JiCheol ♡ Amorterapia II: Because it's you.

Capítulo 41

La ceremonia de graduación comenzó a las seis de la tarde, MinKi estaba al tanto del importante evento pero no quería sentirse mal por el hecho de no poder estar junto a DoYeon en ese momento.

Sin embargo, hubiese querido acompañarlo al baile de esa noche, DoYeon le dijo que no había invitado a nadie pero aquello no era lo que le preocupaba, un compañero de baile no debía ser precisamente su novio o tener que besarlo por obligación a media noche.

Se despidió de sus padres y tomó su móvil mirando las fotografías que había sacado durante todo el mes, sonrió y se acomodó en la cama para dormir.

Por otro lado, SeungCheol y JiHoon pasaron a recoger a los abuelos de DoYeon y juntos llegaron al instituto, sacaron fotografías y aplaudieron emocionados cuando llamaron a DoYeon al escenario para entregarle su diploma de graduación.

—Felicidades —JiHoon recibió a DoYeon en sus brazos.

—Muchas gracias —Sonrió cuando el castaño acarició su mejilla con ternura, era como si estuviese orgulloso de él.

—Felicidades —SeungCheol estiró los brazos con una sonrisa en los labios abrazó al menor.

—Gracias doctor Choi —Correspondió al abrazo.

—He hablado en el servicio para que te dejen entrar pasada la media noche —Murmuró SeungCheol en el oído del menor —Por si quieres ir a verlo un momento después de baile.

DoYeon se alejó y asintió —Gracias, de verdad muchas gracias.

El evento acabó al anochecer en un cóctel que habían preparado en el instituto y JiHoon le envió a MinKi fotografías de DoYeon con su birrete, se veía tierno a pesar de que en su mirada se podía saber que algo le faltaba, más bien, alguien.

A las diez de la noche DoYeon se sacó la toga, birrete y estola quedándose con un traje formal, utilizando los zapatos elegantes que le había regalado SeungCheol. Desde el pasillo pudo oír la música del gran salón, iba solo y en realidad no le molestaba porque su mente estaba en otro lugar.

Estuvo bebiendo y comiendo, mirando a los estudiantes bailar y disfrutar, sus abuelos y los padres de MinKi tenían razón, no volvería a tener otra graduación de instituto y no debía perderse esos momentos pero la realidad es que lo único que deseaba era irse, intentó distraerse pero acabó sentado en un rincón mirando a todos de lejos.

Cerca de la media noche colocó en su hombro derecho la chaqueta y tomó la flor blanca que le pertenecía a MinKi.

Llegó al hospital y efectivamente no tuvo problemas en ingresar al servicio, los paramédicos y enfermeros ya lo conocían y podían imaginar de dónde venía por su vestimenta.

Abrió la puerta de la habitación y MinKi estaba pintando sobre la mesita de la comida.

—¿DoYeon? —Preguntó el menor colocándose su gorro de lana y haciendo a un lado la mesa. Impresionado por lo guapo que se veía su novio sus labios se separaron levemente —¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en el baile?

DoYeon asintió en silencio, dejó la chaqueta del traje a los pies de la cama y sacó su móvil, buscó una canción y la dejó sobre la mesita de noche junto a la flor blanca, se acercó a MinKi tomando sus manos y lo levantó con cuidado dejándolo confundido.

—Tendremos nuestro propio baile aquí —Habló el pelinegro, MinKi dio un paso hacia adelante y terminaron enredándose con las bajadas de suero, se miraron y rieron.

Se acercaron a la ventana dejando que la luz de la luna alumbrara sus rostros y fuera el único testigo de ese momento en el que una suave melodía los hacía mover los pies en el mismo lugar debido al porta sueros portátil que estaba a un lado de MinKi.

A DoYeon no le importó, su mente se centró en brindar suaves caricias en la espalda de MinKi, dejando que las manos del menor rodearan su cuello, respirando en aquella zona que lo hacía sentir en casa.

—Mi nombre está en tus labios —DoYeon cantó en voz baja sintiendo como MinKi se estremecía al sentir el aliento en su oído, lo estrechó entre sus brazos y continuó —Finalmente encontré mi color, todo se está volviendo claro. Mi vacío... se está llenando contigo.

—La persona que me consuela, la que me envuelve cuando estoy sintiendo dolor —Continuó MinKi separándose para mirar a DoYeon, sus ojos brillaban más que cualquier estrella en el cielo —Todo lo haces tú.

—La persona que me hizo sonreír otra vez, la persona que día a día me hace feliz eres tú —Susurró bajando sus manos hasta la cintura del menor.

—Por qué... —Sus palabras buscaban una respuesta cada día. Levantó la cabeza mirando a DoYeon.

—Porque eres tú —Respondió tomando la mano de MinKi para besarla y luego entrelazar los dedos —La persona que me ha enseñado a amar sin límites.

Por instinto, ambos se inclinaron hacia adelante, buscando unir sus labios en un profundo beso que reafirmaba una vez más su adolescente amor.