del mayor, SeungCheol disfrutaba hacerlo sufrir pero no de una mala forma, era exigente, demasiado. Estricto y muy diferente a cómo lo veía fuera del hospital.

Se tomaba el amorterapia muy en serio, además de hacer diagnósticos y presentar informes también tuvo que crear obras de teatro con títeres, buscar chistes en internet, leer cuentos, aprender a hacer figuras con globos.

Era primera vez que veía a SeungCheol en su entorno, donde él mandaba, ahora entendía su reputación en el hospital, era un médico asombroso, un verdadero libro lleno de conocimientos y experiencia pero también de vocación y empatía.

Su rápida manera de llegar a soluciones y de adaptarse a las situaciones estresantes lo dejaba con la boca abierta.

Estaba en sus manos y no quería decepcionarlo.

Por otro lado, MinKi disfrutaba estar en urgencias, estaba en su segunda semana de prácticas luego de haber pasado por neurología, terminaba agotado después de atender a tantas personas, solía llegar a casa a cenar, estudiar y dormir.

DoYeon estaba con ese mismo ritmo porque al parecer su papá SeungCheol le absorbía hasta la última gota de sangre.

No se veían tanto como antes, los fines de semana iban a la fundación y los demás días hablaban por teléfono porque cada uno tenía sus trabajos y estudios.

—Estoy tan agotado —Se quejó DoYeon adoptando la posición fetal sobre la cama. El miércoles por la tarde visitó la casa de MinKi porque estaban de aniversario pero en sus planes no estaba salir a comer o pasear, lo único que deseaban era dormir por tres días seguidos.

—Déjame darte un masaje —MinKi dejó el libro en el escritorio, se sentó en la cama detrás de su novio y colocó las manos sobre los hombros del mayor —Dios, todos tus músculos están tensos.

—El internado es difícil —Echó la cabeza hacia abajo, soltando pequeños quejidos.

—¿Mi papá te trata bien?

—Contesta DoYeon —SeungCheol apareció en el marco de la puerta y los menores se voltearon a verlo —¿Te trato bien?

—Sí señor, estoy estresado por el calentamiento global —Mintió DoYeon.

—Oh... —Miró a su hijo —MinKi continua con el masaje, eso está horrible.

—¿De verdad no estás estresado por mi papá? —Preguntó el menor cuando SeungCheol continuó su camino.

—Él es asombroso —Se acostó en la cama y MinKi hizo lo mismo, mirándose a la cara —Pero es tan...

—Intenso —Rió MinKi y DoYeon se unió a su risa.

—Demasiado —Su cuerpo se relajó al soltar las carcajadas, era lo que necesitaba, estar unos minutos así con su novio. Reírse sin motivos y volver a creer que todo iba a salir bien para los dos.

MinKi era la única persona que lo desconectaba.

Su medicina para tratar el estrés y cualquier otro tipo de problema.

—¡No crean que no los he escuchado! —Exclamó SeungCheol desde el pasillo —DoYeon si piensas que he sido intenso hasta ahora es porque no me conoces, prepárate para mañana.

El pelinegro llevó un cojín hacia su cara para que sus carcajadas no fueran tan escandalosas.

—¡Y MinKi, conozco a tu supervisor de urgencias, fue mi compañero en la universidad, espero que te aprendas todas las patologías del corazón para mañana!

El castaño movió sus piernas y se cubrió el rostro con las manos mientras se reía sin parar.

—Nos van a matar mañana —Habló DoYeon entre risas, las lágrimas cayeron de sus ojos, miró a MinKi y estaba igual.

—Lo sé.