Olga Prov:
Una semana, una semana completa de tortura, Makis y Camila con suerte se levantaban para ir a sus clases, muchas veces alguna de las dos despertaba llorando en la noche, los gritos más desgarradores eran los de Cami, ella despertaba casi todas las noches gritando, con las manos blancas de tanto apretar las sabanas, bañada en sudor y en lágrimas, sigue reviviendo ese último encuentro en su cabeza, sigue pensando en esos dos disparos que aún hacen eco en su cabeza, por mi parte, casi no duermo en las noches, así que terminando mis clases me vengo a dormir, sin recién las 7 de la tarde y apenas estoy cerrando los ojos siento que algo se estrella contra la pared, siendo más específica , un vidrio rompiéndose seguido de un fuerte grito.
- ¡SOY UNA IMBÉCIL! – grita Makis volviendo a estrellar otra cosa, no tengo porque escuchar más, me pongo de pie para empezar a correr en dirección a su habitación.
- ¿Makis? – digo intentando llamar la atención de ella, pero los sonidos de cosas estrellándose y de muebles siendo derribados se hace más fuerte, se hacen más frecuentes.
- ¡LA DESTRUÍ, NO LE CREÍ, ¡TODO LO HECHO A PERDER! – escucho antes de llegar a la puerta, no pierdo tiempo en seguir hablándole, solo abro la puerta para encontrarme con todo el cuarto de Makis dado vuelta, vidrios rotos por todos lados, lo único intacto era su cama, la cual, tenía una hoja de papel cuidadosamente doblada.
- ¡MAKIS! – le grito para abalanzarme sobre ella y abrazarla por la espalda, logro inmovilizarla, ella se resiste, se mueve violentamente contra mis brazos, pero no deja de llorar, es como si intentara sacar toda la frustración que tiene, es como si quisiera dañarse para expiar sus pecados de alguna manera -Makis, bebé, cálmate, esto aquí, por favor dime que pasa.
-No le creí, destruí la única cosa que amé, a la única persona que amé en un arranque de rabia y no le di la oportunidad de defenderse, no le di la oportunidad de explicarme – dice empezando a caer lentamente de rodillas, apretando con fuerza mi brazo, dejando salir lastimeros sollozos que me calan el alma de una manera atroz, me destruyen junto a su corazón roto.
- ¿De qué hablas? Makis por favor, explícame, explícame para poder ayudarte – ella lentamente empieza a ponerse de pie, antes de que se haga daño de nuevo la tomo de la cintura, ella me guía a la cama dónde está ese papal doblado, ella con las manos ensangrentadas me da un papel.
-Es una carta de Natalia, una carta que me escribió antes de ese día, me dijo que, si ella no volvía que la leyera, que con eso entendería todo, no había tenido el valor, no hasta hoy – dice tomando el papel con delicadeza, lo mira como si el solo hecho de que existiera le rompiera el alma, lo tomo de sus manos y lo abro, la miro silenciosamente pidiendo permiso, cosa que me concede de inmediato.
Querida Makis.
Lamento que tengas que leer todo de una maldita carta, cuando en realidad debería ser yo la que te cuente todo, pero soy una tonta, una tonta y una cobarde, que por miedo a perderte se calló muchas cosas, la única cosa que no me callé es la más importante, es que te amo, hasta el momento, es lo único real, lo único en lo que tengo certeza.
Quiero contarte que hace muchos años le hicimos daño a alguien que tu amas, le hicimos daño sin saber que era a ella a quien se lo hacíamos, hace unos años y por necesidad empezamos en un negocios del que ya no pudimos salir, empezamos a matar gente, gente que tenía prontuarios delictuales, éramos buenas, pero no sabíamos que tendríamos competencia, unas chicas que son igual de buenas que nosotras, sin querer empezamos con una rivalidad laboral, tampoco sabemos los motivos por las que las hicimos enojar, resulta que ahora, hemos declarado una guerra, una guerra de la cual nadie saldrá bien parado y también sabemos, que no todas podemos salir vivas, lamentablemente, estoy segura de que la que terminaré muerta seré yo y si estás leyendo esto, es porque no te lo pude decir de frente.
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Besos en Guerra - (Ventino) [Jumila]
RomanceCamila Esguerra y Juliana Pérez sintieron una atracción de inmediato, cuando se vieron en la universidad de inmediato sintieron cosas muy fuertes, pero La Leona y La Pantera se odian a muerte, dos asesinas a sueldo enfrentadas por el trabajo ¿Podrá...