Desde que te ví - Paulo Dybala & Cristian Pavón.

100. Parte de mi historia. (Parte dos)

Capítulo 100. Segunda parte.

Narra Paulo.

No puedo creer, me vas a contar de nuevo cómo hiciste para escaparte? -pregunté curioso-
Es secreto, dale. No jodas. -dijo sonrojándose- Contame vos mejor... Desde cuando tenés una casa en España? -consultó mirando hacia los costados-
Es alquilada. Amigo de un amigo y así -reí observando también-
Qué serían de nuestros encuentros sin algún amigo que nos haga el aguante eh -largó una carcajada bebiendo de su vaso-

Lo miré reírse y repetí su accionar.

Ya estás mejor? -pregunté buscando mirarlo-

Asintió sin mirarme pero también sin borrar la sonrisa del rostro.

Te tengo una sorpresa -dijo sacando su celular-

Lo miré frunciendo el ceño y solo esperé.

Saludá a la cámara Paulito -rió y me mostró la pantalla-
Buenas buenas -saludó Maxi al otro lado-
Amigo! Qué tal? Que sorpresa -moví mis manos-

Ni bien terminé de saludar mi celular empezó a vibrar. Le presté atención y era Taglia, atendí.

Estamos todos -reí- Hola flequi, llegaste a la reunión -apoyé el celular en la mesa-
Callate Galo, me sumo por Cristian y por mi marido. Holas -saludó a los demás-
Hablando de marido, me enteré eh! Que lindo que no inviten al padrino de su relación -rió Kichan fingiendo ofenderse-
A los padrinos mejor dicho -corregí con seriedad-
Bueno si, a los padrinos -susurró acariciando mi mano-

Nos contaron detalles que ni yo sabía y me sorprendió todo lo qué pasó a mis espaldas en la gira por Córdoba y Mendoza. Me causaba mucha gracia que Kichan quisiera saber cada detalle, yo por mi parte estaba más callado apreciando cada momento. También nos contaron que planeaban escaparse unos días juntos en las vacaciones. Buena idea para implementar. Suspiré pensativo y la verdad estaba muy melancólico, no podía creer todo el viaje que recorrimos juntos los cuatro, y aunque hubo momentos en los que no estuvimos tan apegados, lo hicimos juntos al fin y al cabo.

Ey! -me sorprendió el grito de Nico desde mi teléfono-
Qué? Qué pasó? -sacudí la cabeza- Me colgué -reí-
Nos dimos cuenta... Le decía acá a mi amigo Kichan que para cuando su compromiso, sabía que tenían planes -habló Maxi-

Nos miramos con nerviosismo y no aguanté la risa.

Nosotros no estamos para eso, somos pendejos. Ustedes los abuelos si joden con esas cosas -hice una mueca-

Observé de reojo la reacción de mi compañero y parecía triste. Perfecto. Era exactamente lo que quería lograr, ahora cuando se lo pida realmente va a ser especial y sorpresa.

Bueno chicos tengo sueño, no sé qué hora será allá en España pero acá es hora de dormir -bostezó Maxi-
Y si se va él, me voy yo... -se metió Nico-
Si alguna vez soy así de dominado mátenme por favor -pedí y todos se rieron-

Menos Nico, obviamente. Nos despedimos y dejamos los celulares en la mesa. Ya habíamos cenado así que no quedó más que levantar las cosas y poner un poco de orden. Caminé hasta la habitación y encendí la luz. Sentí a Kichan abrazarme por detrás y suspiré.

Estoy muy nervioso, y no sé por qué -susurré mirando la cama-
Yo también, y si en vez de ponerla nos acostamos a dormir? Pongo alarma y me voy cuando amanece -completó-

Cerré los ojos y me dejé llevar por él hasta ahí. Nos tiramos a la cama y completamente vestidos nos acomodamos. Ni siquiera encendimos la tele, solo apagamos la luz y nos quedamos abrazados en silencio. Los minutos pasaron y no podía dormir.