JiCheol ♡ Amorterapia II: Because it's you.

Capítulo 49

La partida de los abuelitos Jeon fue una noticia devastadora para todos.

DoYeon se refugió en MinKi, intentó ser fuerte pero jamás imaginó el gran dolor que sentiría en su pecho con la ausencia de ellos, de las personas que lo criaron como un hijo y que le entregaron todos los valores que hoy en día conservaba.

Fue un tiempo complicado pero tenía la satisfacción de que estaban juntos, descansando y continuando con su amor en otra vida. Los padres de MinKi se hicieron cargo de él en muchos sentidos, emocionalmente, con pequeños detalles como preguntarle si había cenado, invitándolo seguido a casa para distraerlo, hasta parecían una familia.

Y estaba agradecido.

Pero ya era un hombre y debía hacerse cargo de él, podía hacerlo, sólo le faltaba una semana para terminar la universidad, buscaría trabajo y continuaría con su vida con un hermoso recuerdo y legado que le habían dejado sus abuelitos.

Y así fue.

—Felicidades doctor Jeon —MinKi corrió hacia su novio y lo abrazó cuando la ceremonia finalizó, le entregó un obsequio que esperaba le gustara; un estetoscopio con sus iniciales grabadas, y al parecer fue así porque cuando DoYeon lo abrió la sonrisa se dibujó enseguida en su rostro.

—Gracias —DoYeon besó la frente de MinKi y caminaron abrazados hasta los padres del menor.

—Tus abuelitos deben estar muy orgullosos de ti —Dijo JiHoon cuando abrazó a DoYeon.

—Eso espero —Apretó sus labios para no llorar, no estaba triste pero hubiese deseado que estuviesen allí acompañándolo, siempre soñó con que ellos lo vieran titulado y que se dieran cuenta de que habían hecho un gran trabajo criándolo.

Ahora debía conformarse con que lo estaban mirando desde arriba.

Pero él no los podía mirar y eso era lo que más le dolía.

—Hemos preparado una cena en casa para ti —Habló SeungCheol al deshacer el abrazo, tomó la mano de su esposo y éste asintió con la cabeza.

—Gracias —Les regaló una sonrisa de agradecimiento.

Caminaban detrás del matrimonio, MinKi deslizó el brazo por la cintura del mayor y le sacó el birrete para ponerlo sobre su cabeza, DoYeon lo acercó a su cuerpo y el castaño se hizo a un lado.

—¿Qué tienes ahí? —MinKi apuntó el bolsillo de su pantalón de tela.

—N-Nada —Frunció el ceño y luego sonrió, intentando verse relajado.

—Está duro —Abrió los ojos más de lo normal, DoYeon arqueó una ceja con una sonrisa pícara que lo hizo reír, lo abrazó de nuevo y continuaron caminando —Sucio.

—Yo no he dicho nada —Sonrió divertido al ver el sonrojo en el menor —No puedes acusarme.

Definitivamente DoYeon esperaba encontrarse algo completamente diferente en casa de la familia Choi, una cena sencilla, incluso ya había pensado llegar a ayudar a cocinar pero la sala estaba llena de globos dorados, con un lienzo donde era felicitado por su graduación, dándole la bienvenida al nuevo doctor de la familia. En la mesa habían distintos tipos de aperitivos y bebidas, la cena era deliciosa, mucho más de lo que hubiese imaginado.

Y el ambiente que se había formado en el comedor era perfecto para la proposición que había decidido hacer meses atrás, el gran paso que planeaba dar después de acabar la universidad.

—¿Sabes cuánto me molestó el director del hospital para que fueras parte de nuestro equipo? —Preguntó SeungCheol intentando tomar un trozo de patata que se le escapaba en el plato, de pronto apareció el tenedor de JiHoon que logró tomarlo y lo llevó hasta su boca —Dejaste una buena impresión.

—Fue todo gracias a sus referencias —Movió su pie ansioso bajo la mesa.

—No me dejes todo el crédito, es la recompensa de tu esfuerzo.

—Escuche que varios servicios quieren trabajar contigo —Agregó JiHoon mirando al adolescente sentado junto a su hijo.

—Cuando la universidad arregle mis papeles y ya este en el sistema de salud iré al hospital para buscar trabajo.

—Me parece una buena idea —Asintió JiHoon con una sonrisa, buscó la mano de SeungCheol por encima de la mesa y el mayor lo miró con dulzura.

Ese era el momento indicado.

Miró de reojo a la familia, todos estaban cenando así que bajó su mano disimuladamente al bolsillo de su pantalón.

Desde el primer día en esa casa fue directo, como cuando admitió que le gustaba MinKi.

Buscó la valentía de ese día y sacó una pequeña cajita de terciopelo, dejándola sobre la mesa.

MinKi casi se ahoga con la comida, JiHoon se percató y golpeó suavemente el codo de su esposo.

—Quería hacer esto cuando terminara de estudiar y poder tener algo que ofrecer —Levantó la cabeza mirando a los mayores —Ustedes saben que los aprecio y respeto mucho, por eso... me gustaría saber si me darían el permiso de casarme con MinKi, no será mañana o la próxima semana —Posó sus ojos en el castaño junto a él —Quiero que acabe la carrera, yo lo amo y quisiera en algún momento compartir nuestras vidas.

DoYeon no sabía si el rotundo silencio era una buena o mala señal, ya lo había dicho, ya había enseñado la argolla que compró con tanto esfuerzo, faltaba el permiso.

SeungCheol y JiHoon se miraron sin saber qué decir, DoYeon los había tomado por sorpresa.

—Creo que esa pregunta deberías hacérsela a la persona que está a tu lado —Habló JiHoon.

—Me gustaría tener su aprobación primero.

—Por mi no hay ningún problema —JiHoon le regaló una cálida sonrisa.

DoYeon asintió con la cabeza y miró al pelinegro —¿Doctor Choi?

—Cuando MinKi termine su carrera —SeungCheol juntó las manos y esa mirada malévola apareció.

—Sí señor.

—Si lo haces llorar ya sabes lo que te pasará, ¿Verdad?

—Me lo puedo imaginar —Tragó saliva sonoramente y JiHoon golpeó el hombro de SeungCheol.

—MinKi es mi bebé —Su rostro se relajó, viéndose amable y comprensivo —Con JiHoon hemos luchado por su felicidad y por darle todo lo que ha necesitado, es nuestro tesoro.

—Lo sé.

—Y creo que eres la persona indicada para seguir cuidando de nuestro tesoro —Elevó una de las comisuras de sus labios —Porque MinKi te cuidará y amará más que a nada.

—¿Me da su permiso?

—Adelante —Movió su mano hacia su hijo —Puedes preguntarle.

DoYeon tomó la cajita con las argollas y se volteó hacia MinKi, el menor estaba tan nervioso como él, podía saberlo sólo con mirarlo a los ojos.

—MinKi —Comenzó a hablar, humedeció sus labios y se le escapó una sonrisa —¿Te casarías conmigo?

MinKi no tenía nada que pensar, amaba a DoYeon con locura y nada le hacía más ilusión que compartir su futuro con la persona que le había robado su corazón.