Juliana Prov:
-¿Cuántos quedan? – le pregunto a Natalia con desgano, quería salir con Camila hoy, pero al parecer hay cero oportunidad, son casi las dos de la mañana, he matado 3 tipos y no hay luces de terminar.
- Solo uno más que está en un hotel a unas cuantas cuadras de acá, lo siento, no pudimos apurar más esta mierda, yo también estoy cansada – me dice ella, por alguna razón anda desganada, de mal humor.
-¿Qué te pasa? – le pregunto dejando la tarjeta en el cuerpo inerte que tengo frente a mí, tiene el cuello cercenado.
-Nada – me dice y sin más empieza a caminar a la ventana, tiene una línea que conecta con el otro edificio – Vamos, que ya tengo sueño, quiero llegar a dormir – sin siquiera darme tiempo de contestar se descuelga hacia el otro tejado, no pienso seguir insistiendo, sé que en su momento ella me contará, nos vamos al otro lugar, somos completamente sigilosas, es uno de los mayores traficantes del país, es un tipo descuidado y confiado, no demoramos en estar dentro de su habitación, el tipo está fumando un cigarro con tanta calma, Natalia sin siquiera esperar a nada dobla el brazo por su espalda y con su brazo le rodea el cuello.
-Buenas noches desgraciado – tira fuertemente de su brazo y lo hace caer de espaldas al suelo, hace salir el cuchillo escondido en su tacón y sin dudarlo corta la garganta de ese tipo, sale sangre profusamente y después de unas violentas sacudidas queda inerte, saca la tarjeta y la deja en su bolsillo – Vamos antes de que llegue alguien.
Nos descolgamos por el edificio, vamos directo a nuestras motocicletas y nos dirigimos a la casa, nos encontramos con dos patrullas de policías dirigiéndose hacia el lugar de los crímenes, cuando llegamos a la casa son pasada las 3 y media de la madrugada, suspiro frustrada, ya no es hora de mandarle un mensaje a Cami, desde nuestra noche no he podido verla más que en la universidad, cada vez que me invita a salir tengo que decirle que no inventando cualquier excusa y esas cosas están saliendo cada vez menos creíbles, sé que esto está afectando enormemente las cosas con ella, pero es que no le puedo decir de mi trabajo, la pondría en peligro, me voy a despedir de Natalia, pero esta pasa como si el alma se la llevara el diablo dejando un portazo sin cuidado, resoplo frustrada nuevamente y me voy a acostar, ha sido un día de mierda.
Camila Prov:
Es viernes por la noche y ya estoy más que enojada, así que estoy parada fuera de la casa de Juliana, desde nuestra cita que las cosas han estado raras, siempre que la invito a salir me da negativas inventando cada vez excusas menos creíbles , solo la veo en la universidad y actúa como si todo estuviera normal, no me da ninguna explicación, solo me abraza, me besa y me cuenta las cosas que hizo durante el día, toco la puerta fuertemente, creo que estoy muy brava, Natalia es quien me abre la puerta, tiene cara de cansada y de brava, el humo de su cigarrillo me llega de lleno en la cara.
-¿Camila? – no esperaba que yo llegara, le quiero preguntar por la rara actitud de Makis, pero en este momento la bravura no me deja pensar en otra cosa.
-¿Está Juliana? – le pregunto con simpleza, Natalia hace unas señas y después se desaparece, será mal educada, en ese instante aparece Juliana en la puerta con cara de desconcierto.
-¿Camila? – me va a besar pero yo simplemente me aparto.
-¿SE PUEDE SABER QUÉ TE PASA? – le grito ya suficientemente frustrada, ella me mira con los ojos muy grandes.
-Pero...-no la dejo terminar y le vuelvo a gritar.
-ES QUE SI FUERA POR COGER Y LARGARSE MEJOR ME AVISAS PARA NO HACERME ILUSIONES, DIGO, HACE TIEMPO QUE NO SENTÍA ALGO POR ALGUIEN, APARECES TÚ A REVOLUCIONARME LAS NEURONAS Y DE LA NADA DESAPARECES, PARA LA OTRA ME DICES Y SIMPLEMENTEME AHORRO CUALQUIER TIPO DE SUFRIMIENTO - le grito ya bastante enojada, no pensaba que tenía tanto guardado o que esto me había afectado de tal manera, Juliana me mira muy fijamente, se retuerce las manos, pasa las manos por su cabello , me vuelve a mirar - ¿No me vas a decir nada? – sus manos me aprisionan fuertemente de la cintura y ha hacen estrellar de lleno contra su cuerpo, intenté separarme pero una mano en mi nuca hace que se me haga imposible moverme, sus labios capturan los míos con una fuerza tremenda , no quiero responderle, quiero seguir recordando que estoy brava, pero ese leve mordisco en mi labio inferior me hace flaquear, su lengua se introduce con fuerza recorriendo cada parte de mi boca, mis manos van directo a su cuello, al demonio eso de que estoy brava, la beso con ahínco, nuestras lenguas luchan por el control sobre la otra y no hay aire que pase entre nuestros cuerpos y al parecer tampoco a nuestros pulmones porque nos terminamos separando por la falta de oxígeno.
- Como que les hace falta coger, la tensión sexual se siente a leguas – dice Natalia sentada en el pie de la escalera, sigue con medio cigarrillo en su boca, Juliana pone los ojos en blanco y sin siquiera darse vuelta a mirarla le grita.
-Y A TI TE HACE FALTA UNA COGIDA PARA VER SI SE TE QUITA EL MAL HUMOR – sin más cierra la puerta con fuerza - ¿Quieres ir a cenar conmigo? Ya no soporto a esta fastidiosa.
-Si me dices la verdad – le digo con firmeza - ¿Esto es un juego para ti o una calentura?
- No, no es una simple calentura ni un juego, me gustas y me gustas de verdad, esta vez no podía dejar a esta idiota mal humorada y no me dejó hablar con nadie, lo siento, a veces la tenía que seguir por toda la ciudad para que no cometiera una locura – me dice mirándome a los ojos, tiene unos ojos que me derriten - ¿Te puedo abrazar? Es que me hiciste mucha falta – no me aguanto más y me tiro a sus brazos, de verdad me hizo falta esa loca Juliana.
-Me sigues debiendo una cena – le digo con la cara escondida entre su cabello.
-Vamos, tengo un lugar perfecto, es uno de mis favoritos – me dice ella tomándome de la mano y guiándome hacia su auto, me abre la puerta del copiloto, ella se sube a la del conductor y maneja con una sonrisa en el rostro, siento que cada minuto mi corazón late con fuerza, Juliana hace que mi corazón lata de manera desbocada, me lleva a un lindo restaurant de comida china, hablamos de todo y de nada a la vez, me cuenta cosas de su vida, pero ella no está teniendo en cuenta que cada cosa que dice hace que me encante más, al final me va a dejar a mi casa, se despide de mí con un tierno beso en los labios, me acaba de surgir una situación demasiado problemática, me estoy enamorando rápidamente de Juliana Pérez y no sé cómo frenarlo, no sé cómo parar un poco los brutales sentimientos que surgen cada minuto con ella, estoy en problemas, pero en un problema del que no quiero salir.
N/A:
Creo que la tesis me tiene mal, ando buscando situaciones problemáticas por todos lados xD
ESTÁS LEYENDO
Besos en Guerra - (Ventino) [Jumila]
RomanceCamila Esguerra y Juliana Pérez sintieron una atracción de inmediato, cuando se vieron en la universidad de inmediato sintieron cosas muy fuertes, pero La Leona y La Pantera se odian a muerte, dos asesinas a sueldo enfrentadas por el trabajo ¿Podrá...