capítulo 30

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LA DUDA
capítulo 30
-vaya quien se habra a atrevido a casarse con ese pedante?- dije sarcástico.
-bueno...no se pero eso es algo q no debe importarnos... Hay muchas hectáreas q nos separan, el único lugar donde se unen las haciendas es cerca del río- dijo Andrew
La idea de ser vecino de ese tipo me molesto, pero Andrew tenia razón la casa grande de cada hacienda estaban tan alejadas q era muy dificil llegar caminando, nisiquiera se podían ver, desde uno de los balcones.
Llegamos a la hacienda, mi padre la nombro Luz de Luna en honor a mi madre.
-papi! Papi!! Mira cuantos árboles!! Todo es muy bonito!- dijo rini mientras daba vueltas por el gran jardín principal.
-vengan les mostrare sus habitaciones- dijo Lita
El lugar estaba tal cual lo habia dejado, los grandes árboles rodeando el jardín, las blancas cornisas, los bellos balcones donde mi madre me veia jugar, las escaleras con detalles de talavera, traída desde Puebla, en México, la fuente del centro, el canto de las aves, el sonido del río a lo lejos, todo era hermoso quisas mas de lo q recordaba.
Los empleados estaban reunidos, desde las cosineras hasta los peones nos dieron la bienvenida, Rini estaba tan feliz, de conocer gente nueva, y sobretodo a los hijos e hijas de los trabajadores, agradecí tal cortecia y me retire a mi cuarto, solo quería dormir un poco.
-Lita... Puedes encargarte de contratar una nana para Rini?- pregunte ya q si bien yo estoy al pendiente de ella, se q mi niña nesecita cuidados mas especializados, algo mas maternal.
-pero Darien me ofendes!.. Yo cuidare a Rini nada de nanas...ella es como una hija para mi...no dejarte q cualquier desconocida la cuide!- dijo seria
-esta bien... Recuerda su condición no puede fatigarse demasiado, te la encargo ella es muy sencible, aun no le he dicho q su madre no volvera...- ella me miro y dijo:
- tranquilizate yo sabré cuidarla-
Le explique todo lo q tenia q saber respecto a los cuidados de Rini, de la cual se escuchaban sus gritos y risas por toda la casa, ya q se encontraba jugando con los demás niños.
Salio de mi cuarto, y mire por el balcón, el cielo estaba totalmente despejado, el sol iluminaba los senbradios, respire profundo, volvi a entrar trajeron mi equipaje solo saque una de las fotos de Serena q coloque junto a mi cama. Medí un baño, dormir por unas horas, ya q el cambió de horario me afecto, me levante por la tarde ya q la ama de llaves, llamo a la puerta.
-adelante- dije
-disculpa Darien...pero tengo q acomodar tu equipaje- dijo
-no t preocupes...Neherenia adelante, sabes tengo ganas de montar hace mucho q no lo hago, espero no haberlo olvidado, y mi hija?- pregunte mientras buscaba una ropa apropiada, para eso.
-la niña Rini... Esta durmiendo la Señora Lita le dio un baño, comió un poco y quedo rendida, esta en la habitacion q ocupabas cuando niño, Darien-contesto mientras abría las maletas
-gracias...- sali de la habitacion, Neherenia tenia años trabajando para mi familia, creo q desde antes de q yo naciera.
Me diriji a las caballerizas, todos me miraban y saludaban, eran rostros gratamente conocidos.
-joven Darien...cual caballo quiere? Gusta q le prepare...el plateado?- pregunto uno de los peones
-mi portillo?- pregunte; mi madre me lo regalo.
-bueno joven ya no es un potrillo, ya es todo un corsel...ademas es uno de los mas bonitos de la región, y muy veloz...es un hermoso ejemplar- dijo mientras caminábamos hacia donde estaba el caballo.
Al verlo quede maravillado, era hermoso, grande fuerte imponente...el caballo clavo su mirada en mi pareciera tonto pero sentí como si me hubiera reconocido, me acerque a él y acaricie uno de los costados de su cara, el caballo solo hizo un ruido. El peón puso la silla de montar, y me subí en él.
-joven quiere q lo acompañe?- pregunto
-no, gracias aun recuerdo bien toda esta hacienda solo quiero despejarme- tire de la rienda y comense a cabalgar, el caballo era muy dócil tal y como cuando de niño lo montaba.
al principio tenia miedo, pero rápidamente entre en confianza y galope mas y mas rápido, sentía el viento recorrer mi cuerpo, galopaba cerca del río, tome un descanso para q el caballo tomara agua, camine uno metros río a bajo, cuando vi algo q me dejo muy sorprendido.
Una mujer de rubia y cabellera, de inmediato vino a mi mente Serena, en silencio, me acerqué, ella de disponía a bañarse en el río, quería ansiosamente ver su rostro, sabia por el lado en q se encontraba q era gente de la hacienda de Seiya.
- amor!! Es hora de irnos lo lamento pero me surgió un problema!- era Seiya q se acercaba a ella. Y miraba al rededor para ver q nadie estuviera observando. Pero yo estaba oculto entre la vegetación.
-ok, amor pero me debes un baño en el río!- contesto la mujer cubriendo su espalda q estaba desnuda. El timbre de su voz me parecio conocido, incluso me recordó al de Serena, pero sabia q eso era imposible. Seiya y la mujer se besaron, yo por mas q trate de ver su cara, no pude su cabello y cuerpo de Seiya me lo impedía, este la cargo y la mujer colocó sus brazos al rededor de su cuello y acomodo su cabeza en su pecho, los vi alejarse entre los árboles. Esa mujer llamo mi atención de sobremanera, ahora solo quería saber quien era, solo eso.

LA DUDA (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora