6. Paciencia.

2.5K 178 124
                                    

GRACIAS por tantos comentarios y buena onda y aunque me colgué ahora si voy a responder. Recuerden: sugerencias por MD. Los amo, adiós.

Capítulo 6.

Narra Pavon.

Lo primero que me nace es cerrar los ojos. Todavía siento el calor de su respiración en mi cara. Se viene lo que yo pienso que se viene?

Te la creíste! -me empuja el rostro a un costado-

Se ríe y da un par de giros hacia atrás.

Qué buen actor, no? -finge seriedad- Faltaba cerrar con un beso y estábamos para una novela.

Yo no caigo y no le encuentro la gracia a la situación. Asiento seriamente y me voy.
La historia se repite: el llamándome y yo haciendo caso omiso. Entro a mi habitación y voy al baño.
El conflicto interno que cargo se vuelve cada vez más pesado. Más allá de lo que él haga, por qué estaba esperando que él dé el paso? Me gustan los hombres? O solo me gusta el? Hago un repaso mental por mi vida y no tengo historias que sean similares. Me parece que solo es él. Y ésto no puede ser. No tiene que ser.
Me lavo los dientes y me acuesto a dormir la siesta. Ansa llega unos minutos después y entra sigiloso, pensando que yo duermo, pero no. Mi teléfono suena. Mensaje de voz. Acerco el teléfono a mi oreja y escucho.

"Viejo, dormís? Disculpá que te joda, pero necesito hablar con vos"

Apago el celular. No voy a contestar. Voy a dejar que todo siga su curso. Tengo sueño, si ocupo mi siesta para ir a hablar con Paulo, en el entrenamiento no voy a rendir y a las 7 de la tarde el sueño me va a matar. Pero no puedo dejar de pensar en él, y en lo pelotudo que fuí en pensar que ese "acercamiento" fué algo importante.

Más tarde, en el entrenamiento, el que lo evita soy yo. Noto que intenta acercarse disimuladamente, pero no doy el pie para que hablemos. Necesito aclarar la mente, o al menos no pensar en todo lo que me pasa cuando lo tengo cerca.
El día pasa volando, son las 8 de la noche aproximadamente y estamos haciendo tiempo para esperar la cena. Hago zapping despreocupado, y mi celular suena. Mensaje de voz.

"Ey... Estoy en la terraza. No quiero ser pesado, pero si queres venir acá estoy"

Estoy cansado. Ésta rutina de vernos, no vernos, me escribe, yo lo boludeo, el me boludea. Me decido a hacer lo más sano para mi: que me rechace. Tengo claro lo que me pasa aunque me cueste admitirlo. Y si consigo decírselo, claramente me va a mandar a la mierda. Y cuando haga eso, le pido disculpas y asunto terminado. Es una mierda tener que pasar por esto, pero es la única forma de sacarme este peso y cortar por lo sano de una vez.

Narra Paulo.

Desde chico, me recalcan que soy muy impulsivo. Intento apaciguar siempre los momentos "tensos" por así decirlo, con jodas. Y no siempre todo es joda. Me quede con culpa por cómo se fue Kichan de nuestra charla. Por qué reacciono así? Solo se me ocurre una cosa. Y aunque no voy a preguntarle nada, quiero pedirle disculpas. Me siento egoísta, y es horrible.
Miro mi celular en busca de respuesta a mis mensajes, y nada. Me clavó el visto.
Bueno, si no quiere hablar lo respeto. Me acomodo el pelo y voy hasta la puerta. Antes de apoyar la mano en el picaporte, ésta se abre.

Me pedís que venga para vos irte? -dice caminando hacia adelante-

Lo sigo. Nos quedamos el uno al lado del otro mirando al frente. No sé por qué le ponemos tanta tensión a la charla, si es una más entre compañeros de equipo. Ni más ni menos.

Te debo unas disculpas, boludeé hoy -digo sin mirarlo-
Por qué pensas que estoy enojado? -me pregunta-
No sé, sólo sé que no nos llevamos igual que el primer día.
Y por qué será eso? -apoya sus manos y el peso de su cuerpo sobre el barandal-
No se, no tengo todas las respuestas -rio- Me perdonás?
Creo que me gustas, Paulo -esboza-

Lo miro de reojo. Su cabeza gacha y voz entrecortada me dice que le costó mucho decir lo que dijo.

A vos te pasa algo conmigo? -dice sin mirarme-

Me estoy agitando. No se que responder. Nunca lo vi así, de esa manera.

A mi... Me gusta pasar tiempo con vos -agacho la cabeza-
Pero no te gusto... -mira al frente-

No respondo. Siento que diga lo que diga, lo voy a lastimar.

Yo solo necesitaba decirte esto, porque vengo pensando mucho y si no tiro toda esta mierda que tengo adentro voy a terminar volviéndome loco -dice algo enojado-
Yo no sé qué decirte... Me agarrás con la guardia baja.

No sé qué decirle, o no quiero decírselo. Ahora que sé qué le gusto, la confusión empieza en mi. Hablándolo en ambiente futbolero, me pasó la pelota. Y no de la forma que yo quisiera.

Yo no espero que hagas nada, aproveché que me llamaste para largar todo, lo único que pido es que sigamos todo bien como hasta ahora, y te perdono -dice decidido, y riéndose después-

No respondo. Solo veo que sus manos aprietan con fuerza los caños fríos del barandal. Lo único que me nace, es apoyar mi mano sobre la suya. Me mira, un tanto sorprendido.

Yo no tengo tan claro lo que me pasa... Pero... -tomo aire- Sé qué hay algo distinto cuando estamos juntos.

No lo miro. Ahora si no estoy actuando, ni se me ocurren jodas para hacer todo esto menos dramático.

Perdoná por incomodarte, dejemos esto acá y hagamos como si nada
Pero... -intento interrumpir-
Debe ser el encierro o que extraño mucho que se yo
Me dejas hablar? -lo freno tomándolo del hombro- No se que me pasa, pero si me tenés paciencia, quiero que me ayudes a saber qué es.

Continuará.

Desde que te ví - Paulo Dybala & Cristian Pavón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora