Capítulo 30 - Adiós, amor.

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Makis Prov:
Estaba en shock, aún estaba intentando procesar lo que me había dicho Nati medio dormida, después de hacer el amor, ella me dijo "te amo" dándome un delicado beso en la mejilla, se abrazó a mi y se recostó, se acomodó para dormir mientras le hacía suaves caricias en la espalda, a eso de 20 minutos y más dormida que despierta me dijo algo que aún me está dando vueltas, más de 4 horas después, me dijo:

- Perdóname por meterte en una vida mierda, perdóname si de mañana en adelante no me vuelves a ver, pero espero poder decirte toda la verdad mañana, si sigo aquí, pienso dar todo de mí para que seas feliz, para poder remediar todo el daño que sin querer te he hecho - después simplemente se quedó dormida, después de horas no puedo conciliar el sueño, solo la veo dormir, aferrándose a mí como su fuera un peluchito, no puedo creer lo mucho que la empecé a amar, disfrazando ese amor con odio, peleando con ella, negándome a admitir que lo que sentía por ella era algo mucho más grande, mucho más bonito, mucho más sincero.

La siento removerse entre mis brazos de manera delicada, la escucho quejarse negándose a despertar, solo la abrazo más fuerte, sentir su piel contra la mía me eriza.

- Despierta hermosa, ya pasan del medio día - le digo dándole delicados besos en la mejilla, la veo sonreírse como una niña pequeña antes de robarme un beso, le quiero preguntar, pero resulta que no sé si decirle todo lo que me aqueja pueda solucionarse, no lo sé, solo pienso disfrutar de su compañía mientras pueda, mientras tenga vida, solo me tiró sobre ella para besarla con pasión, pienso hacerle el amor hasta que no le quede voz para hablar.

Juliana Prov:

La veo dormir, se ve preciosa, ya pasan de las 4 de la tarde y no hemos salido salido de la cama, hicimos el amor tantas veces que ya quedó agotada, pero a mí me atacó el insomnio, irónico ¿No? Ella es la que sufre de insomnio, pero ahora soy yo la que no puede dormir, no pensando en todo lo que puedo perder hoy, en unas cuantas horas, la quiero a ella, quiero que calme mis demonios hasta que vaya en total calma a la muerte.

- Te ves hermosa cuando los rayos del sol te dan de lleno en la cara, es como si tu piel fuera de oro y brillara con demasiada intensidad - la escucho decirme con su aliento chocando contra mi cuello, juro que le haría el amor otra vez, pero es que ya tengo que empezar a arreglar las cosas para la noche y quiero comer algo, no he comido nada.

- Deja de decirme eso que te violo - le digo abrazándola contra mi con fuerza - Y necesito comer, no puedo estar violandote todo el día.

- Vamos bonita, yo hago algo rico para comer - dice poniéndose de pie totalmente desnuda, su piel parece relucir con los rayos del sol.

- Vamos, pero por favor vístete que no puedo concentrarme contigo así - le digo riéndome, mientras me pongo un camisón largo para salir de la habitación hacia la cocina, con ella a mis espaldas, tiene puesta una blusa que a mí me queda larga, pero a ella le queda muy larga.

- No es mi culpa - su voz es ronca, me causa gracia que está así de tanto gemir, la veo moverse con maestría en la cocina, preparando algo simple.

Comemos ensaladas con un poco de carne, ella me mira con amor inmenso, más de alguna vez intenta sacar a conversación de lo que le dije anoche, pero solo lo esquivo, con la esperanza de que espere lo suficiente para poder contarle todo. A eso de dos horas llega Natalia, con una sonrisa de oreja a oreja y casi sin voz, parece raramente feliz, la muy idiota debió tirar como coneja anoche y nos sé qué demonios hablo si estoy igual, Cami se va a eso de las 7 de la tarde, es hora de que me arregle para esa cacería.

- ¿Se puede? - escucho a mis espaldas, veo la hora, son las 8:30 de la noche, a una hora de salir.

- Pasa mi china - le digo terminado de ponerme la característica chaqueta de cuero que usamos cada vez que vamos a mata a alguien, es más fácil retirar la sangre, la veo sentarse al filo de mi cama con cara de desolación - Hey ¿Qué pasa hermosa? Viéndote con esa cara nadie creería que tiraste toda la noche y toda la tarde de hoy.

Besos en Guerra - (Ventino) [Jumila]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora