32. Miento, te extraño.

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Capítulo 32.

Narra Paulo.

Pensé en levantarme y entablar una conversación. Pero cuando supe que si hablaba con él, tenía que responder a su pregunta de si todavía me pasa algo o no, me decidí a no hacerlo. Esquivo tanto el tema que me parece que en cualquier momento me voy a chocar con la pared, es inevitable.
A la mañana siguiente, me despierto cuando suena mi alarma y al levantarme, Kichan no está. Qué raro, todavía es muy temprano. El desayuno lo habilitan recién a las 8. Me voy al baño a lavarme los dientes y la cara, y no puedo dejar de pensar en lo que pasó anoche. Me siento bien, me hace bien saber que él está tan interesado en mi, y mi corazón hace un click. No será momento de aclarar los tantos? Decirle que no sé que me pasa? En realidad si sé, pero lo estuve evitando todo este tiempo. No, basta de pensar así, tengo que seguir tal y como hasta ahora: somos buenos amigos y lo vamos a mantener. Después de unos minutos de meditación, me voy a cambiar.

Narra Kichan.

Gracias -agarro el control remoto-

Me encamino de nuevo a la habitación. El control del split no tenía más pilas y vine a que las repongan. Subo por el ascensor y al dirigirme por el pasillo, ya se escucha como los pibes se empiezan a levantar. Cuando estoy por entrar a mi habitación, escucho voces del otro lado. Paulo.

"Me vas a matar, ya sé... Ya sé que soy vueltero, pero te amo. Te amo de verdad, y no quiero que lo nuestro se termine. Sos la única persona en el mundo que me hace sentir ésto. Me cambiaste la vida"

Retiro mi mano del picaporte. Veo a lo lejos venir a Gio Simeone y me acerco a él.

Viejo, vas al desayuno? -golpeo su hombro-
Si... Como todos, supongo... Estás bien? -frunce el ceño-
Si, más vale... Vamos juntos -lo sigo-
Y tu ropa de entrenamiento? -me apunta-
Después me cambio, estoy cagado de hambre -me toco el estómago-

No se termina de convencer de lo que le digo y sinceramente no me importa. Lo único que quería era salir de ahí.

Narra Paulo.

Para que voy a intentar mentir? Estoy como idiota, ya listo, esperando sentado en la cama que venga y bajemos juntos a desayunar. Como no aparece, pensé en mandarle un mensaje pero me percaté de algo: lo tengo bloqueado. O lo tenía, ya ni me acuerdo. Me levanto frustrado y bajo. Cuando llego, lo veo a lo lejos riéndose con un grupito y me da por las pelotas. No entiendo por qué, si el que no quiere nada soy yo. Qué complicado soy. Tomo asiento y voy a lo mío. Como hoy tenemos partido, toca gimnasio. Tranqui. Se reorganizan los grupos y voy a la cinta. Para mi sorpresa, en la de al lado está mi compañero de habitación.

Hola, no te ví en todo el día -le paso la mano-

Soy un pelotudo. Por qué le paso la mano? Si está caminando, es obvio que no puede saludarme estando en movimiento.

Ey, hola -apaga la máquina-
Eh... -le golpeo el brazo- No hace falta -subo a mi cinta-

Y se baja y me pasa la mano. Sonrío ante esto y retoma su trabajo.

Te fuiste temprano hoy -digo sin mirarlo-
Si, después agradeceme cuando duermas fresquito -se ríe-

Me explica el por qué salió tan temprano, mientras los minutos pasan.

Entonces gracias, anoche hizo un calor -me paso la mano por la frente- Hoy va a estar más lindo.
Y que bueno que me fuí, te di privacidad también - dice terminando su rutina-
Qué? Por qué? -lo miro buscando explicación-
Nada, nada -agarra una toalla y se va-

No termino de captar a qué vino eso. Cuando termina mi turno lo busco y no lo encuentro. Me acerco a los chicos que hablan boludeces al parecer.

Pero por supuesto! Somos los imbatibles, escuchame: mi magia, Taglia y Chiquito que aportó algo también! Alto tridente. -dice Meza-
Algo? Chiquito hizo todo -me meto-
Uh éste siempre metido donde no lo llaman, no tenés alguna fotito de amor para subir? -se burla-
Mal! Cuantos años tenés Paulo? 15? Que humillación -se burla Lea-
Váyanse a la mierda -me rio tomando agua-
Igual eso al lado de la confesión de Kichan anoche es un orgullo -se ríe Taglia-
Qué dijo? -pregunto nervioso-
No te enteraste? -se descostilla de risa-

Desde que te ví - Paulo Dybala & Cristian Pavón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora