Capítulo 24 - Perdóname.

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Camila Prov:
Olgui tenía razón, quizás me había pasado, quizás esto se me había ido de las manos, quizás el amor por Juli me está dejando ciega y me está quitando la intuición, me fui a la casa pensando en que quizás es verdad que esas chicas por muy competencia nuestra que sean no tuvieron nada que ver con el ataque de las chicas, pero es que no pude parar, estaba ciega de rabia. Mi venganza era por otra cosa, no por estos motivos, lo mío era una venganza personal y me sobre pasé, no hice esto motivada porque esa persona mató a mis padres, era por algo injusto y esta no era yo.

- Cami - dice Olgui desde la puerta de mi habitación, la miro y de inmediato bajo mi cabeza con vergüenza, no quiero ver el reproche en sus ojos, ella no haría nada por las causas equivocadas, a pesar de nuestro trabajo ella es una persona intachable.

- Olgui, por favor hoy no, sé que las cagué pero hoy no tengo fuerzas para reproches - le digo tirándome a la cama para esconder con fuerza la cara entre los almohadones.

- Olgui por favor vámonos pronto - escucho a Makis con la voz quebrada del otro lado de la puerta, es como si un resorte me impulsara a para pararme.

-¿Qué pasó?- pregunto al escuchar a Makis así, el miedo me embarga por unos minutos, Makis se asoma por la puerta, su rostro está bañado en lágrimas, se ha cambiado la ropa, pero aún así se ve destruida.

- Acaban de llamar a Makis del hospital - me dice ella con voz vacilante, de inmediato mil y un escenarios empiezan a pasar por mi cabeza, cada uno es peor que el otro y en cada uno está implicado Juli.

- Olgui por favor dime lo que pasa, no vaciles - le digo poniéndome de pie para tomarla de los hombros, sus ojos al igual que los de Makis están embargados por el dolor, pero no es ella quien me responde, es Makis.

- A Nati y a Juli las atacaron, no tienen más información, solo dijeron que las atacaron, que se intentaron defender y todo  se salió de control, llegaron muy lastimadas - dice ella soltando un sollozo al terminar su frase, mi mundo se viene abajo en unas cuantas palabras, yo preocupada de castigar a alguien inocente por un daño que no hizo mientras mi novia me necesitaba, ella me necesitaba y yo no estaba ahí para cuidarla.

- Olgui llévanos, llévanos donde estén - le digo apresurandome a salir, pero ella detiene mi avance, ella es la que mantiene la cabeza fría cuando nosotras entramos en pánico.

- Debes cambiarte, tienes todo que dice que eres una asesina a sueldo - me dice y me empuja dentro otra vez, gruño a modo de queja, pero aún así le hago caso, rápidamente me pongo lo primero que encuentro y la miro.

-¿Ahora si nos vamos? Que el amor de mi vida me necesita - le digo intentando que las lágrimas no me cieguen, pero ya caen profusamente sin pedir ningún tipo de permiso.

- Chicas, ellas estarán bien, son fuertes - dice Olgui apropiándose del volante, durante el viaje no se dice nada más, solo miro por la ventana impaciente por llegar a ese hospital donde me espera mi chica, lo único que quiero es verla.

- Buenas noches, nos llamaron por dos ingresos, Juliana Pérez y Natalia Afanador, somos sus novias y su única familia en la ciudad - dice apresurada Olgui, ni Makis ni yo podemos emitir palabra, estamos pérdidas en nuestros reproches y en la insufrible culpa por haberles fallado.

- La señorita Afanador está en la habitación 209 y la señorita Pérez en la 210, están una al lado de la otra, solo deben entrar por ese pasillo, están casi al final, se pueden quedar hasta que el doctor llegue a revisarlas, ambas están sedadas pero fuera de peligro - nos dice la enfermera intentando darnos algo de tranquilidad, al parecer nuestras caras no son de gran calma.

- Gracias - susurro y me voy casi corriendo a esa habitación, nunca pensé tener que volver a verla recostada en una cama de hospital y definitivamente mi autocontrol se va al demonio cuando abro la puerta y veo su rostro lleno de moretones, aún así su rostro tiene una tranquilidad tremenda.

- Mi bebé - digo antes de caer completamente de rodillas presa de ella desesperación - Perdóname, perdóname por ser una completa idiota y no estar ahí cuando me necesitabas.

No puedo contenerme, casi a rastras me aproximo a su cama para empezar a llorar desesperada apoyada en su brazo, no dejo nada dentro, solo siento fuertes sollozos que no hacen más que resonar con fuertes ecos dentro de esa inmensa habitación, soy una idiota enamorada con miedo a perderla, soy una completa inútil por no saber protegerla, soy una tonta por no estar cuando le necesitaba y darme cuenta que le fallé cuando está sobre una cama de hospital.

- ¿Cami? - escucho su suave voz ronca, probablemente por el dolor -¿Por qué lloras bonita?

- Mi amor- digo con desespero mientras me arrojo a asaltar sus labios, es un pequeño toque que me vuelve el mundo de cabeza y me arranca el corazón del pecho, ella pone su mano en mi mejilla y con su pulgar seca mis lágrimas hasta que nos separamos, verla a los ojos me rompe nuevamente, lanzandome el corazón a los pies - Perdóname, Perdóname por favor, esto es mi culpa, es todo mi culpa.

-¿De qué hablas? - me dice ella, en ese momento me doy cuenta de que no sé qué decirle, no sé darle razones por la culpa que siento y no sé qué decir ahora, pero el doctor me interrumpe entrando, al verla sonríe satisfecho.

- Despertaste antes de lo que esperaba, tu amiga duerme a pierna suelta, no creo que despierte en un buen rato - dice aproximándose - Y veo que llegaron a hacerte compañía, bueno, te cuento, los golpes fueron fuertes, tienes una pequeña  que probablemente te cause  unos mareos por tiempo, pero nada que no puedas superar pequeña valiente, lo que si, debes guardar reposo absoluto por 5 días, nada de hacerte la fuerte, toma tu descanso y estarás como nueva, y por favor, usted señorita, preocuparse de que no venga tan seguido a este hospital.

- Me aseguraré de eso - le digo con un sollozo bailando en mi garganta, él se dispone a salir.

- ¿Cómo está Nati? - pregunta ella mirando preocupada.

- Sus cosillas se volvieron a fracturar, ahora necesitará mucho más cuidado pero lo superará, preocúpate de tu recuperación que su novia está bastante atenta a todo lo que pase con ella - dice él para salí, mis manos van a acariciar su cabello, ella me mira con ojos perdidos.

-Cami ¿Por qué me pides perdón? - me pregunta ella, de verdad es muy inteligente, no se le pasa nada, pero eso significa que debo decir algo, que debo dar una explicación por mi lengua larga y mi culpa carcomonedome -¿ Por qué me dices que fue tu culpa?

N/A:
Lo siento, anoche me dormí, es que la universidad me está matando.

Besos en Guerra - (Ventino) [Jumila]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora