4. Mala suerte?

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Buenas buenas por acá seguimos con el shippeo intenso y va tomando rumbo la historia. Veremos. Ah vieron que Paulo y Kichan siguen en Rusia? Bueno, no sé se las dejo picando,,,,,

Capítulo 4.

Narra Pavon.

Un debut con sabor a poco. Podía dar mas. Los chicos me dijeron que estuve bien, mi familia me dice que estuve bien, pero a mi me sabe a poco. Podía hacer mas, tendría que haber tocado más la pelota, mas allá de que es un equipo, si no me exijo a mí mismo se me complica focalizarme en el objetivo.

La noche está tranquila. Los chicos armaron un torneo de truco, pero ésta vez no me prendo. Prefiero acostarme temprano, dormir y mañana si ponerle pilas al entrenamiento. Doy vueltas en la cama, aunque son las 10 de la noche recién, y suena mi celular.

No te prendes al torneo? -22:15

Paulo. Estuve a punto de no contestar, pero fué mas fuerte que yo.

No, me duele un poco la cabeza, mejor me quedo a dormir -22:17

Desde hoy temprano ni bien me levanté me propuse no cruzarlo, evitar hacer contacto visual y hacer como si no me importara que él estuviera cerca. Toda la noche me maquiné que estoy queriendo llegar a un límite que no sé si tengo ganas de pasar. Todo el día sentí su mirada clavada en mi, y cuando giraba a verlo accidentalmente, él ya me estaba mirando. No estoy imaginando cosas, o a él también le pasa algo o no sé. Yo solo sé que quiero tenerlo cerca, y me parece que es algo que tengo que evitar. Por el bien de todos. Vuelve a sonar mi celular.

Que bajón, estás hecho un viejo choto. Seguro está tb? -22:20

No contesto. Me parece mejor idea apagar el celular, y eso hago. Apago también el velador y me acomodo en la cama. Doy un par de vueltas pero me distrae la luz que se cuela por debajo de la puerta. Cuando por fin empiezo a entrecerrar los ojos, veo una silueta que se mantiene ahí. Me levanto y aclaro la vista, y sí. Hay alguien detrás de la puerta. Voy hasta ahí y abro de golpe.

Bu! -me grita en la cara-

Me llevo la mano a la cara y niego con la cabeza.

Qué hacés acá -doy un paso al frente-

La muchachada quiere saber qué te pasa... Sos el único que falta abajo; o bueno... El único de menos de 30 años -ríe-

No me pasa nada, me duele un toque la cabeza -me llevo una mano a la nuca-

Yo venía a buscar mi cargador -señala el pasillo- Y bueno, aproveché y vine a ver si está todo bien.

Yo solo asiento.

Estás raro -dice serio- Hoy te ví más callado de lo normal.

Es el debut, nada más -le resto importancia-

Para mi hay algo más... Pero bueno -gira para irse-

Yo solo niego con la cabeza y, antes de cerrar la puerta, veo que se queda parado ahi, y empieza a reirse.

Qué pasó?

No traje las llaves -me mira y se tapa la cara-

Y qué tiene? -pregunto curioso-

Que sin llave no puedo entrar! Por ende no tengo con qué cargar mi celular -apunta el aparato-

Yo tengo, esperá.

Entro rápido a la habitación y busco en el cajón de la mesita de luz. Nada. Busco en mi bolso, nada. Miro abajo de la cama, hasta que lo encuentro. Cuando me levanto lo veo parado frente a mí mirando a todos lados.

La puta madre, me asustaste... Tomá -le paso el cargador-

Cuánto orden! Ésto donde yo duermo es imposible -dice recorriendo lentamente el lugar-

Y bueno, así es cuando no hay tanta confianza con tu compañero de dormitorio... No puedo tirar todo por ahí -digo sentándome en la cama-

Podrías pasar a ordenar mis cosas alguna vez eh, no me enojo -se acerca a un enchufe y conecta su celular- Permiso.

Apenas puedo con lo mío -levanto mis piernas y me recuesto en la cama-

Poné una peli -esboza él sin dejar de mirar su celular-

Eh? -frunzo el ceño-

Que pongas Netflix, dale

No estabas jugando al truco?

Si y ya perdí, o te pensás que voy a venir hasta acá arriba a cantar envido?

Le tiro una almohada y busco algo para mirar. Estoy haciendo exactamente lo contrario a lo que me propuse hoy temprano, pero es inevitable. Tampoco puedo correrlo de mi habitación. Cuando me pregunta si se puede acostar en la cama de Ansa le digo que no, porque si entra y lo ve ahí de que me disfrazo? Le digo que se siente al lado mío, y cuando me hace caso yo me hago el boludo y me siento en el piso. Por suerte el no tira ningun comentario por lo que hago.

Le paso el mando de la Play y se cuelga buscando que carajo ver. Pone una pelicula de acción que de acción no tiene ni el título, pero nos la bancamos y seguimos viendo.

Como a la hora de película, giro mi cabeza y veo como pelea por mantenerse despierto, exactamente igual que yo. No le doy importancia y sigo mirando, hasta que me gana el sueño y cierro los ojos. Unos minutos después siento algo en el hombro.

Su mano está apoyada en mi, y su pulgar se mueve en forma de caricia. Miro hacia el frente y me doy cuenta de mi posición: estoy apoyado sobre su muslo. Con razón me duele el cuello. Sin mover mucho la cabeza, busco su rostro y tiene los ojos cerrados, esbozando media sonrisa. Vuelvo a acomodarme hasta que siento que retira su mano de manera brusca y tose.

Me incorporo y salgo de encima suyo.

Una mierda la película -digo para romper el hielo-

Sí... Aburridísima Para eso me quedaba perdiendo en el truco -dice limpiándose los ojos-

Vos la elegiste bola... La próxima elijo yo -digo levantándome- Una película más de mierda no podías encontrar

Me agarra de la cintura y me tira a la cama puteándome. Doy pelea hasta que quedo debajo, mientras él presiona mis brazos.

Ahora vas a repetir conmigo: Paulo es un crack y elige buenas peliculas -dice riéndose-

Chupala! Dale movete -hago fuerza-

Intento levantarme y me vuelve a tirar a la cama.

Dale, hablá! Paulo es un crack y... -me levanto violentamente-

Choco mi rostro contra el suyo. Y para mi mala suerte, nuestras bocas también contactan. Vuelvo a caer en la cama ante la mirada atónita de mi compañero de equipo.

Continuará.

Desde que te ví - Paulo Dybala & Cristian Pavón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora