85. La verdad.

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Capítulo 85.

Narra Paulo.

Podía notar cómo Lea estaba distinto. Es decir, me hablaba de lo más bien pero notaba que se esforzaba por hacerme reír. Un poco de culpa me invadía. Como para no perder la costumbre, perdí en el truco y todos empezaron a acomodarse de nuevo para rearmar más parejas. Silenciosamente me acerqué a Lea y le pedí para hablar en privado. Accedió algo nervioso pero lo hizo al fin. Caminamos hacia el lobby y seguimos de largo. Nos metimos a una especie de patio en el que parecía haber buena privacidad. Llegamos y nos ubicamos en unos asientos de ahí.

Qué pasó? -preguntó tranquilo-
No te parece que nos debemos una charla? -consulté también con calma-

Me miró unos instantes.

Te pido perdón de nuevo si es necesario, perdón -susurró bajando la mirada-

Me acerqué y posé una mano en su hombro.

Perdoname vos a mí. Me fui al carajo con lo que te dije... Estaba celoso, no me justifico pero soy un pelotudo -reí-
No, no. Está bien, yo me metí donde no me llamaron -exclamó triste-
Ya está, sos un gran amigo y ahora están las cosas claras -sonreí-
Tenes razón Paulito -me palmeó- Y bueno, ahora como amigo que soy te pregunto qué onda con Kichan? La pusieron mucho anoche? -se burló- Te podés sentar bien? -se burló-
Andá -negué arqueando el labio levemente-

Notó que no seguí su risa y susurró un "Ah".

Se pelearon por mi culpa? Jodeme -se asustó-
No, no -me apuré a decir- Mambos míos -respondí-
Por qué? -insistió-

Lo observé y finalmente hablé.

Siento que no está tan seguro de lo que tenemos, que no se preocupa por la relación o no sé si no se preocupa por mí. La verdad no se -chité frustrado-

Empezó a reírse y fruncí el ceño.

Que te causa gracia pelotudo? -lo reté-
Bolas tristes, cuando pasó lo del baño -dijo y al parecer se venía un relato- Vos no te imaginás lo mucho que rogó que le abra esa puerta para ir a despedirte, pero yo estaba cegado y convencido que le estaba haciendo un favor, ahora lo pienso y no me reconozco... Cómo pude ser tan sorete? -preguntó-

No dije nada pero mantuve mi rostro de desconcierto.

Dudaste? Solo se calmó cuando le dije que tu vida podía arruinarse si ustedes seguían viéndose... Con eso de la fama y tu imagen de rompe corazones -siguió- Pero él está loco por vos Paulo, y no sé si te contó pero jamás tuvo novia o una relación seria... Y me dijo que vos eras el primero y quería que seas el último también -completó-

Observé cómo sus manos se movían y yo no podía dejar de pensar en lo complicado que soy. Me lamenté y me preguntó qué pasaba.

Sabés qué? No me lo dijo... Pero me lo demostró -me enojé conmigo mismo-

Por qué siempre me doy cuenta de las cosas tan tarde? Ahora que lo pienso es verdad, Kichan hizo y hace un esfuerzo enorme porque estemos juntos y yo lo presiono. Lo presiono para comprometernos, para que se enfrente a Lea. Lo voy a llamar. Necesito escucharlo y pedirle perdón por dar tantas vueltas. No me importa si no nos comprometemos, si no nos vemos más... La única verdad es que quiero estar con él. Sea como sea.

Narra Tagliafico.

Volví a reírme porque para mí seguía siendo un chiste de mal gusto, pero a Caro no se le movía un solo músculo de la cara.

Qué más te acordas? Decime -dijo apurada tomándose la cabeza entre sus manos-
N-nada más -contesté-
Pensá Nico, algo raro... Tu camisa, blanca verdad? -asentí- Blanca o amarilla clara, verdad? -preguntó insistente y exaltada-
Esperá -rememore nervioso- Si, blanca. Te pedí que me la planches porque quemé una unos días antes te acordas? -y ella asintió-
Y te manché la camisa! Con labial! Porque la puse a lavar yo y me acuerdo las marcas rojas en el cuello -sonrió ella-

Desde que te ví - Paulo Dybala & Cristian Pavón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora