Camila Prov:
-Tenemos que ir a buscar a Olgui e irnos de aquí, lo antes posible, no podemos esperar a que Deluchi nos encuentre - les digo dándome vueltas de un lado para otro. Sé que Olgui está en el departamento que arrendamos, Makis está sentada en el sofá mirando a la nada, probablemente esté pensando en algún plan, Natalia salió a hablar por teléfono, al parecer con su jefe y Juliana me tiene firmemente tomada de los hombros, quizás para aplacar el miedo que sabe que estoy sintiendo.
- ¿Y eso a qué te lleva? – pregunta Makis, levantando la vista por primera vez desde que Juli nos leyó el mensaje que le mandó su jefe.
-A seguir vivas – me estoy desesperando el hecho de que nadie vea el hecho más importante, y es que estamos vivas, así nos tenemos que mantener.
-Escondiéndonos siempre como ratas, me niego Camila, no soy ninguna cobarde como para ocultarme – le voy a decir algo, pero Juli me toma fuertemente de la cintura para pegarme a su pecho.
-Quizás deberían volver, digo, reintegrarse a sus labores, de esa manera evitan estar en peligro, Natalia y yo nos podemos proteger, pero a ustedes las conocen a la perfección, para ustedes es más riesgoso – siento sus labios pasarse en mi cabeza, la sola idea de abandonarla y dejarla a su suerte me revuelve el estómago, hace que las lágrimas se me agolpen sin siquiera poder evitarlo.
-No, eso no va a pasar – le digo con la voz más firme que encuentro, pero la verdad es que solo sale un lastimero susurro.
-Es lo mejor – me dice ella, pero Makis y yo sabemos que no lo es, sabemos que no podremos cumplir lo que nos van a pedir, sabemos que el precio por reincorporarnos a nuestro servicio será demasiado alto, demasiado doloroso para poder pagarlo.
- ¿Sabes lo que me pedirán para poder volver a mi servicio? – tomo sus manos entrelazadas sobre mi vientre, es la manera de mantenerla cerca, de saber que es real de todas las maneras posibles.
-Cami, no importa, no importa si eso te mantiene segura – lentamente me giro hasta poder enredar mis manos detrás de su nuca, asegurándome que su nariz roce la mía, que su cuerpo completo me brinde el calor que hace tiempo perdí.
-Me van a pedir que entregue tu cabeza en una bandeja de plata en la mesa de Deluchi para la cena – sus manos parecen tomar fuerza en el agarre que tiene sobre mi cintura – Y no lo voy a hacer, no lo voy a permitir, primero prefiero correr antes que poner en riesgo tu vida.
-Cami, mi amor, ya te dije, nosotras nos podemos cuidar bien – me dice con un tono de voz completamente neutro, como si tratase de convencerse a sí misma de lo que dice.
- ¡NO PIENSO PERDERTE! ¡NO PUEDO, NO PUEDO PERDERTE!, ¡NO OTRA VEZ! – ese fue mi acabose, me derrumbé sobre los brazos de Juli, llorando como si eso fuera a arreglar algo, como si la espada que prende sobre nuestras cabezas no fuera a caer en cualquier momento. Los brazos de Juli me rodean con fuerza, haciéndonos retroceder hasta quedar sentadas, ella me deja sobre su regazo mientras me acaricia el cabello y me esporádicos besos.
-Olgui viene en camino y Juancho dice que tenemos unos días de ventaja, nos recomienda que descansemos hoy y que mañanas tomemos nuestras cosas y salgamos del país para poner el máximo de distancia posible entre él y nosotras, mientras trazamos un plan para poder deshacernos de él – dice Natalia entrando con su celular en la mano.
-Juli, lleva a Cami a descansar, no está bien, nosotras esperamos a que llegue Olgui con las cosas, pero a ella llévala a dormir, no está bien – dice Makis con seriedad, solo siento que Juli como puede nos pone de pie y me dirige hacia el pasillo, ahí doy una última mirada a nuestras amigas, como si tuviera miedo de no volver a verlas. Lo que veo me enternece, Makis se pone de puntitas para poder robarle un beso a Natalia, pero ella se niega a separarse así que toma a Makis de la cintura para alzarla y seguir besándola, solo puedo pensar, que ellas de verdad se merecen estar juntas, no merecen que nadie las separe, ahí es cuando vuelvo a emprender el camino, viendo mi mano entrelazada con la de Juli, ella y si tatuaje, que sin querer, es muy similar al mío, quizás el destino siempre tuvo el plan de juntarlos.
-Ven Cami, vamos a recostarnos, debes dormir, se nota que no lo has hecho en días – escucho a Juli, ella está sentada en la cama palmeando el cobertor.
-No podía dormir, tenía que encontrar al amor de mi vida e impedir que se manoseara o se terminara acosando con su mejor amiga - le digo intentando sonreír, de verdad me gusta picarla con eso.
- ¡Por favor! Borracho no cuenta, además tenía mi corazón rotito, entonces besaba a cualquier cosa que se me cruzara por delante y la cosa que siempre se me cruzaba era Natalia – me río por su explicación, lentamente me dirijo a ella para sentarme a horcajadas sobre su regazo.
-Hola preciosa, te informo que no importa cuantos años pasen, contigo siempre encontraré un segundo de paz, contigo siempre encontraré eso que me falta y solo contigo seré capaz de encontrar todo lo que alguna vez me propuse – empiezo a acariciar sus mejillas con delicadeza, dejando un suave beso en la punta de su nariz – Ahora hermosa, déjame hacerte el amor, déjame demostrarte cuanto te amo, porque quizás después no tengamos tiempo o momento.
-Cami no dig...- solo tomo cualquier palabra que ella quiera decir para sellarla con mis labios, sé que por esta noche nos mentiremos, nos diremos que todo está bien, aunque sabemos que las cosas no son así, esa noche nos amaríamos como si de verdad tuviéramos tiempo. Ella está igual de hambrienta que yo de amor, me lo demuestra su lengua al colarse entre mis labios para bailar con la mía, me lo demuestran sus manos que suben y bajan por mi espalda y mi cintura, me lo demuestra su respiración agitada, que se hace cada vez más pesada a medida que el beso avanza.
-Solo amémonos – le digo cuando nos separamos, ella me mira con los ojos brillantes, traga saliva y después solo retira mi blusa para empezar a besar mi cuello como si su vida dependiera de ello, solo muevo mi cabeza dándome mayor acceso mientras que mis manos recorren su espalda, hasta que me canso de esperar por sus labios, termino por tomar su cabello para estrellar su boca con la mía. Su camiseta es un estorbo del cual me deshago rápidamente, llevándome también su ropa interior, dejando su torso desnudo a mi merced.
-Siempre diré que eres hermosa – me dice ella dando una suave mordida en el nacimiento de mi pecho, sacando con el mayor amor posible la prenda que los cubre, sus labios capturan uno de mis pezones, pero rápidamente la separo.
-Te dije que yo te haría el amor – le digo recostándola por completo en la cama, empezando a dejar suaves besos en su mejilla, bajo por su cuello y saboreo su clavícula, beso sus brazos y la punta de cada uno de sus dedos, voy besando su pecho y su vientre, poniendo total énfasis en los huesos de sus caderas, mientras beso la parte baja de su ombligo desabrocho sus jeans, escucho un jadeo escapar de sus labios, los voy bajando, sin dejar de besar sus muslos, me doy el trabajo de besar cada parte de su cuerpo, hasta que la tengo completamente desnuda frente a mi, sus mejillas sonrojadas me enternecen.
-Camila – la escucho, en ese momento salgo de mi ensimismamiento, ella me sonríe de una manera tan especial.
-¿Qué? – digo con la boca abierta, ella se incorpora para tomar mis labios como suyos, como siempre han sido, sus manos rápidamente se desprenden de las pocas ropas que me quedan dejándome expuesta, sus manos se aferran a mis muslos para volver a sentarme sobre su regazo, nuestros labios ya no se mantienen separados, solo son nuestras manos las que buscan desesperadas el placer de la otra, pero no como una competencia, sino que como una satisfacción, como la satisfacción de ver a esa persona disfrutar. Sentirme dentro de Juli es como si tocara el cielo con las manos, cada embestida supone un escalón más cerca de la gloria, su calidez se traduce en un avasallador huracán que se forma en mi bajo vientre, cada gemido me arranca de cuajo el oxígeno del cuerpo. Y solo pasa, pasa que me dejo ir junto a todas mis preocupaciones que estallan en un millón de pedazos, convirtiéndose en polvo de estrellas, me dejo ir con todo el amor y toda la entrega que tengo por la mujer que está a mi lado convulsionando conmigo, me dejo morir como lo hago con cada beso que alguna vez saqué de sus labios.
-Te amo – le digo antes de caer completamente agotada y profundamente dormida, me duermo entre sus brazos, engañándome, diciéndome que tengo tiempo, prometiéndome que la tendría para siempre, que la cuidaría de todo lo malo que pudiera pasar, deseando en silencio que las cosas salieran como las planeamos, pero no contaba con algo. No contaba con que los deseos, solo son eso, deseos que pueden o no cumplirse, no contaba con que las promesas se rompen y no contaba con que el tiempo se acaba, porque a nosotras se nos había acabado, esa misma noche.
N/A:
Holi :3, bueno, les cuento que solo queda un capítulo y un epílogo, así que, se aguantan hasta la próxima semana. Chao
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Besos en Guerra - (Ventino) [Jumila]
RomanceCamila Esguerra y Juliana Pérez sintieron una atracción de inmediato, cuando se vieron en la universidad de inmediato sintieron cosas muy fuertes, pero La Leona y La Pantera se odian a muerte, dos asesinas a sueldo enfrentadas por el trabajo ¿Podrá...