Desde que te ví - Paulo Dybala & Cristian Pavón.

79. En espera de respuestas.

Capítulo 79.

Narra Pavon.

Cuál fué la peli? -reí de lado-
Que se yo, ni me importa... Dame más sábana -se quejó empujándome-
Ey, cambiá ese humor de perro que tenés -reí-
Y la seguís con lo de perro... Estoy choto porque no me quiero ir, ya son las 1 -suspiró-
Y? -pregunté-
Y que a las 4 me voy -dijo de mala gana-
Son tres horas Paulito, abrazame dale y dejá de pensar en el reloj -me acerqué más-

Me hizo caso y me sentí aliviado. Nos quedamos acostados cubriendo nuestros cuerpos desnudos con solo una fina tela, mientras cambiábamos la película que no vimos y por ende nos aburrió. Pusimos un canal de música.

Igual tenemos mañana domingo para vernos, se van el lunes? -consulté moviendo mis pies a modo de caricia en los suyos-
A mendoza? -preguntó y yo asentí- Si, el lunes -respondió-
Y bueno... Todo un día, o una noche más al menos -le di un besito rápido-
Sabés qué Kichancito -dijo por lo bajo-
Mmm? -me quejé-
Estaba pensando -continuó-
No pienses amorcito, no te esfuerces -me burlé-
Cuando estábamos en Alemania hablé con Taglia, y le conté sobre una idea que tenía -dijo acariciando mi cabello-

Ignoró mi chiste. Parece que la cosa viene en serio.

Cual? Viajar de nuevo para allá? -pregunté-
No, nada que ver... Hablamos de compromiso, de cómo se me hacía raro que él y Maxi no estén comprometidos porque ya son dos años, y ahora ya no pueden porque no están juntos -se lamentó-
Y eso q -habló sobre mi-
Que el tiempo pasa, y yo me quiero comprometer con vos -expresó mirándome-

Tragué saliva nervioso y empecé a reírme.

Dale, no jodas -seguí riéndome-
Kichan, no quiero irme de Cordoba sin comprometerme con vos -susurró- Ya te lo propuse antes, aunque más que nada fué en joda pidiéndote casamiento te acordás? En un ascensor en Los Ángeles -dijo-
S-si... Me acuerdo -expresé nervioso-

Y ahora ya si un poco más serio, aunque todavía pensaba que era un chiste.

Bueno, ahora no. No es joda, estamos bien, estoy donde quiero estar con el amor de mi vida. Querés comprometerte conmigo? -se movió-

Levantó su cuerpo y se apoyó sobre un solo brazo, mirándome fijamente. Sentí como su voz firme pedía una respuesta inmediata que francamente no tenía. Me quedé boquiabierto observándolo mientras mi corazón latía exageradamente.

Narra Tagliafico.

Asentí sorprendido y tomé aire. Me había resultado difícil hacer que Maxi quiera escucharme, encontrarlo solo o que no escape de mi, pero finalmente había accedido. Tomé asiento en mi cama frente a él y él imitó mi acción.

Por dónde empiezo? -preguntó Maxi mirándome-

Sin embargo, sus ojos no brillaban al verme. Al menos no ahora.

Me dejás a mi? -consulté y él asintió- El otro día estaba pensando y me acordé el día en el que me presentaste a Stefano -sonreí-

Él también sonrió posando su mirada en sus manos, quizás recordando aquel día.

Era muy bebé -dijo-

Asentí.

Todavía es -agregué-
Ahora dice algunas palabras sueltas, pero sigue siendo mi bebé -añadió-
Me acuerdo que dormía sobre tu hombro con la carita escondida en tu cuello -dije divertido- Un día lo tuve a upa y se durmió de la misma forma, quizás pensó que eras vos -sonreí de lado-
Quizás reconoció que era alguien que lo quería mucho -murmuró Maxi-
Que lo quiere mucho -corregí jugando con mis manos-