69. Si no es muy tarde.

777 73 69
                                    

Capítulo 69.

Narra Paulo.

Cuánto puede estirarse un chicle sin cortarse? Bastante diría yo. Pero llega un punto que no da más. Lo mismo pasa con las heridas. Podés meter el dedo en la llaga una, dos, hasta tres veces. Pero en un punto el dolor se vuelve insoportable. Y si te gusta el dolor sos masoquista. Yo no lo soy. Lea me dijo que no quiere terminar la gira humillándome solo a mí en el truco, prefiere jugar un torneo con todos los demás. Siempre con la promesa de sumarme después, aprovecho y me quedo solo. Kichan me pregunta qué pasó con Nico y Maxi y le cuento las novedades por mensaje. Todo va normal, me río hablando con él y los emojis que usa. Hasta que un mensaje me hace sentir algo que me frustra.

"Me llamas? O te llamo? Quiero verte"

Ese simple mensaje. La gran pregunta es: quiero verlo? Es decir, obvio que quiero verlo. Pero lo extraño. No estoy metiendo el dedo en la llaga? La gira ya terminó, resta que me confirmen a qué hora sale mi vuelo y me vuelvo a Italia. Y mi vida allá es otra... Realmente quiero verlo solo a través de una pantalla? Voy a aguantar? Con suerte nos vemos en noviembre. Y está difícil la cosa. Salgo y entro del mensaje un par de veces.

"Ahora no puedo, yo te llamo después"

Y lo envié. Está mal querer sentirme bien una vez? Si lo veo y no lo puedo besar, no estoy estirando el chicle? Y soy egoísta, ya sé, porque él debe sentir lo mismo. Pero en éste momento Nico y Maxi seguramente se están reconciliando y yo estoy acá solo, extrañando a alguien a kilómetros de distancia que quien sabe cuando voy a volver a ver. Voy a dormir hasta el almuerzo y espero irme de una vez, no soporto mas este clima que me hace extrañarlo tanto. Cuando me acomodo, leo su respuesta: "Ok". Qué difícil se me está volviendo todo ésto, no aguanto más.

Narra Tagliafico.

Tomé asiento en mi cama, frente a él y le di una mirada apenada al ver su ceño fruncido, haciéndome saber que estaba desaprobando la conversación que estábamos a punto de tener.

Otra vez me intimidás para que tengamos una charla con la que no estoy de acuerdo Nicolás... En serio es lo que querés? -preguntó evitando mis ojos, tal cual había hecho durante los días pasados-

La primera sensación que tuve al escucharlo fueron nervios, y pocas veces me sentí así. Estaba nervioso porque probablemente sería la charla más importante en lo que va de mi vida. Incluso más importante que la que tuve con Caro cuando le conté de mis sentimientos hacia él. Y ésta charla que se viene ahora es con la persona que amo. Mi persona favorita en el mundo.

Solo quiero decirte algo -respondí- Por favor -pedí jugando con mis manos-

Él largó un pesado suspiro e hizo un gesto, permitiéndome continuar. Últimamente lo vi desalineado, distraído y triste. No había un día en el que no me culpara por aquello.

Perdón -solté sinceramente-

Maxi largó una carcajada irónica.

A veces no alcanza simplemente con un perdón -dijo- Y tampoco con amor -completó-

Asentí pasando mis manos por mi regazo, en clara señal de nervios.

Ya sé, y entiendo -le di la razón- Pero realmente siento acá -toqué el lado izquierdo de mi pecho donde se ubicaba mi corazón- Que tengo que pedirte perdón por las cosas que hice mal -confesé-

Por primera vez posó su mirada en mi y aquel brillo de sus ojos café había desaparecido, y estaban empañados en angustia.

Sabés las cosas que hiciste mal? En serio las estás admitiendo? -preguntó algo sorprendido-

Desde que te ví - Paulo Dybala & Cristian Pavón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora