Capítulo 6 - Un sueño compartido

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Camia Prov:

Juli despega sus labios de mi cuello y me mira de una manera extraña, por un instante tengo miedo de que con lo que dije la asusté, quizás cree que voy muy rápido, pero sentir la calidez de su mano en mi rodilla me hizo quemarme por dentro, mis preocupaciones se disipan cuando ella sonríe con un cierto grado de malicia y sus ojos cafés se oscurecen de una manera impresionante, deja un leve mordisco en mi cuello que me hace temblar y me susurra.

-Para eso debes bajarte de mi cariño, que el espacio es reducido y por mucho que quiera ir corriendo a mi habitación contigo, así no puedo salir – casi me tiro de cabeza bajo el carro, apenas Juli cierra la puerta del copiloto activo la alarma, es lo único que me da tiempo de hacer antes de que ella me coja de la mano y me arrastre hasta la puerta, está todo a oscuras, supongo que su amiga está durmiendo o quizás salió, ¿Qué más da? Tengo a esta Diosa para mí.

- Por fin te tengo para mí – le digo viéndola apoyada en la puerta mordiéndose el labio inferior, mirándome sin ningún descaro, solo con eso me siento arder, ella extiende la mano para acercarme a ella, sus labios terminan por sellar los míos y se gira para dejarme atrapada contra la puerta , ya ni un soplo de aire es capaz de pasar por entre nuestros cuerpos, sus labios se mueven con una ferocidad tremenda sobre los míos, su lengua traza el contorno de mi labio hasta que por fin se da el valor de introducirla en mi boca, recorriendo cada recóndito lugar de esta, ella se separa de mi con la respiración agitada y deja un leve mordisco en mi mentón, para después ir trazando un camino de besos por mi mejilla y mi cuello, la escucho gruñir un poco frustrada.

- Fuera zapatos – dice, apenas lo hago ella toma con firmeza mis muslos y me alza, por inercia cierro mis piernas en su cintura.

-Ahora si alcanzo – dice con una risa, le iba a reclamar pero tengo que morderme la lengua para que no se me escape un gemido cuando sus besos comienzan a contornear mi es escote, hábilmente y con una sola mano retira mi blusa, yo no me pienso quedar atrás, así que con algo de dificultad termino por retirar la suya, siento que mi espalda se despega de la puerta, pero sus labios no se despegan de los míos, antes de lo previsto y sin mayor llegamos a su habitación, lo sé porque siento otra puerta cerrarse, está en completa oscuridad, pero es como si sus ojos iluminaran todo – No te preocupes por el ruido, Natalia no se despierta ni aunque le pase un desfile por el lado.

-Gracias a dios – le digo para morder el lóbulo de su oreja, la siento temblar y por alguna razón me siento poderosa, la escucho gruñir antes de volver a capturar mis labios con fuerza, lentamente camina conmigo a cuestas hasta que nos aventamos a la cama.

-¡Aush! – y seguido un golpe, Juli se separa de mí.

-¿Te hice daño? –siento preocupación en su voz.

-No, a mí no – le respondo de inmediato.

- Ay, a mi si, casi me partí el culo – santa mierda hay alguien más en esta habitación, Juli enciende la lamparita que tiene en la mesa de noche, de inmediato vemos al otro lado de la cama donde está Natalia, la amiga de Juli, sobándose el trasero sentada en el suelo.

-Carajo – digo y me escondo bajo las cobijas.

-¿Qué haces acá pendeja? – dice Juli con cara de furia, la quiere matar, estoy segura.

-Te estaba esperando descriteriada, quería saber cómo te había ido en la cita con la pelirroja, ya que llevas toda la semana soñando con ella y diciendo su nombre mientras duermes, que me causaba curiosidad como había salido todo – veo a Juli y se me tiñen las mejillas de rojo, de inmediato su cara cambia a una de maldad.

- Hablando de hablar entre sueños, Cami me dijo que Makis había tenido un accidente, deberías ir a ver a tu enamorada, parece que fue algo grande – le dice, de inmediato esta se para.

- Oh, no señor, ese Minion desgraciado no se va a morir y no me va a dejar con el trabajo sóla – dice mientras sale y deja un portazo, ambas nos quedamos viendo en la dirección que salió, con una sincronía tremenda, ambas hablamos al tiempo.

- Lo sabía, le gusta – después nos miramos, sin poder evitarlo, nos reímos ante la situación.

-¿Sueñas conmigo? – le pregunto con una ceja alzada mordiéndome el labio inferior.

- No prestes oídos a lo que di...- eso es un si implícito, me pongo de rodillas en la cama y tomo sus mejillas.

-¿Quieres que los hagamos realidad? – ella me mira con la boca semi abierta, sin ningún pudor me quito el sujetador lanzándolo a sus pies, sin esperar a que me responda ataco sus labios con pasión, con fuerza succionándolos con devoción , quiero sentir su piel contra la mía así que llevo mis manos a su espalda buscando el maldito broche, cuando lo toco con mis dedos ella tiembla, sin esperar nada lo saco, ella se sienta a mi lado y yo me siento sobre su regazo a horcajadas, sus manos y su boca juegan con mis pechos, como si fuera una bebé con su juguete preferido, los besa, los amasa, los aprieta y los muerde, haciendo que de mi salga desgarradores gemidos. Ya me desespera mi inactividad y el hecho de sentir el roce de su pantalón contra mis piernas, así que la tomo de los hombros y la hago recostarse, voy dejando delicados besos por su abdomen hasta que llego al broche de su pantalón, el cual retiro en conjunto con su ropa interior, voy subiendo lentamente mis manos hasta que llego a su centro , realizo solo una delicada caricia y la siento temblar, un gemido bestial sale de sus cuerdas vocales y sus manos se aferran a las cobijas, empiezo a acariciar con delicadeza su clítoris mientras subo hasta llegar a sus labios, ella recibe mi beso con gusto, su mano toma en puño mi cabello y hace que nuestras lenguas bailen desenfrenadas, con su otra mano retira la mía, cortando completamente mis caricias y se voltea para posicionarse sobre mí.

-Estás jugando sucio – me dice y sin más empieza a bajar con besos por mi abdomen hasta que llega al borde de mi short, el cual retira hábilmente con mi ropa interior, deja un beso en cada hueso de mi cadera y sin previo aviso sus dedos me penetran haciendo que suelte un grito de sorpresa y de placer, su pulgar mientras tanto juega con lentitud con mi clítoris, sube y comienza a repartir besos en mi mejilla.

-Grita todo lo que quieras cariño, nadie te va a escuchar – dice casi de manera socarrona, pero en este momento mi cabeza es un torbellino de sensaciones, cada nervio de mi cuerpo siente sus penetraciones y sus caricias, estas suben de velocidad, ya me están temblando las piernas y siento que el sudor recorre mi cuerpo.

-JULII- grito con todas mis fuerzas al llegar a un brutal orgasmo que hace estallar mi cabeza por completo, ella sigue dejando besos en mi cuello, sus dedos se retiran lentamente de mi – eso si fue jugar sucio, pero yo también sé jugar – le digo antes de darla vuelta e introducir mis dedos de ella, mientras tanto voy repartiendo besos y mordiscos por su abdomen y cadera, hasta que llego a sus pechos, ahí me doy la libertad de capturar su pezón entre mis dientes, escucho sus gemidos retumbar en mi cabeza, casi de manera inconsciente mis movimientos son salvajes, me doy cuenta de tal cosa cuando la escucho gritar con fuerza llegando al orgasmo.

- Camila Esguerra, eres fuego, pero no me importa quemarme contigo – me dice entre jadeos.

- Te vas a quemar conmigo Juliana Pérez, créeme que te vas a quemar – le digo para acomodarme a su lado, sus brazos me dan una paz tremenda, no me doy cuenta que me estaba quedando dormida envuelta en su relajante calor, es que ella cura hasta mis insomnios.

N/A:

Capítulo prometido, bueno con respecto a la historia que se supone que tiene capítulo mañana probablemente la publique muy tarde o ya de lleno sea el sábado a mediodía, porque se me ocurrió aceptar una cita y no sé a qué horas llegaré a mi casa, en esa misma publicación daré a conocer la dinámica que seguirán las historias durante mi semana de vacaciones, eso, adiosín, deséenme suerte.

Besos en Guerra - (Ventino) [Jumila]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora