A las nueve de la mañana JiHoon ordenó los papeles y autorizó el egreso de MinKi.
Era extraño, nuevo, emocionante, sus sentimientos estuvieron encontrados desde que tuvo que sacar las fotografías instantáneas de las paredes y desde que se colocó unos pantalones claros y un suéter después de estar dos largos años utilizando ropa de dormir.
Entró a la casa y aquel aroma que lo tranquilizaba limpió sus pulmones haciéndolo suspirar.
Estaba en su hogar.
—Está todo donde lo recuerdo —Comentó cuando entró a la habitación.
—No movimos nada —Dijo JiHoon desde el marco de la puerta, abrazando a SeungCheol por la cintura mientras el mayor rodeaba sus hombros.
—Sabíamos que volverías —Agregó SeungCheol regalándole una sonrisa a su hijo cuando se volteó a verlos.
—Ahora debo retomar mi vida —Miró por la ventana, se sentía pequeño en el mundo, alejado, como si hubiese estado perdido en otra galaxia durante todo este tiempo y ahora debía adaptarse nuevamente.
—Te ayudaremos —Habló SeungCheol —Con el instituto no te preocupes, lo retomarás el lunes y contrataremos a los tutores necesarios para que te pongas al día.
—Estaremos contigo en cada paso —JiHoon le sonrió al menor —Siempre nos tendrás para ti.
MinKi se quitó el gorro de lana dejándolo sobre la cama, desordenó su cabello y corrió hacia sus padres para abrazarlos.
No estaba llorando de tristeza, estaba inmensamente agradecido, fácilmente podría haber muerto hace años, podría haber muerto ahora y quizás sería fácil tomar el papel de víctima, preguntar por qué una enfermedad tan cruel como el cáncer lo había elegido a él, podría buscar un culpable, podría haber dejado que la llama que vivía en el interior de su corazón se apagara, él podría haberse apagado.
Podría culparse por la muerte de sus padres.
Por causarle tristezas a sus padres adoptivos.
Tenía millones de razones para querer desaparecer del mundo.
Sin embargo, tenía una nueva oportunidad de vivir que valía mucho más porque dentro de aquella oportunidad sus sueños y metas sobraban, quería acabar el instituto, ir a la universidad, seguir viendo a sus padres cada mañana, sintiendo su amor con palabras y gestos que no olvidaba, quería verlos envejecer juntos y confirmar de que el verdadero amor existía.
Quería continuar su relación con DoYeon, tener citas comunes y corrientes porque las extrañaba un montón, quería decirle "juntémonos esta tarde en la plaza", "vamos al cine", "estoy afuera de tu casa".
Estaba ansioso por esos pequeños detalles que normalmente la gente no aprecia y no lo hace porque piensa que tiene su vida asegurada.
Piensa que mañana despertará como siempre, que tendrá lo mismo o más, seguirá luchando por obtener la felicidad cuando en realidad la tiene ahí, frente a sus ojos y no es capaz de verla.
Porque los humanos vemos la felicidad en una casa grande, en un auto último modelo y en una cuenta bancaria con muchos ceros.
La vida cambia en un segundo, en instantes puedes perder la vista, la capacidad de caminar y moverte, de hablar, de relacionarte y entonces ahí te darás cuenta de todo lo que pudiste disfrutar y jamás lo hiciste, todo lo que faltó vivir.
Pero así somos las personas, debemos perder algo pequeño para darnos cuenta de que lo teníamos todo.
—Gracias por amarme tanto —Su cuerpo tembló pero fue rodeado por los brazos de sus padres que lo calmaron.
Hicieron un almuerzo de bienvenida pero Hansol y SeungKwan aprovecharon de anunciar que adoptarían a un pequeño de cinco años, ya estaba casi todo listo, sólo debían esperar a que los llamaran para ir a buscar a su hijo.
Después de la comida DoYeon y MinKi salieron de la mano al jardín de la casa mientras los adultos hablaban sobre el nuevo integrante del grupo.
—¿Por qué te adelantaste tanto? —Habló MinKi balanceando su mano con la del mayor —Ya estás segundo año de medicina mientras yo debo acabar el instituto.
—Porque decidiste tomarte un descanso —Se detuvieron en medio del jardín y se giraron mirándose a la cara.
—Descanso —MinKi rodó los ojos.
—Donde me hiciste sufrir —Bromeó el pelinegro.
—Tonto —Sonrió y DoYeon tomó su mentón, se encorvó hacia él y lo besó con ternura.
—Si quieres el lunes te voy a dejar —Se ofreció y la respuesta fue inmediata, MinKi deslizó los brazos por dentro de su chaqueta para rodear su cintura, levantó la cabeza y le sonrió.
—Te lo iba a preguntar pero no sabía si estarías ocupado, chico universitario —Sacó la lengua haciendo reír al mayor.
—¿Sabes? —Abrazó a MinKi y acercó sus labios al oído del menor —Tus padres con sus amigos nos están espiando por la ventana.
—¿Están con sus móviles? —Rió el castaño.
—Sí.
—Entonces abrázame más fuerte para que obtengan buenas imágenes.
El lunes por la mañana MinKi bajó por las escaleras de la casa, llevaba puesto el uniforme del instituto, se despidió de sus padres y devoró la tostada con mermelada de fresa que alcanzó a sacar, corrió arreglándose la corbata pero terminó enredándose con las mangas de la mochila.
—Siempre es lo mismo contigo —Habló DoYeon antes de que MinKi chocara con él, el menor se detuvo y su corazón se paralizó al retroceder en el tiempo.
DoYeon dio unos pocos pasos y arregló el desastre que era su novio en ese momento. Amaba verlo ahí, amaba ver su desastre y amaba ver su carita temprano por la mañana otra vez aunque tuviese mermelada de fresa en la comisura de su labio inferior que limpió con su dedo índice para luego llevarlo a su boca.
—Vamos —Estiró su brazo y MinKi miró su mano.
—¿No caminaré detrás de ti? —Molestó el menor intentando verse serio.
—Desde hace tiempo caminas a mi lado.
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JiCheol ♡ Amorterapia II: Because it's you.
Fanfic➳ Written by GaabyKookie ♡ La vida de MinKi nunca ha sido del todo común, parte de ella la vivió dentro de un hospital, con exámenes, terapias y una pila de medicamentos que parecía nunca tener un fin. Los doctores SeungCheol y JiHoon llegaron a cam...