Capítulo 22

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Hacer el ingreso de MinKi le estaba destrozando el alma, terminó con los papeles y salió del servicio un momento para tomar aire fresco, no podía derrumbarse aunque no sabía cómo aún podía mantenerse en pie, deseaba esconderse en un rincón y no salir hasta que le aseguraran de que su hijo estaba bien.

Pero él sería su médico tratante, junto al equipo de salud, no debía caer.

Suspiró profundamente y en ese instante su móvil comenzó a sonar.

—Doctor Lee —Habló una voz femenina desde el otro lado de la línea telefónica.

—¿Sí?

—Aquí hay alguien que está preguntando por su hijo, MinKi.

JiHoon cortó la llamada y fue a comprobarlo por él mismo, efectivamente, desde lejos pudo ver a DoYeon caminando de un lado hacia otro con el uniforme del instituto, tenía la mochila de MinKi en sus manos, miraba la puerta de salida cada cinco segundos, esperando que en algún momento saliera el menor.

Eso no iba a suceder.

Volvió al servicio y entró a la habitación de su hijo, MinKi estaba acostado, mirando hacia la pared, algo en ello le recordó a la primera vez que lo vio, haciéndose el dormido para no hablar con nadie, ni siquiera con sus padres de sangre.

—DoYeon está urgencias —Habló ganándose la atención inmediata del menor, MinKi se volteó sentándose.

—No le han dicho nada, ¿Verdad? —Preguntó asustado.

—¿Él no sabe acerca de tu patología?

—¿Cómo se supone que se lo iba a decir? —Arrugó su frente —No quiero que me mire con lastima y que se quede a mi lado por estar enfermo.

—MinKi no digas eso.

—Necesito ir a urgencias —Pensó en voz alta mirando a su papá.

—No puedes salir de aquí, los medicamentos están pasando hacia tu torrente sanguíneo —Apuntó los sueros conectados hacia el brazo de MinKi —Deben hacer efecto.

—Papá, serán solo cinco minutos —Habló MinKi tomando su mano —Por favor, necesito hacerlo.

Se cambió de ropa al uniforme del instituto con el que llegó al hospital, bajó por el ascensor junto JiHoon y le pidió que lo esperara.

DoYeon suspiró aliviado cuando lo vio, el alma regresó a su cuerpo y sonrió —Oye bonito, me estabas asustando, vine apenas terminaron las clases, traje tus cosas.

MinKi recibió la mochila y asintió.

—¿Sabes? —Sonrió nervioso —Aquí no dan información a los novios de sus pacientes, he insistido más de cien veces en el mesón pero esa señora se rehusó a decirme qué estaba pasando contigo, sé que no estamos casados pero estaba muy preocupado por ti... Deberían cambiar eso, la espera fue desesperante, ¿Estás bien?

—Sí —Respondió MinKi —El desmayo fue por no haber comido bien en la última semana.

—Lo sabía, estas bajando de peso, te lo dije pero ahora te cuidaré y me aseguraré de que almuerces bien en el instituto —Lo apuntó con su dedo índice en forma juguetona.

—No —Desvió la mirada —No voy a volver al instituto.

DoYeon frunció el ceño —¿Qué?

—Estuve días pensando en cómo decírtelo pero creo que es hora de que lo sepas —Lo miró a los ojos, manteniéndose tranquilo, sin una pizca de emoción en su mirada.

—¿De qué estás hablando?

—Me mudaré de ciudad, mis padres han conseguido un empleo mejor y salimos esta noche —Soltó y luego mordió su lengua, esperaba que le creyera.

—No puede ser —Negó con la cabeza.

—Lo siento.

—No importa, podemos seguir con nuestra relación a la distancia, da igual, yo te quiero —Intentó tomar las manos de MinKi pero el castaño dio un paso hacia atrás.

JiHoon frunció el ceño al verlo.

—No.

—MinKi qué pasa —Preguntó acercándose al menor.

—Yo no siento nada por ti —Dijo cortante, no tenía otra opción —La única razón para haber estado todo este tiempo contigo fue por conveniencia, no quería que me molestaran y te utilice como un guardaespaldas.

—Eso es mentira.

—Al principio me hice el tímido y el estúpido para que te compadecieras, las cosas se salieron de control cuando me confesaste que te gustaba —Apretó los puños y miró sus zapatos —Si te decía que yo no sentía lo mismo me dejarías a la deriva y no me convenía tenerte de enemigo.

—No, deja de mentirme —Elevó el tono de voz, buscando dónde estaba la broma —Ni siquiera me miras al decirlo, estás mintiendo.

Se armó de valor y se preparó emocionalmente para destruir el corazón de DoYeon, no se lo merecía pero tampoco se merecía estar con alguien que en cualquier momento podía morir, esto lo olvidaría, conseguiría otro novio y lo que tuvieron se volvería un oscuro recuerdo. Lo miró a los ojos y tensó la mandíbula —Siempre me ha gustado SooHyun.

—Él se rió de ti —Frunció el ceño, nada tenía sentido.

—Pero nos enamoramos —Su voz estuvo a punto de quebrarse, se volteó en dirección a JiHoon pero DoYeon lo sujetó del brazo, deteniéndolo.

—¿Nos enamoramos? —Podía escuchar cómo se formaban las grietas en su corazón.

—Debo irme.

—No, no —Afirmó a MinKi por los hombros —¿Cómo que se enamoraron?

El castaño guardó silencio, quería llorar, lanzarse a sus brazos y decirle que se quedara a su lado sin importar lo que pasara pero estaría siendo un egoísta con alguien que no se merecía estar horas en un hospital en lugar de estar afuera, disfrutando de la vida y siendo feliz.

—Suéltame —Apretó los dientes, DoYeon aflojó el agarre y MinKi se alejó —Es mejor que te vayas, no te quiero ver nunca más.

Caminó decidido, dejando atrás a DoYeon, a su primer amor.

Su mirada asustó a JiHoon, era triste, vacía, el antiguo MinKi que conoció hace años atrás era el mismo que estaba frente a él en ese momento, el mismo que quería morirse y alejar a todos de su lado.

—Listo —Apretó el botón del ascensor —DoYeon no volverá a este lugar.

—¿Qué le has dicho?

—Terminé con él —Respondió con una expresión seria.

—MinKi esa no es una solución.

—Papá —Lo miró a los ojos —Tú puedes controlar mi terapia, mi dieta, mis medicamentos, mis horarios en este hospital, es tu servicio pero yo sé cómo manejar la relación que tenía con DoYeon. Mientras más me odie, mejor estará él y no tendrá que llorar cuando su novio se muera.

JiCheol ♡ Amorterapia II: Because it's you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora