JiCheol ♡ Amorterapia II: Because it's you.

Capítulo 15

MinKi se despidió de sus dos papás dándoles un beso en la mejilla, salió de casa a la misma hora de siempre pero le extrañó no ver a DoYeon donde normalmente se reunían.

Una sonrisa se dibujó en su rostro y apuró el paso cuando lo vio afuera del instituto hablando con otro chico que iba en la misma clase pero aquella brillante sonrisa fue desapareciendo a medida que se fue acercando.

—¡Si vuelves a decirlo te rompo la cara! —Exclamó DoYeon enfadado, tomó al otro estudiante del cuello de la camisa y lo estampó en la pared.

El señor de la portería estaba con el autobús donde llegaban los niños pequeños así que MinKi aprovechó de tomar a DoYeon del brazo antes de que se diera cuenta.

Podían expulsarlo.

—¡Suéltame! —DoYeon alejó a MinKi y miró al otro chico —Espero que seas inteligente y te largues ahora.

MinKi lo miró confundido, sabía que DoYeon era un chico serio y solitario en el instituto pero nunca lo había visto tan enojado, ni siquiera para defenderlo de las burlas que afortunadamente ya no recibía.

—¿Qué ha pasado? —Preguntó el castaño volteando al mayor, sujetando su mano pero DoYeon la retiró.

—Nada —Contestó sin poder mirarlo a los ojos.

—¿Nada? —Alzó sus cejas, no era tonto —No creo que por nada hayas estado a punto de golpear a ese chico.

—¡No fue nada! —Gritó asustando a MinKi, haciéndolo abrir los ojos a tope y acelerar su corazón, suspiró y miró hacia otro lado —Iré al baño a mojarme la cara.

MinKi seguía sentándose junto al pupitre de SooHyun, había pedido que lo cambiaran de lugar pero el profesor no lo dejaba, a pesar de eso podía ver a DoYeon en los asientos de adelante, estaba serio, bueno, normalmente era así pero algo le pasaba.

En el primer receso de la mañana MinKi lo siguió por todo un pasillo, caminando detrás de él en silencio.

—Perdón —Dijo de pronto, deteniéndose y haciendo que MinKi dejara de caminar también —No quería gritarte.

—Me asustaste —Susurró el castaño.

DoYeon se volteó, tomó la mano de MinKi y la llevó hasta su mejilla —No me gusta que hablen mal de ti.

—¿Qué has escuchado? —Levantó la cabeza.

—Alguien del salón te vio en una fundación para personas con cáncer el fin de semana pasado —Contestó cerrando los ojos, sintiendo el suave tacto de la palma de MinKi en su piel —Y con eso de las cirugías andan diciendo que estás enfermo, no pueden jugar con algo tan delicado.

El mundo de MinKi giró al escucharlo, mareándose, parpadeó rápidamente y DoYeon sonrió.

—Deja de coquetearme porque no funciona —Habló el pelinegro y MinKi guardó silencio —No dejaré que nadie hable mal de ti, inventan sin saber.

Después de clases se quedaron en la biblioteca estudiando matemáticas, desde el primer ejercicio MinKi supo que debería tener paciencia, DoYeon era lento aprendiendo pero no se detendría hasta verlo aprobar.

—Cuéntame sobre ti —Dijo MinKi, se tomaron un descanso donde apoyaron sus cabezas sobre la madera mirándose a los ojos. Se encontraban al final de un pasillo donde el aroma exquisito de los libros viejos era más intenso.

—No hay mucho que decir.

—Vamos —Acomodó los brazos bajo su cabeza —Quiero conocerte más.

—No sé —Hizo una mueca con los labios —¿Qué quieres saber?

—¿Dónde están tus padres?

—Directo al grano —Rió moviendo su pie para golpear a MinKi suavemente por debajo de la mesa.

—Lo siento.

—No te preocupes, mis padres fallecieron cuando tenía cuatro años y desde entonces mis abuelos paternos se hicieron cargo de mí —Contestó mirándolo a los ojos —Ellos andaban en drogas y el que yo naciera no los detuvo, era cuestión de tiempo para que esa cosa acabara con sus vidas.

—Lo siento mucho —Movió su mano buscando la de DoYeon, estaba cerca de su pecho con una calidez que se extendió por todo su cuerpo cuando la tocó.

—Pero tengo a mis abuelos —Sonrió desviando la mirada —Y aunque ahora están muy ancianos y enfermos, no elegiría a otras personas para que me hubiesen criado.

MinKi soltó la mano de DoYeon para levantarla y acariciar su mejilla. Sus miradas se conectaron sintiendo como el tiempo se detenía.

—Y tus padres son médicos —Habló el mayor.

—En realidad ellos no son mis padres —Confesó sin miedo, con DoYeon no lo sentía —Es decir, los amo como si lo fueran pero me adoptaron.

—¿Qué les pasó a tus padres?

—Fallecieron, ellos... querían mi bienestar y tomaron esa decisión.

—¿Y cómo resultó? ¿Fue para tu bienestar?

—Sí —Respondió sin titubear —Y lo que escuchaste es cierto, los fines de semana voy a una fundación de cáncer.

—¿Eres voluntario?

MinKi asintió —Algo así, les ayudo a mis papás, ellos la manejan. Y sí, me visto como payaso para los niños.

—Eso me gustaría verlo —Dijo burlón.

—Quizás algún día.

—Debe ser gratificante —Sonrió DoYeon —Es decir, le llevas felicidad a todos esos niños que en algún momento se irán al cielo.

—Sí —Bajó la mirada con un semblante triste —Todos terminan yéndose al cielo.