17. Por el bien de los dos.

1.9K 151 48
                                    

Capítulo 17.

La noche anterior.

Narra Paulo.

Que buen beso. Mamá querida, que buen beso. Estoy tan feliz. No tengo recuerdos de haber entrado sonriendo como pelotudo a mi habitación desde que gané 500 pesos en dos rondas de truco. En puntas de pie, me meto sigiloso y me tiro a la cama. Miro una última vez mi celular, para ver si él me escribió o no. La puta madre, ni 5 minutos nos separamos y ya lo extraño. Me acomodo y duermo con una sonrisa en el rostro.
A la mañana siguiente, salgo del baño lavándome los dientes y el Pipa, sentado en su cama, comienza un interrogatorio bastante incómodo.

Qué onda vos anoche? Donde anduviste?
Por qué? -consulto-
Me levante al baño y no te ví...

Rasco mi cabeza y me apuro a contestar.

Bajé a tomar agua, porque eso lo tenés solo para vos parece -apunto al frigobar-
Yo también bajé si acá no entra ni una botella de agua -se ata los cordones-

Vuelvo al baño y sigo lavándome.

Salí a caminar, no podía dormir -me lavo la cara-
Vos? Sin sueño? Bueno... -dice acercándose a la puerta- No te mandes cagadas nada más... -se apoya en el marco de la puerta-
Que cagadas boludo... Nada que ver -camino hasta mi cama-

Empiezo a cambiarme y él sigue mirándome, sinceramente me siento juzgado. O estoy muy persecuta.

No te estarás comiendo un caramelito de acá no? Alguna mucamita. -se acerca y me abraza-

Me río nervioso y niego.

Nada que ver, ni ahí -intento moverme-
Sos más vivo vos... Galán -se burla- Te espero abajo.
Dale andá y dejá de delirar -digo poniéndome las zapatillas-

Me quedo unos minutos mirando un punto fijo. Mucamita. Mujer. Mujeres. Kichan. Que estoy haciendo de mi vida? No quiero ninguna mucamita, quiero estar con él. Pero no. Es imposible. Antes de seguir metiéndome fichas bajo y me encuentro con mis compañeros. Lo veo a él a unos cuantos metros de distancia. No puedo dejar de mirarlo y pensar... Me viene el recuerdo a la cabeza. Ese día que nos declaramos, el como él quería guardarse todo para sí mismo. Bancarsela. Será el momento de hacer eso yo? Porque estoy muy inseguro. No sé si quiero ésto para mi. Y no quiero que viva lo que yo. No quiero que tenga que ocultarse así, que tenga que pasarle mis mambos a él. Ahora estamos un paso más al borde de caer, ya pasamos un límite. Y si nunca más me gustan las mujeres? Si empiezo a mirar a otros hombres como lo miro a él? Y si él también está pasando por ésto y no me lo dice? No se merece sufrir así, como yo. Tomo un suspiro y me levanto de la mesa.
En el entrenamiento, lo evito completamente. Tengo tantas ganas de abrazarlo, de decirle todo lo que me pasa. De preguntarle si él está igual. Porque me acuerdo que el que tenía más dudas de todo esto era el, y sin embargo seguimos. Pero no puedo. No puedo enloquecerlo así. Tengo que parar de una vez por todas.

-.

Lo cité. Y cómo me cuesta ser frío con él. Hasta por mensajes. Me siento la peor mierda, pero tengo que hacer ésto.

No me llamaste para hablar? Hablá -siento su pie que me choca-
El Pipa... Anoche no me encontró acostado y me preguntó dónde estuve. -digo tembloroso-
Y? -dice despreocupado-
Y le mentí, le dije que bajé a tomar agua, pero me dijo que él también y no me vió...
Y después? -está impaciente-

Y lo entiendo.

Le dije que salí a caminar porque tenía insomnio, pero no me creyó se me hace -esbozo-

No sé qué hacer. Mi cuerpo me pide levantarme y darle el beso más intenso del mundo, y mi cabeza me pide a gritos terminar con todo ésto de una maldita vez.

Desde que te ví - Paulo Dybala & Cristian Pavón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora