Juliana Prov:
- Por fin podemos volver a la universidad - le digo a Natalia estirándome a salir del auto, desde hace dos días que nos dieron el alta total, pero debíamos esperar al lunes para volver a la Universidad, desde ese día que le dije a Cami que la amaba se empezó a comportar raro, pero no un raro malo, a veces siento que incluso me mira con culpa, me mima de sobremanera, me protege demasiado, las veces que se ha quedado en la casa la he descubierto mirándome en la noche, muchas veces he despertado por las suaves caricias que daba a mis mejillas, cada vez que le pregunto ¿Qué pasa?, Ella solo me responde que quiere cuidarme y que me quiere cuidar, yo no puedo estar más enamorada, solo no me canso de verla, pero es que ella se me ha metido en el corazón hasta el punto de no retorno.- Hola ¿Te sientes bien? Si te sientes mal me avisas, cualquier cosa me dices, yo te puedo llevar a casa, no le importa faltar a clase, si te duel...- ver a Cami aparece frente a mi con la carita sonrojada por el frío matinal me enternece, pero más me enternece ver que se atropella con las palabras, así que sin dudarlo tomo su cara y la beso con delicadeza, logro que por fin suelte el aire que tenía apresado en sus pulmones, sus brazos se cierran en mi cintura, con un suspiro nos separamos, mientras tanto me puedo en sus cambiantes ojos, acariciando sus mejillas con delicadeza.
- Estoy bien, ya me dieron de alta, no me duele nada, por favor no te preocupes amor - le digo con una voz dulce, siento unos susurros a mi lado, sé que son Makis y Natalia cuchicheando, probablemente besándose, porque ellas dos son terribles, no pueden apartar los labios la una de la otra, vuelvo a centrar mi vista en Cami, ella tiene el ceño fruncido, pero sus ojos brillan enormemente.
-¿Cómo me dijiste? - me dice ella, por un momento me espanto, siento que quizás la cagué, pero un fantasma de sonrisa aparece en sus labios, logrando relajarme completamente dejando expuesto mi corazón.
- Te dije amor y te lo diré hasta que me canse - le digo dejándole un suave beso que no es más que un ligero roce, sin esperar nada nos dirigimos cada una a nuestras respectivas clases, Olgui está muy feliz de tenerme de vuelta, según ella extraño tener con quién reírse porque todas las idiotas de nuestra generación son unas amargadas, autómatas, que viven con la nariz pegada a sus pupitres.
- Ya estaba que te iba a buscar a tu casa en silla de ruedas - me susurra ella mientras el profesor se gira al telón.
- Me fuiste a ver todos los días en la tarde, no seas llorona - le digo soltando unas pequeñas risas.
- Pero es que las clases son aburridas sin ti - me dice sonriendo, solo apoyo mi cabeza e su hombro y me dejo estar, el día se hace muy pesado, ya me había acostumbrado a estar en casa aguantando como máximo los quejidos de Natalia porque le dolía el culo de tanto estar sentada.
Antes de darme cuenta se había acabado la jordana, así que con Cami decidimos quedarnos un rato recostadas en el césped del patio central, no quería llegar a la casa tan rápido, ya me había astuado de estar tanto rato ahí, así que estaba acostada entre las piernas de Camí, con la cabeza recostada en su pecho y nuestras manos entrelazadas encajando completamente, es como si mi hogar estuviera aquí.
- ¿Sabes que haría cualquier cosa para protegerte? Movería cielo, mar y tierra con tal de que estés bien - me dice ella restregando suavemente su mentón contra mi cabeza.
- Con que estés a mi lado me basta - a veces me gustaría decirle lo que soy realmente, tirar abajo todos los secretos que nos rodean, pero sé que nos pondría en peligro y sobre todo a ella, en ese momento me doy cuenta que en este corto tiempo ella se metió demasiado a fondo en mi ser, no me imagino que a ella le pase algo y yo no estar ahí para apoyarla o no poder abrazarla, en ese momento entendí que ella era todo para mí, que estaba completamente enamorada y ya no podía hacer nada para frenar mis sentimientos, no podía hacer nada para sacar a Camila Esguerra de mi vida - ¿Quieres ir a mi casa por una noche de películas?
- Me encantaría, pero no puedo, ya me comprometí con las chicas, tenemos que asear la casa, de lo contrario Makis se pondrá brava y sabes que si ella se pone brava es peligrosa - me dice dejándome un beso en la cabeza, más tarde me voy a mi casa con un desasosiego en el corazón, tengo que volver al trabajo en dos días, el jefe sabe que perdimos terreno importante que debemos recuperar, será duro volver a esconder todo esto de Cami, ella es muy lista y sé que eventualmente le tendré que decir todo, pero ahora no es el momento, ahora debo protegerla y amarla, aunque tenga que mover cielo, mar y tierra, ella estará a salvó y a mi lado.
Olga Prov:
-¿Que tienes en mente Cami? - le pregunto, desde que supo lo que le pasó a Juli está furiosa, lo único que quiere es encontrar a las panteras y matarlas, cabe destacar que es sumamente raro en ella, nunca ha matado a no ser que sea por el trabajo, ni siquiera por defensa como lo hemos hecho Makis y yo, pero esta vez está ardiendo en rabia, se metieron con la persona que le robó el corazón y eso significa desafiarla.- Hablar con el jefe - dice con simpleza, sin embargo yo no entiendo, Makis comprende de inmediato y me lo hace saber.
- Una misión falsa, un señuelo para que lleguen por su propio pie a nosotras - dice con la vista pegada a su ordenador, esa chica es una genio, logra armar planes desde la nada misma.
-¿Cómo haremos para que no sospechen? Somos buenas y mucho, pero eso no quita que ellas sean inteligentes - les digo siendo la cabeza fría en este momento, también estoy molesta, no es justo lo que les hicieron a esas chicas, después de todo son las novias de mis mejores amigas, bueno una novia y otra casi novia, pero les tomé un cariño especial.
- Los contactos no los haremos nosotras, los hará un intermediario, solo esperaremos a que ellas lleguen a nuestras manos, serán moscas moviéndose a unas telarañas - dice Cami orgullosa, evidentemente está furiosa.
- Moveremos cielo, mar y tierra para joder a esas hijas de puta - dice Makis con furia desbordante, se van a joder, en dos días esas chicas estarán muertas.
N/A:
Primero, puse una meta el lunes para 3 historias y todas llegaron al otro día, así que como prometí el fin de semana estoy a su completa disposición, pidan de las historias que quieran.
Segundo, gracias por la comprensión y los mensajes de apoyo por cualquier medio, en otro punto esta es la carta que le escribí a un cobarde que hace más que huir, estas son las últimas palabras que les dedico a una rata sin corazón
ESTÁS LEYENDO
Besos en Guerra - (Ventino) [Jumila]
Любовные романыCamila Esguerra y Juliana Pérez sintieron una atracción de inmediato, cuando se vieron en la universidad de inmediato sintieron cosas muy fuertes, pero La Leona y La Pantera se odian a muerte, dos asesinas a sueldo enfrentadas por el trabajo ¿Podrá...