Desde que te ví - Paulo Dybala & Cristian Pavón.

94. Vos presente, yo futuro.

Capítulo 94.

Narra Paulo.

Soy el que siempre la caga, ya sé. Pero si tuviera que competir con alguien, Lea me gana. No puede ser, empecé a tocarme y a calentar a mi Kichancito del otro lado y Lea y Rulli entraron saltando y gritando a la habitación. Vinieron a buscarme. Cerré la computadora con rapidez, me tapé, me vestí y los seguí con mi mejor cara de orto. Y con mi "amigo" más o menos acomodado, que todavía no se dormía. Nos sentamos en los puf a apreciar cómo los demás bailaban divertidos. Por suerte hablé con Kichan y le expliqué lo qué pasó, quedó todo bien. Ví a Gero correr a la barra porque se había quedado sin alcohol.

Estás muy colgado Paulito -me codeó mi compañero de habitación-
Sos un pelotudo vos, cómo vas a entrar así sabiendo que yo estaba haciendo lo que estaba haciendo? -pregunté enojado- Sos un pelotudo -repetí-
Sacudiendo la nutria? Fué aquel, deciselo a él -se burló-
Dale, le digo que te lo querés comer crudo también a ver qué piensa -negué-
Eh? -frunció el ceño nervioso-
Hacete el boludo, querés que lo haga? -desafié-
Dale, no jodas che -exclamó nervioso-

Lo miré con bronca y sentí que el alcohol en mi sangre me dió la valentía de levantarme y caminar hacia la barra. Ignoré los llamados de Lea pidiéndome que me quedé con él, no sé qué me pasa pero ésto no se iba a quedar así.

Che, vos -dije parándome a su lado-
Qué? Te pido una birriquit -lo interrumpí-
Te tengo un notición -dije mirando a mi compañero a lo lejos, que nos observaba nervioso-

Sonreí de lado disfrutando la situación.

Narra Meza.

Cómo que comprometernos? -pregunté estupefacto- Ah no Nicolás, yo iba a pedirte que te cases conmigo -me quejé haciendo un mohín con los labios-

Él me miró divertido y depositó un pequeño beso en mi boca.

Eh? Así que lo tenías planeado? -consultó sonriendo-
Seguro encontraste los anillos en mi valija -bufé cruzándome de brazos-
No, nada que ver... Pará -frunció el ceño-

Se quedó mirándome con cara de sorpresa total.

Tenés los anillos en la valija? -volvió a preguntar-

Asentí con seriedad.

No es justo -me senté en la cama y él se sentó junto a mí- Yo iba a pedirtelo, había planeado un mini discurso y todo -dije ofuscado-

Nicolás sonrió con ternura.

Pero te lo pedí yo primero, así que ahora vas a tener que aceptar y darme esos anillos así me arrodillo y te lo pido como te lo mereces -dijo acariciando mis mejillas-
No -dije- Yo quería pedirtelo, empecemos de nuevo -pedí-
Mmm a ver, déjame pensar... No -rió burlándose-

Le di un suave golpe en el brazo en forma de queja.

Decí que si! -chillé-
Vos decí que si -volvió a reír-

Cambié de cama dejándolo solo en la mía y me senté en la de él.

Yo te lo iba a pedir, Nicolás -volví a quejarme-

Él simplemente sonreía mirándome.

Pero pasaron muchas cosas en el medio, déjame pedirtelo otra vez -dijo poniéndose de pie y buscando mi valija-
No es muy educado que digamos que revises cosas que no son tuyas -me crucé de brazos, protestando-

Luego de revisarla sin mi ayuda finalmente encontró la cajita color negra de terciopelo que contenía los anillos de compromiso. Caminó hacia mi y me obligó a ponerme de pie, poniéndose sobre una de sus rodillas extendió sus brazos enseñándome la pequeña caja y abriéndola, dejando ver ambos anillos allí.