Desde que te ví - Paulo Dybala & Cristian Pavón.

98. Alguien.

Capítulo 98.

Narra Tagliafico.

Sabía que ibas a estar acá -dije acercándome-

Se giró a verme y automáticamente volvió su vista al frente.

Vas a ir a la cena si o no? Maxi pregunta por vos -dije ubicándome a su lado-

No dijo nada.

Yo vengo a buscarte por él, a mí ni me importa si vas o no -completé largando una risa burlona al final-

Siguió en silencio mirando al frente.

Me enteré del drama con Cristian... No es nada -susurré-

Seguíamos en silencio y parecía que yo estuviera hablando solo.

Ya intenté desde mi celular y no da tampoco. Así que no sé -insinué-
Anda a tu cena Nico, yo estoy bien -dijo con seriedad-
Y vos por qué no vas? Estás invitado, Maxi tiene ilusión de que vayas -expresé-
Maxi me tiene lástima, y vos también... Vayan, disfrútense. Yo quiero estar solo -exclamó-
No estás solo, estás con tus amigos -insistí-
Estoy solo, como estuve en toda la gira y como voy a seguir estando después de que termine ésto. Lo único que quiero ahora es llegar a Italia y seguir con mi vida porque si no voy a enloquecer. El destino es una mierda -se quejó claramente movilizado-

Me quedé observándolo en silencio y empecé a reír.

Si viniste a burlarme mej -lo interrumpí-
Sabés cuantas veces el destino nos juntó a Maxi y a mi? Dos veces: en Independiente y acá, en la Selección. Sabés qué hicimos todas las otras veces en las que el destino estuvo contra nosotros? La peleamos. Sabés por qué? Porque vale la pena si hay amor. Para vos lo tuyo con Cristian es amor? -pregunté con firmeza-

Largó una carcajada y respondió.

Después de todo lo que -hablé sobre él-
Es amor si o no? -repregunté-
Si, si! Obvio que si! -se apuró a contestar-
Entonces es como todo en la vida pedazo de boludo! Pelearla, pelearla y pelearla... Qué esperás? Que te diga que todo es felicidad? Que se van a ver diez veces al año? No, no es así. Y si no estás dispuesto a sufrir como un hijo de puta para compensarlo después con un solo encuentro, entonces no estés tan seguro de que es amor -dije con seriedad- Dos años Paulo, dos años de relación con encuentros mínimos, con semanas enteras sin hablarnos, pero nosotros sabíamos que estábamos ahí el uno para el otro, a la distancia pero estábamos... Cuesta, vas a sufrir, vas llorar y vas lamentarte y replantearte cosas mil veces, pero cuando al fin te encuentres con él y veas esa sonrisa que para vos es única -se me empezó a debilitar la voz- Te vas a dar cuenta de que todo valió la pena, todo -completé-

No me miraba a la cara, si no que mantenía la cabeza gacha. Asintió y dejó caer el peso de su cuerpo en el barandal.

Pensá todo lo que necesites pensar y si querés pasar esta última noche con tus amigos, te espero en mi habitación -dije dándole una palmada en la espalda-
Nico -susurró y lo miré- Después hablo con Maxi pero no voy a ir, la próxima nos vamos a juntar... Porque va a haber próxima, verdad? -sonrió-

Capté el mensaje y asentí.

Él va a entender, como lo entiendo yo -dije y lo saludé- Nos vemos a la vuelta Galito -me reí-

Salí de la terraza caminando lentamente. Hablar así con Paulo me movilizó un poco, y aunque todo estos días los disimulé bastante bien estoy casi tan afectando como Maxi por la despedida. No iba a ser una despedida más, era la del año, nuestra primer gira de partidos juntos con la celeste y blanca sumado a todos los obstáculos que superamos juntos. Llegué a la habitación y entré sigiloso, y lo ví acomodando cosas en la mesa.